EL CAPITALISMO NUNCA HA FUNCIONADO MEJOR: Nos dicen los expertos en finanzas que el capitalismo no funciona porque hemos pasado de una economía financiera a una economía de intangibles. No sé lo que significa exactamente esta cualidad tan espiritual y etérea aplicada al dinero, pero veo bien que la intangibilidad ha sido siempre su cualidad más notable, pues en virtud de ella el dinero no se toca, queda bien blindado y rinde sus frutos sin manchar, sin moverse -o sólo virtualmente- y sin correr el peligro de evaporarse en inversiones que pueden acarrear la ruina. Mientras el dinero se vuelva intangible, difícilmente es evaporable. Al dinero le puede gustar mucho fugarse, pero odia volatizarse. La economía no ha hecho otra cosa que apurar la esencia del dinero hasta sus últimas consecuencias, y, por tanto, estamos ante el perfeccionamiento del capitalismo en su más alto grado. Así que no es que el capitalismo no funcione, como proclaman los capitalistas del Foro de Davos rasgándose las vestiduras y dándose fingidos golpes de arrepentimiento en el pecho. Todo esto no son más que gesticulaciones aparatosas de cara a la galería. A puerta cerrada bien saben que lo que pasa es exactamente lo contrario: que el capitalismo funciona perfectamente. Y es que nunca ha funcionado mejor.
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EL TRABAJO TAMBIÉN VIVE EN EL FUTURO. Se nos dice que hablar del futuro del trabajo está de moda pero lo que no se nos dice es que eso ocurre porque el trabajo ya no tiene presente. Para hacernos olvidar esta lamentable realidad, se nos lleva a un futuro donde acaso el trabajo todavía pueda tener algún presente. Si es verdad que el 85% de los puestos de trabajo que habrá dentro de 10 años no ha sido creado todavía, ¿en qué podemos trabajar mientras tanto? Naturalmente, en crear el trabajo del futuro. Es necesario que la gente esté así ocupada, no en su puesto de trabajo, sino preparándose para el trabajo futuro, para lo que es importante alimentarse siempre de una ardiente fe en el futuro mismo. Si el trabajo no tiene presente, al menos tendrá futuro.
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EL TRABAJO TAMBIÉN VIVE EN EL FUTURO. Se nos dice que hablar del futuro del trabajo está de moda pero lo que no se nos dice es que eso ocurre porque el trabajo ya no tiene presente. Para hacernos olvidar esta lamentable realidad, se nos lleva a un futuro donde acaso el trabajo todavía pueda tener algún presente. Si es verdad que el 85% de los puestos de trabajo que habrá dentro de 10 años no ha sido creado todavía, ¿en qué podemos trabajar mientras tanto? Naturalmente, en crear el trabajo del futuro. Es necesario que la gente esté así ocupada, no en su puesto de trabajo, sino preparándose para el trabajo futuro, para lo que es importante alimentarse siempre de una ardiente fe en el futuro mismo. Si el trabajo no tiene presente, al menos tendrá futuro.
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LA REPRESIÓN DE LA MEMORIA. Reprimir
la memoria histórica es el último acto represivo que llevan a cabo las
dictaduras mucho tiempo después de haberse extinguido.
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TAMBIÉN SE QUIEREN AHORRAR EL
ALQUILER. Se nos dice, para abrirnos el apetito por el brillante futuro que se
nos avecina, que en el futuro ya no habrá que ir a la oficina porque la empresa
no la tendrá, maravilloso juego de manos de los poderes fácticos y
empresariales que lograrán colonizar nuestras vidas hasta colocar su oficina en
nuestras casas, sin necesidad, por supuesto, de desembolsarnos el pago de alquiler.
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CERCADOS POR LA POBREZA. Quizás el
verdadero mal de los pobres es la obligación de tener que vivir rodeados de
otros sin poder expandir libremente su personalidad. Tienen que vivir hacinados
durmiendo en literas o camas calientes, hacer colas en los comedores y en las
oficinas del paro y, paradójicamente, se ven obligados a morir en los
hospitales rodeados de otros pacientes en la más absoluta soledad.
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LA DIVERSIÓN TIENE CLASE. Mientras
los ricos juegan a la bolsa para convertirse en inversores, los pobres juegan a
las apuestas y se convierten en ludópatas.
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LO PRIMERO ES ANTES. Cuando un
político proclama en su programa que la economía será lo primero, ya sabemos que
los que están siendo aplastados por la economía serán los últimos en ser
rescatados.
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LAS CATÁSTROFES NOS HARÁN MÁS RICOS. No
sé qué más dirá el ese necio estudio que afirma que las catástrofes naturales
pueden volver a los países más ricos (una catástrofe natural puede
aumentar su producto interior bruto), pero como hoy depositamos tanta fe en esos nuevos clérigos que son los
economistas, somos capaces de salir a las calles en rogativas para impetrar a
la Madre Tierra que nos flagele con sus desastres.
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REDES DE CENSURA. Las autoridades utilizarán
en el futuro las redes para aplicar la censura y controlar a los ciudadanos: en
Rusia ya se están haciendo leyes que obligarán a eliminar de las redes informaciones
que mancillan el honor, la dignidad o la reputación: pero bajo estas grandes
palabras sólo se esconde la reverencia a la autoridad.
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PAN Y CIRCO. Observo con perplejidad
que en las manifestaciones del 1 de mayo en Rusia los comunistas y otras fuerzas
de la izquierda gritan consignas que reclaman una internet libre. Ese será el
nuevo panorama del futuro, unos trabajadores que ya no reclaman sus derechos en
el trabajo y solo se desvelan por la libertad para divertirse.
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LA LIMOSNA DEL TRABAJO. En el futuro
los impuestos a las grandes fortunas serán abolidos solo para hacer más
atractiva una economía que ya está siendo diseñada para los ricos. Su manera de
pagar impuestos será esparciendo limosnas entre las manos de los trabajadores
pobres.
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LA GENTE TIENE QUE DISTRAERSE. Se
organiza en Londres una “convención aburrida” que versará sobre los temas más
tediosos del mundo y que tiene como único objetivo hacer bostezar a los
asistentes. Todavía habría esperanza para el mundo si el congreso permaneciera
vacío, pero ya está todo el aforo lleno: “la gente tiene que distraerse”, justifica
el organizador del congreso más aburrido del mundo. Y a ese mundo es al que
vamos, un mundo donde a la gente ya le distrae sólo el aburrimiento.
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NO HAY QUE DISCRIMINAR A LOS RICOS. Al
partido de la ultraderecha le anima el siempre caritativo principio de quitar
el dinero a los pobres para dárselos a los ricos: pretende acabar con la
discriminación fiscal que sufren los ricos, aunque ya se sabe que en cualquier
sociedad son los pobres los discriminados y los ricos los privilegiados: se
trata de calificar el mundo al revés, contando una mentira para que así no se
descubra la verdad. A la acumulación de capital de los ricos se le llama ahorro
(cuando esto es cosa de pobres) y a éste hay que incentivarlo haciéndole crecer
su dinero a través de bajadas de impuestos. ¿Qué defiende este partido? no esquilmar
a los ricos para pagar la sanidad o la educación pública. Es decir, dar más
dinero a los ricos para saquear a los pobres los servicios públicos mediante su
privatización, para que así sólo puedan
acceder a los bienes básicos aquellos que pueden pagárselo. Su lema es hacer
vivir mejor a los ricos empeorando la calidad de vida de los pobres.
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LOS BUITRES CADA VEZ ENGORDAN MÁS. Que
las multinacionales acaparen el mercado del alquiler de pisos y se elevan sus
precios al nivel de la usura y que nos convirtamos en arrendatarios cautivos de
sus parcelas era el peor escenario posible y ya se está dando lugar. En el
futuro los hombres ya sólo trabajaremos para engordar los fondos buitre.
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HAY QUE NEGAR LA NATURALEZA. Es
curioso que aquellos que niegan el cambio climático y despliegan sin reparo
medidas para la explotación del medio ambiente son los mismos que propugnan la
explotación y la violencia no sólo en la naturaleza, sino en todos los órdenes
de la vida: en la naturaleza humana, en la explotación y dominio de la mujer, en
el reforzamiento de la autoridad militar etc.
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LA FUERZA CON QUE LEVANTAN MURALLAS. No
dan miedo los gobernantes que con sus actos ponen una muralla para defenderse
de los inmigrantes sino la gente que con sus votos presta su fuerza para levantar esas mismas murallas.
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LA FILANTROPÍA YA ES MISANTROPÍA. En vista de que los mas grandes filántropos se hallan entre los mayores billonarios de la tierra habría que proponerse reformar el significado de la palabra filántropo. Aquel que ama tanto más a los hombres cuanto más dinero le reportan. Y como los que hasta ahora se venían conociendo por filántropos, nunca han recibido de los hombres ningún fruto pecuniario, habría que deducir que son los que menos aman a los hombres, por lo que deberían pasar a partir de ahora a llamarse misántropos.
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LA FILANTROPÍA YA ES MISANTROPÍA. En vista de que los mas grandes filántropos se hallan entre los mayores billonarios de la tierra habría que proponerse reformar el significado de la palabra filántropo. Aquel que ama tanto más a los hombres cuanto más dinero le reportan. Y como los que hasta ahora se venían conociendo por filántropos, nunca han recibido de los hombres ningún fruto pecuniario, habría que deducir que son los que menos aman a los hombres, por lo que deberían pasar a partir de ahora a llamarse misántropos.
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PANICO ESCÉNICO. Es suficiente con
hacer que los inmigrantes vivían hacinados en condiciones inhumanas para que
lleguemos con el tiempo a la opinión de que los hombres que vienen de fuera son
peores que bestias. El miedo y la fobia también es un sentimiento que se puede
infundir a través de una puesta en escena. El terror que pueden infundir los
inmigrantes en los nativos es el terror que causa un estado colocándolos en una
situación que nos provoque miedo. Su estigmatización al señalarlos como “los
sinpapeles” es un efecto más de este terror.
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TODO LO VIEJO ES MALO. En una época
en que el verbo más utilizado es innovar, todo lo que no es nuevo, se queda
viejo, y lo peligroso no es la aparición de cosas y hábitos nuevos sino la
desaparición inmediata de lo que se ha quedado viejo. Lo peligroso es la
simplificación de la realidad y la aparición de un maniqueísmo extremo que posa
en los ojos de los hombres unas anteojeras: “todo lo que es nuevo nos beneficia
y lo que es viejo nos perjudica”.
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LOS NUEVOS SIERVOS. En una sociedad
dominada por el mercado, los clientes se convierten en los nuevos siervos de la
sociedad: su única dignidad reside en ser el objetivo de las campañas de venta.
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LOS VALORES EN ALZA DE LOS NECIOS. Es
un indicio triste de la cultura de nuestra época que los hombres den más valor
a la lectura de necedades en forma de mensajes que a los mensajes más
elocuentes que nos han ido legando los más sabios.
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LA REALIDAD DISMINUIDA. El director
de un congreso en torno al mundo digital dice sobre un plató de realidad
aumentada: “De lo que se trata es de coger al personaje real y llevarlo a un
mundo virtual. El objetivo es no llegar a distinguir lo real de lo virtual”.
Perfecta definición del estado de confusión en la mentalidad de nuestra época: que
no distingamos ya lo real de lo irreal, ni la verdad de la mentira, hasta
conseguir que todos estemos alienados sin que nos demos cuenta.
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YA SOLO SE EMPRENDEN NEGOCIOS. Hoy en
día la palabra mágica convertida en mantra es “emprender”, pero los únicos
proyectos que valdría la pena emprender serían aquellos que no llevasen
impresos en sus planes el designio de ganar dinero. Solo esos proyectos
deberían ganarse la admiración de todos los hombres, pero curiosamente ocurre
lo contrario: los hombres desconfían de todo aquello que se guía por móviles
nobles, pues no se comprende cómo puede moverse algo que no se afane por
aquello que mueve a una sociedad entera.
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EL OPIO DE LA DESIGUALDAD. Echar la
culpa de la pobreza a la desigualdad, como hace la ONU, es lo mismo que
recurrir a una virtud dormitiva para
explicar por qué nos duerme el opio.
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CÓMO PROTEGERNOS DE LOS RICOS. Efectivamente
se acaba con los pobres protegiéndolos socialmente para que salgan de la
pobreza y no persiguiendo el dinero de los ricos para escanciarlo luego sobre
los pobres en forma de redistribución, ya que, como todo el mundo sabe, los
ricos son consumados expertos en proteger y
escamotear su dinero de las codiciosas manos de los pobres.
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LA PUBLICIDAD SUEÑA POR NOSOTROS. La
publicidad se ha convertido en un consumado artista en estimular los deseos que
no tenemos, seduciendo nuestra
imaginación. La publicidad dirige
nuestros sueños, o mejor dicho, hace que el sueño de hacer dinero, abrigado por
las empresas depredadoras, se convierta en nuestro sueño.
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SÓLO EL NECIO CONFUNDE VALOR Y
PRECIO. En el mundo actual sólo tiene valor aquello que se vende al más alto
precio, y así cuántas cosas valiosas a las que no se pone precio se quedan sin
valor. Y cuántas otras cosas a las que se les da valor son merecedoras de
desprecio.
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OJO CRÍTICO. Librar a la sociedad de
toda crítica de los disconformes, tal es la meta que persiguen en todo tiempo
los guardianes del poder. Una sociedad sin crítica es una sociedad que ha sido
tomada por la tiranía. Cuánto menos críticos son los hombres más sucumben a la
sumisión.
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LOS MENSAJES MÁS INTELIGENTES HACEN A
LOS CONSUMIDORES MÁS TONTOS. ¿Por qué será que en la actualidad los mensajes
más inteligentes, y que ocupan más espacio en los medios de comunicación, son
los que nos vuelven más tontos? Porque las empresas que generan o patrocinan
estos mensajes, por medio de la propaganda publicitaria, necesitan atontarnos
primero para que no nos demos cuenta de los listos que son vendiéndonos sus baratijas.
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EL MOJÓN HACIA LA OPRESIÓN: Cada vez
que se recortan derechos de inmigrantes se están recortando nuestros derechos:
ese es el primer mojón colocado en el camino hacia la opresión, el primer paso
para convertir los estados en colonias penitenciarias.
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LOS CAMPESINOS COMO ZORRAS POR
RASTROJO. La nueva moda del anti-ecologismo, que tiene ideólogos y voceros
eficaces, es echarle la culpa de la contaminación del planeta a los campesinos
por quemar rastrojos. De esta forma, buscando el chivo expiatorio en el eslabón
más débil, se nos viene a afirmar que los campesinos contaminan más que toda la
maquinaria que produce la industria.
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SÓLO LOS RICOS VAN AL PARAÍSO. Los
ricos odian la lucha de clases porque no quieren competencia para realizar la
utopía: ellos siempre tendrán sus paraísos fiscales y no soportan que nadie más
asalte los cielos.
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LOS POBRES VOTAN A LOS RICOS. El
poder económico, que siempre ha copado los puestos más altos de la
administración del estado, por medio de su influencia y sus hombres de paja, se
ha vuelto tan desvergonzado en los últimos tiempos, que los más ricos de un
país ya no dudan en desenmascararse y salir ellos mismos a la palestra para
gobernarnos con su ideología de divos reaccionarios. No es casual que en épocas
de descomunal desigualdad, los más desiguales por arriba gobiernen los países
apoyados por los más desiguales por abajo. Cuánto más pobres son los hombres, más
reverencian a los ricos, a sus dádivas y a sus recetas para preservarse.
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LO QUE MUEVE LAS MARIONETAS. Si el
dinero es tan codiciado es por el poder que da a los hombres, el poder mover
con sus férreos hilos a los otros como si fueran unas marionetas sujetas a
voluntad: arrojad unas tristes monedas y podréis mover a capricho las
voluntades más flojas.
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SE VAN QUITANDO LAS MÁSCARAS. Que los
banqueros son los que nos gobiernan es un hecho tan palmario que ahora no se
conforman con mandarnos emisarios a las cúpulas del poder y se arriesgan a la
lanzarse al ruedo en persona y a pecho descubierto, como ocurre con el actual presidente
francés.
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LA EXTINCIÓN DE LA ESPECIE. Al hombre
no le importaría que los efectos de la tecnología sobre el cambio climático
provocase una catástrofe que llevase a la extinción a todas las especies, con
tal de que quede a salvo su existencia. Sin embargo, apenas nos damos cuenta de
que la tecnología tiene efectos igualmente perniciosos sobre su naturaleza
moral y sobre el medio en que desarrolla sus facultades y sobre sus hábitos,
hasta el punto de que si solo subsistiese el hombre en el planeta podría hablarse
de la extinción de éste como especie, pues habría llevado su existencia a unas
condiciones psicológicas y morales tan miserables, que ya no valdría nada su
vida sobre la tierra.
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LAS CÁMARAS INTELIGENTES DAN LA
ALARMA. El recelo que parte de la población tiene hacia las cámaras
inteligentes que por todas partes nos empiezan a vigilar no es fruto de un
miedo irracional, como nos dicen quienes venden las cámaras, sino la alarma que
crea en quienes están más avisados y usan su razón crítica, barruntando el
porvenir totalitario que se les viene encima. Solo resulta irracional el conformismo
y la temeridad de quien no se alarma ante una ciudad llena de ojos que nos
vigilan para reprimirnos mejor. Merced a las cámaras de seguridad sembradas por
todas las esquinas, en el futuro el individuo sólo tendrá la libertad para
hacer aquellas cosas que le conviene al Estado.
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EL ALGORITMO QUE ECLIPSÓ A LA
ESTRELLA DEL ARTE. Los sociólogos comienzan a encomiar el algoritmo que usan
las plataformas de cine porque es capaz de detectar algo profundo en sus
consumidores a la hora de encargar una serie: adivinan lo que nos importa y los
que nos emocionan y saben al final dar en la tecla. El algoritmo ostenta la
función que en la antigüedad cumplían los oráculos y los augures. Conoce nuestros más oscuros deseos mejor que
nosotros mismos y con ese material consiguen tejer una obra que nos halaga y
nos refleja. En fin, se le ha adjudicado al algoritmo un saber artístico, capaz
de crear una obra de arte que encaja con el deseo del público. Pero lo que el
algoritmo sabe nada tiene que ver con lo artístico, sino con satisfacer la
demanda de los consumidores: adviene así la nueva esclavitud de los tiempos que
condena a los artistas a satisfacer nada más que el deseo de una mayoría de
consumidores. Algo similar ocurre en el mundo editorial ya gobernado por
algoritmos, que a la larga acabarán expulsando de los libros a los artistas y
librepensadores. Al encargarse la técnica algorítmica de conocer y averiguar lo
que desea el público, castra al mismo tiempo el ingenio artístico y creativo
del autor para convertirlo meramente en productor de una mercancía industrial.
Al contacto con la máquina, hasta los espíritus más refinados de una sociedad
se convierten en operarios de una industria mecánica.
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LA PRODUCTIVIDAD NO RESULTA
PROLÍFICA. La prueba de que las condiciones de los trabajadores han empeorado
drásticamente es que la miseria de su situación no les permite ni siquiera tener hijos. Cuanto
más productiva aspira a ser una sociedad, menos fértiles resultan ser sus
miembros.
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LA CATÁSTROFE INVISIBLE. Si hoy gran parte de la humanidad es sensible a los efectos de la tecnología sobre el cambio climático, es porque el conocimiento de los hombres solo se rige en la actualidad por el plano físico de los fenómenos, que son mensurables. Pero nada se nos dice del efecto de esta tecnología sobre el plano espiritual del hombre, y sin embargo los cambios producidos por la tecnología han de estar abocando al hombre a una catástrofe moral análoga. Por un énfasis del conocimiento científico, los hombres son más sensibles a lo que se ve que a lo invisible. Pero a veces lo invisible se vuelve insidioso y es capaz de amenazar la existencia con más fuerza que los fenómenos visibles. Y esa catástrofe será tanto más gigantesca cuanto que resulta imprevisible para la ciencia.
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DE LA POLTRONA AL PESEBRE. Aquellos políticos dóciles con los intereses
de las empresas que quieren hacerse con el botín de los bienes públicos siempre
estarán dispuestos a cambiar el escaño o la poltrona del ministerio por un
escabel en la mesa de algún consejo de esas mismas empresas. Dan el salto al
pesebre donde lamen la mano que les da de comer.
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EL ÚNICO NEGOCIO DE LAS EMPRESAS ES
HACER NEGOCIO. Klaus Schwab, el fundador del influyente grupo de Davos, se ha
convertido en el gran ideólogo y embaucador del mundo financiero y empresarial
al pregonar el nuevo valor con el que se trata de investir el mundo empresarial:
los empresarios ya no valen por lo que ganan, nos dice, sino por velar por el
medioambiente y la sociedad. Los empresarios ya no se conforman con que las
empresas gobiernen el mundo del dinero; también quieren dirigir la política
entera, lo que no es más que un burdo intento de colocarse las fieras una
máscara con aspecto humano para hacer creer que las prácticas de las empresas
han dejado por fin de brutalizar a los hombres. Su petición de que las empresas
reconozcan y se responsabilicen del daño medioambiental que han producido viene
después de haber provocado un daño catastrófico que hace imposible negar esta
responsabilidad. Las empresas tienen ahora, con el pretexto de la preocupación
medioambiental de los ciudadanos, la capacidad de echar una cortina de humo que
oculte los otros diversos daños que provocan sobre el hombre, y que son sobre
todo de índole moral: el embrutecimiento y sometimiento de la mayor parte de
los hombres por haber degradado sus condiciones de trabajo. Ya nos lo advirtió
Milton Friedman: el único negocio de las empresas es hacer negocio.
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EL ALMA COMPASIVA DEL GRAN CAPITAL. El
nuevo defensor de los derechos de los trabajadores, Klaus Schow, pretende abanderar
la causa del proletariado entregándose a una causa noble y altruista desde la
generosidad de su corazón de gran financiero y empresario. Pues ante los que se
sienten abandonados y excluidos, tratados injustamente por perder el trabajo
ante la cuarta revolución industrial, no ofrece mejor solución que reciclar y
mejorar la formación de los empleados: es decir, moldearlos como arcilla hasta
que vuelven a ser aptos para seguir trabajando, engranados en las nuevas
máquinas que ellos hacen construir como nuevos potros de tortura de los
trabajadores. Cualquier solución es buena con tal de no subir los salarios o
redistribuir la riqueza que los empresarios van recogiendo con las manos
llenas.
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LUCHAR CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO ES
UN NEGOCIO. El único motivo que todavía mueve a países y empresas para luchar
contra el cambio climático es el negocio que se vislumbra en las inversiones de
las nuevas fuentes de energía. No se concibe otro cambio que no pase por
producir más dinero. Pero es precisamente las ansias de hacer negocio lo que
nubla la visión para las verdaderas soluciones que exige el actual estado de
catástrofe.
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POR LA PUERTA O POR LA VENTANA. El
consejero delegado Lombard, responsable de que decenas de trabajadores de la
empresa de telefonía Telecom se suicidasen, tras ser acosados moralmente, luego
de urdir un plan para reducir el personal, “por la puerta o por la ventana”,
pone el dedo en la llaga del sistema capitalista cuando declara que el tema es
“¿Podemos dedicarnos a lo económico y a lo humano al mismo tiempo?”. Pero la
humanidad ya hace tiempo que ha depositado su destino en las riendas de la
economía a la voz de mando de sus patrones: “altius, citius fortius”.
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MIENTRAS NOS TOQUEN EL BOLSILLO NO
NOS LLEGAN AL ALMA. Cuando cualquier fenómeno se analiza desde el punto de
vista de la productividad y sus costes económicos, ya sabemos que los problemas
más acuciantes, aquellos no tocan al bolsillo, pero tocan al alma, no se van
nunca a considerar.
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CURRICULUM VITAE. Tenemos que
reinventarnos profesionalmente de forma permanente, nos dicen los expertos en
tecnología, y no entiendo como no se cansan así van saliendo palabras tan
cansinas de su boca. Además de querer fatigarnos, lo que nos quieren decir es
que tenemos que llegar a tener varias profesiones distintas en una sola vida, y
exprimirla con cursos de formación continua, hasta conseguir que en ella no
haya más tiempo que el que consagrado al trabajo.
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LA EDUCACIÓN SEXUAL CORROMPE. En el
futuro más próximo, aquellos gobiernos autoritarios que buscan cercenar la
libertad de expresión considerarán la
enseñanza de educación sexual como una forma de pedofilia, como ya está
ocurriendo en Hungría. Pues se considera que todo aquello que toca al sexo es
una forma de corromperlo, y es que el modo más simple de combatir la libertad
sexual ha sido siempre criminalizarla, someter a castigo a los movimientos e
individuos más libres de una sociedad. Empobrecer la vida de los hombres y
mantenerlos en la ignorancia es siempre el fin de toda sociedad autoritaria que
sabe que toda libertad conquistada dota
de poder a sus miembros y los hace más insumisos para ser gobernados
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