lunes, 22 de mayo de 2017

POETAS 53. Jorge Justo Padrón

Las Palmas de Gran Canaria, 1943)

Y SI DIOS SE CANSARA DE NOSOTROS

Y si Dios se cansara de nosotros,
y si Dios nos odiara,
nos iría cambiando lentamente,
nos pondría una lepra de tiempo por la piel,
la sensibilidad muy enfermiza
y la sed y la angustia
del recuerdo constante;
y a nuestro lado, espejos,
muchísimos espejos
para que en luz y noche
nuestra desenfrenada pérdida reflejaran.
Sentiríamos golpes invisibles cayendo
desde dentro y también desde lo más distante.
Y nos encerrarían en hundidos recintos
y en sórdidos trabajos
que nos irían reduciendo a sombra
y rutina la vida.
Para que no pudiéramos amar
vertería en nosotros la ambición,
la envidia, la violencia, la lujuria y el odio.
Este veneno iría corrompiendo nuestra alma.
Desde ella brotarían muñones y rencor,
vicios innumerables.
Y cuando ya pidiéramos a gritos
la muerte, insuflaría en los más cuidadosos
la piadosa costumbre de alargarnos
el grito hasta el terror y la locura.
Si este Dios se cansara de nosotros,
y si este Dios tan justo nos odiara,
seríamos la especie
miserable y rugosa, torpe, suicida y ciega,
degenerada y criminal, maldita,
que es la raza humana.

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