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EPITAFIO PARA JOAQUÍN PASOS
Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto,
y sin un peso.
Sólo poetas, putas y picados conocieron sus versos.
Nunca estuvo en el extranjero.
Estuvo preso.
Ahora está muerto.
No tiene ningún monumento.
Pero
recordadle cuando tengáis puentes de concreto,
grandes turbinas, tractores, plateados graneros,
buenos gobiernos.
Porque él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo
en el que un día se escribirán los tratados de comercio,
la Constitución, las cartas de amor, y los decretos.
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La guardia nacional anda buscando a un hombre.
Un hombre espera esta noche llegar a la frontera.
El nombre de ese hombre no se sabe.
Hay muchos hombres más enterrados en esa zanja.
El número y el nombre de esos hombres no se sabe.
No se sabe el lugar ni el número de esas zanjas.
La guardia nacional anda buscando a un hombre.
Un hombre espera esta noche salir de Nicaragua.
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IMITACIÓN DE PROPERCIO
Yo no canto la defensa de Stalingrado
ni la campaña de Egipto
ni el desembarco de Sicilia
ni la cruzada del Rin del general Eisenhower:
o sólo canto la conquista de una muchacha.
Ni con las joyas de la Joyería Morlock
ni con perfumes de Dreyfus
ni con orquídeas dentro de su caja de mica
ni con cadillac
sino solamente con mis poemas la conquisté.
Y ella me prefiere, aunque soy pobre, a todos los millones de Somoza.
(“Epigramas”, 1961)
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Recuerda tantas muchachas bellas que han existido:
todas las bellezas de Troya, y las de Acaya,
y las de Tebas, y de la Roma de Propercio.
Y muchas de ellas dejaron pasar el amor,
Y murieron, y hace siglos que no existen.
Tú que eres bella ahora en las calles de Managua,
un día será como ellas de un tiempo lejano,
cuando las gasolineras sean ruinas románticas.
!Acuérdate de las bellezas de las calles de Troya!
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ILEANA: La Galaxia de Andrómeda,
a 700.ooo años luz,
que se puede mirar a simple vista en una noche clara,
está más cerca que tú.
Otros ojos solitarios estarán mirándome desde Andrómeda,
en la noche de ellos. Yo a ti no te veo.
Ileana: la distancia es tiempo, y el tiempo vuela.
A 200 millones de millas por hora el universo
se está expandiendo hacia la Nada.
Y tú estás lejos de mí como a millones de años.
(“Epigramas”, 1961)
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Como latas de cerveza vacías y colillas
de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televisión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
como los automóviles que pasan rápidos por las carreteras
con risas de muchachas y música de radios…
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
y las canciones de las radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
más que latas vacías y colillas apagadas,
risas en fotos marchitas, boletos rotos,
y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares.
(“Gethsemaní, Ky”, 1961)
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Fray Cipriano, fray Anselmo, fray Alberico,
fray Plácido: mis hermanos que no sé cómo se llaman
-escondidos en sus capuchas blancas y callados-
ni de dónde son ¿Se llamarán Bill, Tom, bob, Jack,
Jim? ¿Son de Detroit, de St. Louis, de New York?
¿En qué ciudades bebían con amigos en los bares,
entraban al cine con muchachas, y a drug stores,
corrían en convertibles por avenidas iluminadas?
Sus habitos blancos han vuelto otra vez a la ropería
o los llevan otros novicios. Otros se llaman ahora
fray Anselmo, fray Alberico, y fray Plácido.
Y Jim o Jack habrá vuelto a Detroit o a New york.
!Mis compañeros blancos de tantas horas de coro
y tantas horas en el bosque cortando madera,
y en los claustros, encapuchados y callados:
los amigos que yo quise, y que no sé dónde están,
ni cuáles son sus nombres, ni quiénes son!
(“Gethsemaní, Ky”, 1961)
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Yo apagué la luz para poder ver la nieve.
Y vi la nieve tras el vidrio y la luna nueva.
Pero vi que la nieve y la luna eran también un vidrio
y detrás de ese vidrio Tú me estabas viendo.
(“Gethsemaní, Ky”, 1961)
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No sé quién es el que está en la nieve.
Sólo se ve en la nieve su hábito blanco,
y al principio yo no había visto a nadie:
sólo la pura blancura de nieve con sol.
El novicio en la nieve apenas se ve.
Y siento que hay Algo más en esta nieve
que no es ni novicio ni nieve y no se ve.
(“Gethsemaní, Ky”, 1961)
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SALMO 5
ESCUCHA MI PROTESTA
Escucha mis palabras oh Señor
Oye mis gemidos
Escucha mi protesta
Porque no eres tú un Dios amigo de los dictadores
ni partidario de su política
ni te influencia la propaganda
ni estás en sociedad con el gánster
No existe sinceridad en sus discursos
ni en sus declaraciones de prensa
Hablan de paz en sus discursos
mientras aumentan su producción de guerra
Hablan de paz en las Conferencias de Paz
y en secreto se preparan para la guerra
Sus radios mentirosos rugen toda la noche
Sus escritorios están llenos de planes criminales
y expedientes siniestros
Pero tú me salvarás de sus planes
Hablan con la boca de las ametralladoras
Sus lenguas relucientes
son las bayonetas…
Castígalos oh Dios
malogra su política
confunde sus memorándums
impide sus programas
A la hora de la Sirena de Alarma
tú estarás conmigo
tú serás mi refugio el día de la Bomba
Al que no cree en la mentira de sus anuncios comerciales
ni en sus campañas publicitarias ni en sus campañas políticas
tú lo bendices
Lo rodeas con tu amor
como con tanques blindados
(“Salmos”, 1964)
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“…LAS RIQUEZAS INJUSTAS”
(Lucas 16:9)
Y en cuanto a las riquezas, pues, justas o injustas
los bienes bien o mal adquiridos:
Toda riqueza es injusta.
Todo bien,
mal adquirido.
Si no por ti, por otros.
Tú puedes tener la escritura correcta. Pero
¿compraste la hacienda a su legítimo dueño?
¿Y él la compró a su dueño? ¿Y el otro?… etc, etc.
Podrías remontar tu título hasta un título real
pero
¿fue del Rey alguna vez?
¿No se despojó alguna vez a alguno?
Y el dinero que recibes legítimamente ahora
de tu cliente, del Banco, del Tesoro nacional
o del Tesoro de USA
¿no fue alguna vez mal adquirido? Pero
no creáis tampoco que en el Estado Comunista Perfecto
las parábolas de Cristo ya estarán anticuadas
y Lucas 16:9 ya no tendrá validez
y ya no serán INJUSTAS las riquezas
y ya no tendréis la obligación de repartir las riquezas!
(“Oración por Marilyn Monroe y otros poemas”, 1965)
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MURDER INC.,
Sales de tu oficina y vas a tu casa donde te esperan
tu esposa y tu refrigeradora rumorosa y repleta
tu living-room confortable y tu highball y tu radio
y escuchas a las 8 el programa de crímenes.
¿Pero crees que los crímenes existen sólo en los radios
y que no existen también los living-rooms?
Tú no has matado nunca a nadie con un tubo.
Tú eres una persona decente
un hombre honrado
¿Pero no será esa honradez una mera coartada?
Tú no eres el hombre que puso la bomba en el avión.
No eres el que están buscando los radio-patrullas
“bajo, gordo y afable, con anteojos sin aro”.
(aunque eres gordo y afable, con anteojos sin aro).
Tú no eres “el hombre del traje gris” claro está.
Tus huellas digitales probarían que no eres.
Pero tal vez no…
¿Qué tal si el jefe de los gánsteres dice tu nombre
si declara que tú también eres de la Mafia?
¿Que tú te beneficiaste en el robo de joyas?
(dinos si no cómo compraste la refrigeradora)
¿Que el dinero de la anciana asesinada en el parque
después de muchas vueltas fue a dar a tus manos?
¿Y que el dinero que la banda robó en el banco
tú lo depositaste después en el mismo banco?
¿Que en tu vida hay algo que ver con la trata de blancas?
¿Y si te siguieron los detectives en la calle
cuando subiste al taxi y bajaste del taxi
y cuando entraste al bar y saliste del bar
y a todos con los que hablaste los fueron siguiendo
y a todos con los que hablaron esos otros?
¿y si todas tus conversaciones fueron tomas en dictáfono?
¿Y qué puedes decir ahora?
¿Qué alegas?
Frecuentabas el bar donde se planeó el atraco
y el hotel donde asfixiaron a la muchacha.
La refrigerador y el radio del gánster
son de la misma marca que tú tienes.
-La policía ha estudiado todos sus hábitos
y son exactamente los mismos tuyos.
¿Y qué tal si un día tus huellas digitales coinciden
y se comprueba que tú también eres de la banda
y eres el que andan buscando los radio-patrullas
“bajo, gordo y afable, con anteojos sin aro”
tú eras por fin “EL HOMBRE DEL TRAJE GRIS”
y estás en la página de crímenes de los diarios
y en tu living-room el radio está hablando de ti?
(“Oración por Marilyn Monroe y otros poemas”, 1965)
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ORACIÓN POR MARILYN MONROE
Señor
recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el
nombre de Marilyn Monroe
aunque ese no sea su verdadero nombre
(pero Tú conoces su verdadero nombre el de la huerfanita
violada a los 9 años
y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar
y que ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje
sin su agente de prensa
sin su fotógrafo y sin firmar autógrafos
sola como una astronauta ante la noche espacial.
Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia
(según cuenta el times)
ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo
y tenía que caminar de puntillas para no pisar las cabezas.
Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras.
Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno
pero también algo más que eso
Las cabezas son los admiradores, es claro
(la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz).
Pero el templo no son los estudios de la 20 th Century-Fox
que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.
Señor
en este mundo contaminado de pecados y radioactividad
Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda.
Que como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine.
Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor)
Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos
-El de nuestras propias vidas- Y era un script absurdo.
Perdónala Señor y perdónanos a nosotros
por nuestra 20th Century
por esta Colosal Super-Producción en la que todos hemos trabajado
Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes.
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POR LO QUE TOCA A SU VIDA Y SUS COSTUMBRES
Por lo que toca a su vida y sus costumbres,
hombres y mujeres andan completamente desnudos.
Son de mediana estatura y de buenas proporciones.
su carne tira a roja como el pelo de los leones,
y soy de opinión que si anduvieran vestidos
serían tan blancos como nosotros.
tienen sus pelos largos y negros,
especialmente las mujeres,
a las que sienta bien la larga y atezada cabellera.
No son muy hermosos sus semblantes
porque tienen las caras chatas o aplastadas
semejantes a las de los tártaros.
Son de extremo ligeros y veloces para correr
tanto los hombres como las mujeres.
Nadan maravillosamente en el agua, como peces,
y las mujeres mejor que los hombres.
Sus armas son arcos y saetas
que fabrican con mucha habilidad.
Carecen enteramente de hierro y otros metales
y arman sus saetas con dientes de bestias y de3 peces.
No tienen jefes ni capitanes de guerra
sino que andan sin orden, cada uno libremente.
Esta gente vive en libertad, no obedece a nadie
ni tiene ley ni señor. No riñen entre sí.
En el modo de hablar parecen muy sencillos
pero en realidad son muy astutos y sagaces.
hablan muy rara vez y en tono muy bajo
usando los mismos acentos que nosotros.
Las voces las forman entre los dientes y los labios;
y tienen vocablos distintos de los nuestros.
Su modo de comer es muy bárbaro
y no tienen horas determinadas para ello;
comen cuando tienen hambre, sea de día o de noche.
Para comer se sientan en el suelo;
jy no usan manteles ni servilletas,
pues no tienen lienzo ni paño alguno.
Duermen en grandes redes colgadas en el aire.
Son muy aseados y limpios porque se bañan mucho.
Sus casas están construidas a manera de campanas.
Sus riquezas son plumas de aves de varios colores
o cuentas que hacen de los huesos de los peces
o piedrecitas verdes y blancas.
Pero desprecian el oro y las piedras preciosas.
(“El estrecho dudoso”, 1966)
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LAS CIUDADES PERDIDAS
De noche las lechuzas vuelan entre las estelas,
el gato-de-monte maúlla entre las terrazas,
el jaguar ruge en las torres
y el coyote solitario ladra en la Gran Plaza
a la luna reflejada en las lagunas
que fueron piscinas en lejanos katunes.
Ahora son reales los animales
que estaban estilizados en los frescos
y los príncipes venden tinajas en los mercados.
¿Pero cómo escribir otra vez el jeroglífico,
pintar el jaguar otra vez, derrocar los tiranos?
¿Reconstruir otra vez nuestras acrópolis tropicales,
nuestras capitales rodeadas de milpas?
La maleza está llena de monumentos.
hay altares en las milpas.
Entre las raíces de los chilamates arcos con relieves.
En la selva donde parece que nunca ha entrado el hombre,
donde sólo penetran el tapir y el pizote-solo
y el quetzal todavía vestido como un maya:
allí hay una metrópolis.
cuando los sacerdotes subían al Templo del Jaguar
con mantos de jaguar y abanicos de colas de qutzal
y caites de cuero de venado y máscaras rituales,
subían también los gritos del Juego de Pelota,
el son de los tambores, el incienso de copal que se quemaba
en las cámaras sagradas de madera de zapote,
el humo de las antorchas de ocote… Y debajo de Tikal
hay otra metrópolis 1.000 años más antigua.
-donde ahora gritan los monos en los palos de zapote.
No hay nombres de militares en las estelas.
En sus templos y palacios y pirámides
y en sus calendarios y sus crónicas y sus códices
no hay un nombre de cacique ni caudillo ni emperador
ni sacerdote ni líder ni gobernante ni general ni jefe
y no consignaban en sus piedras sucesos políticos,
ni administraciones, ni dinastías,
ni familias gobernantes, ni partidos políticos.
No existe en siglos el glifo del nombre de un hombre,
y los arqueólogos aún no saben cómo se gobernaban!
La palabra señor era extraña en su lengua.
Y la palabra muralla. No amurallaban sus ciudades.
Sus ciudades eran de templos, y vivían en los campos,
entre milpas y palmeras y papayas.
El arco de sus templos fue una copia de sus chozas.
Las carreteras eran sólo para las procesiones.
La religión era el único lazo de unión entre ellos,
pero era una religión aceptada libremente
y que no era una opresión ni una carga para ellos.
Sus sacerdote no tenían ningún poder temporal
y las pirámides se hicieron sin trabajos forzados.
El apogeo de su civilización no se convirtió en imperio.
Y no tuvieron colonias. No conocían la flecha.
Conocieron a Jesús como el dios del maíz
y le ofrecían sacrificios sencillos
de maíz, y pájaros, y plumas.
Nunca tuvieron guerras, ni conocieron la rueda,
pero calcularon la revolución sinódica de Venus:
anotaban todas las tardes la salida de Venus
en el horizonte, sobre una ceiba lejana,
cuando las parejas de lapas volaban a sus nidos.
No tuvieron metalurgia. Sus herramientas eran de piedra,
y tecnológicamente permanecieron en la edad de piedra.
Pero computaron fechas exactas que existieron
hace 400 millones de años.
No tuvieron ciencias aplicas. No eran prácticos.
Su progreso fue en la religión, las artes, las matemáticas,
las astronomía. No podían pesar.
adoraban el tiempo, ese misterioso fluir
y fluir del tiempo.
El tiempo era sagrado. Los días eran dioses.
Pasado y futuro están confundidos en sus cantos.
Contaban el pasado y el futuro con los mismos katunes,
porque creían que el tiempo se repite
como veían repetirse las rotaciones de los astros.
Pero el tiempo que adoraban se paró de repente.
Hay estelas que quedaron sin labrar.
Los bloques quedaron a medio cortar en las canteras.
-Y allí están todavía-
Ahora sólo chicleros solitarios cruzan por el Petén.
Los vampiros anidan en los frisos de estuco.
Los chanchos-de-monte gruñen al anochecer.
El jaguar ruge en las torres -las torres entre raíces-
un coyote, lejos, en una plaza, le ladra a la luna,;
y el avión de la Pan American vuela sobre la pirámide.
¿Pero volverán algún día los pasados katunes?
(“Los ovnis de oro", 1988)
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