A la espera de próximas entregas de su poesía y de una reseña biográfica, de John Ashbery baste saber por ahora que falleció hace dos días en Nueva York, lugar en el que había nacido hace 90 años, que estaba considerado como el mejor poeta vivo estadounidense, cuya fama comenzó a cimentar con la obra que le encumbró en 1975, Autorretrato en espejo convexo, que su prolífica obra, con más de 20 libros de poemas, puede estar justificada por aquello que comentó en una entrevista: "la misión del poeta es escribir poesía y hay que seguir al pie del cañón", y que cierta deriva surrealista que se aprecia en sus poemas puede ser achacable a su manera improvisada de ir componiendo sobre la marcha y de írsele revelando el poema conforme se va escribiendo. Tal vez por eso, por su forma improvisada de acercarse a la poesía, como queriendo dejarse sorprender, repetía a menudo, para definir su arte, la frase de John Cage: "no tengo nada que decir y lo estoy diciendo, y eso es poesía." Se deja aquí una selección de uno de sus últimos libros, de 2007, Un país mundano. La traducción se le debe a Daniel Aguirre.
LETANÍAS
I
También son
importantes los objetos.
Parte del
tiempo lo son.
Pueden
fruncir el ceño,
Hasta ofrecer
perdón o algo por el estilo.
Me preguntas
qué hago aquí.
¿Esperas que
de verdad lea esto?
Si así es,
tengo una sorpresa para ti:
Se lo voy a
leer a todos.
2
La primavera
es la más importante de las estaciones.
Está aquí
aun cuando no lo está.
Todas las
otras le sirven de excusa.
Primavera,
ociosa primavera,
Burda excusa
para el verano…
¿No te
dijeron dónde te extraviaron,
En qué avenida,
hendidura de la ciudad,
Veloz y más
veloz como el aliento?
3
Es
importante que a uno lo tiendan
De una forma
hecha por el hombre. Otros intentarán
Ofrecerte algo:
bajo ningún concepto
Aceptes.
Reflejado en la ventana
De la
farmacia sabes qué distancia has recorrido.
Que otros te
caten.
Felices
sueños;
El viento
está allí.
Entra.
Estábamos esperándote.
EL ÉXTASIS
Entramos y
salimos ociosamente del vestíbulo
De una gran
casa en la historia.
Había poco
que ver al principio;
Luego,
cuando se nos acostumbró la vista a la oscuridad,
Logramos distinguir
en un puente figuras
Que nos
hacían señas, como queriendo que nos acercáramos.
Decidimos no
hacerlo.
A ti aquel
lugar te daba miedo.
A mí me
parecía relajante, tonificante incluso.
Olía un poco
a esa clase de almizcle
Que es menos
que un aviso y más que una confirmación.
Los muebles
estaban todos cortados por el mismo patrón,
Desdichadamente;
el aire se acercaba.
Era mi respiración
como solía fingirla.
Al bajar por
la cuesta al día siguiente
No había
nada en los brillantes y horribles anales
Que nos
dejaste ver
Solo hasta
el margen, y nada más.
Quiero irme
ya.
He viajado
por este país
Más de lo
que debería viajar o ha viajado nadie.
Es natural
desear un poco de dulzura
Junto con el
hambre, no guardar nada
Para el
crudo invierno, cuando se desanudan amistades
Como esos
pañuelos que se tiñen atados, y es la veleta un compañero,
Solo que no
la puedes ver cuando apunta hacia atrás.
Nos
marchamos temprano para ir a la recepción,
Aunque vahídos
y sorbetes no parecían ya viables,
Y había un
impuesto oculto en todo esto.
Aun así nos
quedamos, más y más tiempo. Llegó el baile a su fin;
Por la
mañana hizo calor, y punto. Salí con algún pretexto
Y me quedé
veinte años.
Cuando volví
me preguntaste si me había olvidado algo,
Y respondí
que no, solo la leche. Lo cual era verdad.
LA ROCA DE
INCHCAPE
Apuntala el “significado”,
Saca la
basura, el perro a pasear,
Ráscate las
viejas pelotas, pide perdón por tres cosas
Antes del
viernes: oh, callado noúmeno
De mi alma,
esto es lo que hay, ¿cierto?
Has perdido
la llave y la respuesta está dentro,
A saber
dónde, y ¿dónde vas a respirar?
Cerrada está
la caja que te conocía a ti
Y a todos
tus amigos,
Voces que
podían haber hablado en tu nombre…
A ver, ¿qué
querías que hiciera con ellas?
Basta medio
documento para este
Clima,
enloquecido tiempo, excrecencia, más.
Pasan
rumores por el tamiz de una desnuda apología.
Los pies
están aquí.
UN PAÍS
MUNDANO
No la
lisura, no los insensatos relojes de la plaza,
El olor del
estiércol en el parterre municipal,
No los
tejidos, la adusta burla del pajarito Piolín,
No las
tropas frescas que necesitaban refrescarse. Si
Pasó en
tiempo real, estuvo bien, y también estuvo
bien si fue
en tiempo de novela. Desde palacios y tugurios
el gran
desfile inundó avenidas y pistas
y los campos
de nabos se convirtieron en otra autopista.
Los
caramelos de chocolate sobrantes fueron tirados a los pollos
Y los
gansos, que graznaron como auténticos demonios.
No hubo paz
en el cuarto de baño, ni en el armario de la porcelana
Ni en los
bancos, a donde nadie vino a ingresar nada.
En resumen,
aquella extensa tarde fue un infierno.
Al atardecer
ya estaba todo de nuevo en calma. Colgaba del cielo
Una luna
creciente como un loro en su percha.
Al irse
algún invitado sonreía y exclamaba: “!Nos vemos en la iglesia!”
Porque la
noche, como de costumbre, sabía lo que se hacía,
Al brindar
sueño para contrarrestar el gran despegamiento que el día
De mañana
sin duda traería de nuevo.
Mientras
miraba los mudos escombros, me tuvo perplejo
Una cosa:
¿qué había ocurrido? ¿Y por qué?
Estábamos un
día de rebeldía hasta el cuello
Cuando de
pronto la paz había sometido a las filas del infierno.
Pasa tan a
manudo que el momento en que damos media vuelta no tarda
En convertirse
en el banco de arena donde nuestro penoso esquife encalla.
Y así como
están las olas ancladas al fondo del mar
Debemos alcanzar
los bajíos antes de que de un tajo nos deje Dios en libertad.
MATRICARIA
Todo pasó
hace mucho…
Un legamoso,
lechoso precipitado
De ciertos
años que llegaban entonces a su fin,
Como una
alteración del drenaje pluvial. La violencia vial se desbordaba;
Todo era
incierto en la Vía Negativa
Excepto la
certeza del retorno, el retorno
A lo
aproximado.
Mañana y
noche sonaba una bocina,
Convocando a
los fieles a rezar, a los infieles al placer.
En esa
indecorosa calleja exhalé por primera vez
Una broma
sobre tus divertidos labios cubiertos de miga:
¿y si ignoramos
todos todo lo que nos ha pasado,
La canción
que comienza a medianoche,
Y luego el
sueño, de lechuga de campo y musgo
Cerca de
donde el Aquerón solía correr?
Pero solo
soy yo, ahora, he venido porque llorabas y tenía que hacerlo.
Una corteza
trenzada amortigua la aldaba, pero el timbre
Penetra hondo
en el cerebro de uno que vivía allí.
Oh nubes
salobres, y peligrosas,
La luna es
inequívoca.
PROBLEMA DE
IMAGEN
Algún que
otro juerguista sin rumbo, nada raro
Para esta
época del año, temporada de zinias, y con todo uno nota
El golpeteo
en las paredes a intervalos más frecuentes.
Los enemigos
actuales de uno se agitan en el viento de la tarde
Y,
atípicamente, evitan el cuarto de estar. Una vez que los grandes nombres
Han pastado
en la estepa y continuado el viaje, un silencio público
Vuelve. Que
sea el último capítulo del volumen uno.
Creen
algunos expertos que volvemos dos veces a lo que nos intrigaba o
Asustaba,
que quedarse más tiempo es invitar al huevo
Del engaño a
que regrese al nido. Otros en cambio aseveran
Que estamos
metidos en esto por lo que podemos sacar, que está mal
No jugar
incluso cuando lo que nos va en ello es espectacularmente aburrido,
Como lo es
sin duda hoy. La solución podría ser, por tanto,
Restringir la
zona de reacción a un pinchazo
Y pasar por alto lo que ocurría antes, incluso
cuando lo llamábamos vida,
Sabiendo que
no cabía esperar que nos sirviera de consuelo
O incluso de
referencia, ya que la idea era reducir pérdidas
Si estaba uno
a punto de ganar. Cierto, su estudio de mercado les indicaba
Lo contrario,
y nosotros pasamos a ser un factor de
cualquier
Toma de
beneficios que pueda estar gravando el horizonte ahora,
Conforme se
avecina la tarde. Podríamos pasar por alto las señales de aviso,
Pero ¿deberíamos?
¿Deberíamos todos? Quizá deberíamos.
UN SOMBRERO
PERFECTO
Se me olvida
lo que preferiría estar haciendo
Floral y
verbal, me encuentro en medio
De lo que
preferiría estar haciendo: tirarme de un acantilado,
Enardecer subordinados.
Es que hay tantísimas cosas
Que uno preferiría
que le pillaran haciendo, como medir el árbol,
Cuya súbita
sombra es amenaza para nosotros y el azulejo de montaña.
Oh, cantaba
el molino a tantas cosas, pero su rueda
Estaba siempre
rodando, te dieras cuenta o no.
La rueda que
aún es hoy, solo que mucho más grande.
Nos advirtió
que nos fuéramos, pero dormimos
Justo lo que
duró la idea que ahora nunca nos abandona.
UN RELATO
TORNASOL
Los escribas
cayeron en el asombro.
Este no era
el archivo jerárquico para el cual
Habían escriturado
el acceso. Era algo
Mucho más
asombroso: un guijarro opaco en la hierba.
Casi siempre
estoy mirando
A ver si doy
con temas que desglosar para adelantar mi investigación
Sobre atrasados
climas de alienación y majestad a mediodía.
Uno, algo
más adelante que aquí,
Tiene hoy un
eco de inusitada sinceridad:
Mi propia valoración
de la desaliñada
Franqueza donde
todos habitamos
En un
momento u otro. Retrocediendo ante el sol tribal
Para habitar
un reparo propio indudablemente intacto.
EL TEOREMA
BINOMIAL
Trágico, en
estos tiempos de cultura, hallarse dividido
Por un
déficit que ya está desgarrado en dos.
Los
abstemios no piensan así: se mantienen
A distancia
en vagos rituales cuyo auténtico propósito
Termina tapado
por nuevas tendencias en paisajismo apasionado.
¿mejoramos
así?, te pregunto. Timbres de metro,
Peregrinos fantasmas
que circulan con fluidez por puertas giratorias…
Todo cambio
tranquiliza a las clases charlatanas.
Pueden
llevarse lo que quieran mientras no haya
Prácticamente
nadie que se interese en ello. En la
Oscura inundación
volvemos a nuestros cabales. ¿Qué hora es?
¿O era?
¿Dirías que esas cifras son exactas?
¿Te publicó
un sueño cundo diste vueltas dormido
Hasta acudir
a ese otro cómplice, que esperó tanto
Que vació de
vida toda su circunstancia?
Imagina que
puedes disponer de este tiempo de un modo que resulte
Fácil, que
un médico te extendió una receta
Para el gozo
salvaje y dicen que te la despachan
Si esperas
un momento. ¿Qué te asalta la cabeza?
¿Das media
vuelta y sales de la farmacia, absorto
En el
autobús que para en la esquina de la calle Veintitrés
Y después de
una eternidad, da un silbido y se detiene,
Justo cuando
la luz roja se pone verde?
Estás sin
aliento y atontado de tanto correr.
De pie junto
a la puerta alguien está haciendo una encuesta
A usuarios
de medios de transporte. Hay tiempo para redactar un estricto
Protocolo que
abarque desde el club de fans hasta el mar. ¡Escucha!
Es
inalcanzable. El modo de volver a casa fue discutir sobre si
Los reembolsos
serían en metálico o a cambio de futuras compras.
Es el único
modo, dijiste. Acabaremos queriendo estas de todos modos.
UNA MESITA
EN LA CALLE
¡Cada vez
menos presentable, Señor!
Las
andanadas baratas que nos lanzaste ayer
Hoy están
otra vez en vigor, recitando con precisión
Cualquier saber
que haya impreso al dorso
Del envoltorio.
Que nadie saque fuerza de eso.
Nuestro
clima vuelve la cara hacia las alturas
De nuevo.
Esto habría sido una impactante
Aventura del
alma en el antiguo calendario.
Ahora es
solo una efusividad fortuita:
Petardos y
quizás andanadas en calles adyacentes.
Bueno, que
manden el coche
Mientras nos
tambaleamos hacia esta extraña cosa: una anomalía.
No te
pienses que el viento te está haciendo un favor
Por negarse
a amainar. Es tu camisa o la suya,
Aunque los
dos sois libres
De arrastraros
solo cuando parezca apropiado
Hacerlo. Lo
único, no recurras a las viejas excusas; o sea,
La acción
como excusa para la inacción. Ya no somos niños.
¿Por qué no
dar a la vida real una oportunidad?
Yo estuve aquí
Y no hice nada al respecto. Por tanto estoy condenado
Al castigo
de los justos: largos, desmadejados desfiles
Por rutas de
servicio. ¿Hay un tiempo perfecto para eso?
EL GALLARDO
NECESARIO
No ha durado
mucho el sombrero. Tampoco, pensándolo
Bien, los
pantalones. La camisa y la gorra están hechas una pena.
En cuanto a
los calzones…
Así iba la cosa. El tiempo corría
Cuesta abajo
mientras la ropa no daba más de sí. Nadie
Quería llevarla
más, lo que era
Comprensible,
dado que la ropa es una empresa en marcha
Para muchos.
Remendaba con géneros alegres, servirá
En otro
tiempo, atada igual que un chal a
Una chistera.
Adiós pesadillas,
simulacros.
Todo el
tiempo está creciendo algo. Como la sopa para el cocido,
Así es el
mar para las bullentes simas que apuntalan el “significado”.
No hay que
pasarse de amable. Pero no esperes las gracias.
LA SOLEDAD
“Completamente
decidido”, escribe uno una carta
A la calle,
en el habla popular, esperando que un amigo
La encuentre,
se la guarde y la analice.
Todo esto el
futuro
Está dispuesto
a concederlo, con condiciones:
Podrías diseñar
algo en casa.
La
tranquilidad de ánimo de otro no es asunto tuyo
Hasta el día
en que el tiro sale por la culata,
Y las
consecuencias te desbordan, y te dejan salobre,
Sin poner a
prueba.
Bien,
probaré de nuevo:
Tranquilamente
esta vez. Claro, a todos nos gusta la
luz
Que lame la
puerta del varadero, vertiendo
Azúcar sobre
las piedras. Es como si un mensaje
Quedara por
cosechar, un papeleo de ti para mí.
Y nos dábamos
por perdidos.
¿Cuántas
veces no nos habremos rendido, desesperados,
Solo para
que el tiempo nos recuerde
Lo firme de
su compromiso
Con nuestro
bienestar o la falta del mismo?
PAVANE POUR
HELEN TWELVETREES
I
Las tareas
ásperas fueron una especialidad.
Luego, el
suicidio a los cincuenta.
No una
callejuela que no reflejara
Mezquindad y,
en cierto modo, franqueza.
Que te
estrujara Phillips Holmes, guapo y torpe,
En un
carruaje abierto, en La Habana:
“Día de San
Patricio… ¿no es como pa’ sentirte genial?”
Hubo caseras
exaltadas a las que hacer frente
Y los
borrachos de costumbre. Por lo demás,
El tiempo
pasa, asegurando vulnerabilidad.
Como decía,
nunca superas
Algunos de
estos palos; para eso están.
Por lo
demás, siempre puedes vivir en la discreción
O,
simplemente, en el puro berreo.
Ya vuelven
los clientes. Pronto, la taza con bigotera.
II
A nuestro
alrededor, mareas, provocación
De cielo y
agua abstraídos.
Elogia panzas,
las azaleas. Sí, elógialas
También a
ellas, ya que estamos, todo
Merece un
mínimo de elogio, excepto quienes
No lo
captan. Hay más, en una continuación
Que Dios
escribirá a la larga.
Pasa las
páginas de un enorme
Tomo en
octavo, apoya el índice
En la
barbilla. Mmm, ese habría podido salirme
De otra
forma, si hubiera prestado atención.
Modernicemos
la prueba de reparto
En el cielo,
a ver qué talento florece. De ese modo
Habrá algo
de lo que hablar en el próximo milenio.
Las aves
oyen y caen en la hierba.
Las
luciérnagas se comunican de manera irregular, pero exacta.
Todo el
proyecto es sencillo.
Los juncos
tienen buen aspecto.
Por esto
tejiste tu pequeña red,
Encanto, y
en cierto modo has tenido tu recompensa. Está escrito
Que solo
quienes tienen menos posibilidades aguantan.
Mañana habrá
fuegos artificiales, y luego
Vuelta a la
cadena de vivir y morir,
Lo grato y
lo cerril. La proyección de fondo por la cual
El paisaje
se impone al tedio, a la sentada en el porche.
Esta noche
tenemos tensión y unidad,
Arcanas,
excitantes. Olvidadas aspirantes a estrella
Y nobleza
menor suelen aparecer en ella.
Y así él,
que dijo que no fueras,
Sigue balbuceando
ahí,
Más mullido
que un sueño en el escenario del parque
Donde estábamos
acostumbrados a vivir.
¿ERES
COSQUILLOSO?
De nuevo nos
marchamos por voluntad propia
A llanuras
de falso estampado, tiras de mapas que se suceden,
Como olas en
la playa, cada una inimaginable
Y con
probabilidades de seguir siéndolo.
Pero de vez
en cuando van y, ya sabes, se confunden,
Y cambian
sus votos o las reglas de campo
Que a todos
nos sustentas. Qué alegría, pues, reflexionar sobre el pasado
Y lo que nos
trajo. Bajar libros de piedra
Del estante.
Está bien, en realidad,
Dejar que el
presente pase sin comentario
Por lo que
dice acerca del futuro.
No hubo nada
carnal en el modo de volverse presagios los augurios.
La realidad:
mis apetitos son todos amistosos. Yo sencillamente
No quiero
vivir conforme a la trasgresión del primer tipo que pase
Mientras descargo
unas cuantas quejas,
Si no hay
inconveniente. El flujo envolvente que intuimos
Como tiempo
tiene otros derechos sobre nuestra inventiva.
Mucha cifra
de precio al consumo hay en él. El horóscopo diario de uno
Tiene cáscara
de huevo, en berenjena y, así porque sí,
En negro.
Basta ya de palabras. No hay trato. El resto es silencio.
CANCIÓN A
CORO
Miras en
ropa de calle. ¿Por qué no
Aceptar el
modo fácil, el mismo
Que se
ofrece? ¿El amable mismo?
Porque no es
lo bastante fácil o amable.
Tiene que
ser difícil
Si hasta
aquí nos ha traído.
En cualquier
momento
Lograremos construir
graneros,
Pintar,
cerrar los candados, prescindir de toda cosa
Funesta. De
ese modo, pensamos, aguantará
Por nosotros,
un rato. Aparte
De eso,
dormimos, cabeceamos
Igual que
juncos en la orilla de una laguna.
Esos lugares
que quedan sin plantar serán cultivados
Por otro,
por otros. Al volver la vista atrás
Parecerá bueno.
La majestuosa veranda.
Todos los
barcos numerados.
Los setos
pacidos
Como otoño,
o una plaga,
Como fruta.
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