A NEGRO WOMAN
Carrying a bunch of marigolds
Wrapped
In an
old newspaper
She carries them upright,
Bareheaded,
The
bulk
Of her thighs
Causing her to waddle
As she
walds
Looking into
The store window which she
passes
On her way
What is she
But an ambassador
From
another world
A world of pretty marigolds
Of two shades
Which she announces
Not kwowing what she does
Other
Than
walk the streets
Holding the flower upright
As a torch
So
early in the morning.
UNA NEGRA
Lleva un
ramo de caléndulas
Envuelto
Envuelto en un periódico viejo:
Las lleva en
alto, medio
Descubiertas,
La
mole
De sus
muslos
La hace ir
Bamboleándose
Mientras
pasa
Frente al aparador de una
tienda
Que
se cruza en su camino.
Qué es
Sino una embajadora
De
otro mundo
Un mundo de
bellas caléndulas
De dos tonos
Que
ella ofrece
Sin pensar
nada más
Solo
Yendo por ahí
Con las
flores en alto
Como una antorcha
Muy temprano en la mañana.
THE IVY CROWN
The whole process is a lie,
Unless,
Crowned
by excess,
It break forcefully,
One way or another,
From its
confinement-
Or find a deeper well.
Antony and Cleopatra
Were
right;
They have shown
The way. I love you
Or I do
not live
At all.
Daffodil time
Is past. This is
Summer, summer!
The heart says,
And note ven the full of
it.
No
doubts
Are permitted-
Though they will come
And
may
Before our time
Overwhelm us.
We are
only mortal
But being mortal
Can defy our fate
We may
By an outside chance
Even win! We do not
Look to
see
Jonquils and violets
Come again
But
there are,
Still,
The roses!
Romance has no part in it.
The business of love is
Cruelty
which
By our wills
We transform
To live
together.
It has its seasons,
For and against,
Whatever the heart
Fumbles in the dark
To asssert
Toward
the end of May
Just as the nature of briars
Is to tear flesh,
I have
proceeded
Through them.
Keep the briars out,
They
say.
You cannot live
And keep free of
Briars.
Children pick flowers
Le them.
Though having them
In han
They have no further use of
them
But
leave them crumpled
At the curb’s edge.
At our age the imagination
Across the sorry facts
Lifts us
To make roses
Stand before thorns.
Sure
Love is cruel
And selfish
And totally obtuse-
At least, blinded by the light,
Young love is.
But we are older,
I to love
And you to be loved,
We have,
No matter how,
By our wills, survived
To keep
The jeweled prize
Always
At our fingertips.
We will it so
And so it is
Past all accident
LA CORONA DE HIEDRA
Todo el proceso
es mentira
A menos que
De algún
modo
Coronado por
el exceso
Decididamente rompa
Su
confinamiento
O se hunda
en un pozo más hondo.
Antonio y Cleopatra
Sabían la
verdad:
Nos
mostraron
El camino. Te amo
O no
puedo
Vivir.
El tiempo de
los narcisos
Ha pasado. Ya es
Verano, ¡verano!
Eso dice el
corazón
Aunque aún no lo sea del
todo.
No hay
duda
Que valga
Aunque habrá dudas
Y quizá
Nos hagan
rendirnos
Antes de tiempo
Somos
simples mortales
Pero
siéndolo podemos
Desafiar nuestro destino.
¡Quizá
Por alguna
extraña razón
Ganemos! No buscamos
Que
resistan
Los
junquillos y las
Violetas
Pero aún
Nos quedan las rosas!
El
romanticismo no tiene que ver.
El amor es
Crueldad que con
Voluntad
Transformamos
Para estar
juntos.
Tiene sus
temporadas,
Mejores y peores,
Pero al fin
el corazón
A tientas en
la oscuridad
Resiste
Hasta que
llega el fin de mayo.
Justo porque
lo natural es que las zarzas
Desgarren la piel
He
procedido
A atravesarlas.
Evita las zarzas
Te dicen.
No se vive
Evitando
Las
zarzas.
Los niños
recogen flores.
Que lo hagan.
Pero cuando las tienen
En las manos
No se les ocurre nada
Pero cuando
las tienen
En las manos
No se les ocurre nada
Más que
dejarlas marchitas
En mitad de
la calle.
A nuestra
edad la imaginación
Nos sostiene
Por encima
de las penas
Y hace que
las rosas
Prevalezcan sobre las
espinas.
Ciertamente
El amor es
cruel
Y egoísta
Y
absolutamente estúpido…
Al menos,
cegado por la luz,
Lo es el amor de los
jóvenes.
Pero ya
somos mayores,
Yo para amar
Y tú para ser amada,
Hemos
logrado,
No importa
cómo,
Por pura voluntad sobrevivir
Y
conservar
El valioso
premio
Siempre
Al
alcance de la mano.
Es así
Y así será
Por encima
de cualquier accidente.
THE SPARROW
To my father
This sparrow
Who comes to sit at
my window
Is a
poetic truth
More than a natural one.
His voice,
His
movements,
His habits-
How he loves to
Flutter his wings
In the dust-
All attest it;
Granted,
he does it
To rid himself of lice
But the relief he
Makes him
Cry out lustily
Which is a trait
More
related to music
Than otherwise
Wherever he finds himself
In carly
spring,
On back streets
Or beside palaces,
He
carries on
Unaffectedly
His amours.
It begins
in the egg,
His sex genders;
What is more pretensiously
Useless
Or about which
We more pride ourselves?
It leads
as often as not
To our undoigwith
The cockerel, the crow
With their
challenging
Cannot surpass
The insistence
Of his
cheep!
Once
At El Paso
Toward
evening,
I saw –and Heard!-
Ten thousand sparrows
Who had
come in from
The desert
To roost. They filled the
trees
Of a
small park. Men fled
(wiht ears ringing!)
From their droppings
Leaving
the premises
To the alligators
Who inhabit
The
fountain. His image
Is familiar
As that of the aristocratic
Unicorn, a pity
There are not more oats eaten
Nowadays
To make
a living easier
For him.
At that,
His small
size,
Keen eyes,
Serviceable beak
And
general truculence
Assure his survival-
To say nothing
Of his
innumerable
Brood.
Even the Japanese
Know him
And have painted him
Sympathetically,
With
profound insight
Into his minor
Characteristics.
Nothing
even remotely
Subtle
About his lovemaking.
He
crouches
Before the female,
Drags his wings,
Waltzing,
Throws back his head
And simply-
Yells!
The din
Is terrific.
The way he swipes his bill
Across a plank
To clean it,
Is decisive.
So with everything
He does. His coppery
Eyebrows
Give
him the air
Of being always
A winner-and yet
I saw
once,
The female of his species
Clinging determinedly
To the edge of
A watter pipe,
Catch him
By
his crown-feathers
To hold him
Silent,
Subdued,
Hanging above the city streets
Until
She
was through with him.
What was the use
Of that?
She hung there
Herself,
Puzzled at her success.
I
laughed heartily.
Practical to the end
It is the poem
Of
his existence
That triumphead
Finally;
A
wisp of feathers
Flattened to the pavement,
Wings spread symmetrically
As
if in flight,
The head gone,
The black
escutcheon of the breast
Undecipherable,
An effgy of a sparrow
A dried wafer only,
Left
to say
And it says it
Without offense,
Beautifully;
This was I,
A sparrow.
I
did my best;
Farewell.
EL GORRIÓN
A mi padre
El gorrión
Que se posa en mi ventana
Más que
una verdad natural
Es una
verdad poética.
Su voz,
Sus
movimientos,
Sus hábitos…
Cómo goza batiendo
Las alas
en
El polvo:
Todo lo atestigua;
De
acuerdo, lo hace
Para
sacudirse los piojos,
Pero el alivio que siente
Hace
que
Píe de
placer,
Lo que supone un gesto
Más
musical
Que otra cosa.
Dondequiera que esté a
comienzos
De
primavera,
En calles
sin importancia
O en las proximidades de
un palacio,
Él
prosigue
Sus amores
Sin inmutarse. Todo
aquello
Comienza en el huevo:
Su sexo lo
genera;
¿qué podría ser más
pretencioso e
Inútil
O hacernos
Sentir más orgullo?
Nos conduce muchas veces
A la ruina.
El gallo, el cuervo
Con sus voces desafiantes
¡no pueden
Superar
Su piar insistente!
Un
Atardecer
En el Paso
Vi -¡y
escuché!-
Diez mil gorriones
Venir raudos
Del
Desierto. Invadieron los
árboles
De un parque. Todo el mundo huyó
(¡zumbando
los oídos!)
De sus deyecciones
Abandonando el lugar
A los
lagartos
Que viven
En la fuente. Su imagen
Es tan
familiar
Como la del
aristocrático
Unicornio, qué lástima
Que ya nadie
coma avena
En estos tiempos:
Su vida sería
Más simple.
Aunque
Su pequeñez,
Su aguda
vista,
Su bien dispuesto pico
Y agresividad
Le aseguren
la supervivencia;
Por no hablar
De su innumerable
Prole.
Hasta los japoneses
Saben de él y
Lo han
retratado
Con simpatía
Y profundo acierto
En sus
menores
Características.
Nada hay remotamente
Sutil
En su apareamiento.
Se inclina
Ante la
hembra,
Bate las alas,
Bailoteando,
Echa atrás la
cabeza y
Simplemente
¡Chilla! El estruendo
Es enorme.
Su manera de limpiarse
el pico
Frotándolo
Contra una
tabla
Es decisiva,
Igual que el resto
De sus
actividades. Sus cejas
Castañas
Le dan un aire
De perpetuo
Ganador; incluso
Una vez
Vi una
hembra gorrión
Escalar decidida
Hasta
el techo
De un
depósito de agua
Agarrando al
macho
Por las plumas
Y llevarlo,
Callado,
Sumiso,
Colgando
sobre las calles
Hasta
Perderse de vista.
¿Qué
significaba
Aquello?
La propia hembra
Parecía
Perpleja su
logro.
Reí francamente.
Fue el poema
De su
existencia
Siempre práctica
Lo que
triunfó
Al final:
Un amasijo de
plumas
Aplastado en
el pavimento,
Alas
simétricamente extendidas,
Como si volara,
Perdida la
cabeza,
El negro emblema del
pecho
Indescifrable,
La efigie de
un gorrión
Sólo un cáliz
vacío
Ahí
para
Comunicar
Bellamente,
sin
Ofender a nadie:
Esto fui,
Un gorrión.
Lo hice lo mejor que pude.
Adiós.
THE LADY SPEAKS
A storm raged among the live oaks
While my husband and I
Sat in the semi-dark
Listening!
We watched from the Windows,
The
lights off,
Saw the moss
Whipped upright
By the
wind’s force.
Two candles we had lit
Side by side
Before
us
So solidly had our house been built
Kept their tall flames
Ummoved.
May it be so
When a storm sends the moss
Whipping
Back and forth
Upright
Above
my head
Like flames i the final
Fury.
HABLA LA SEÑORA
La tormenta
caía sobre los robles
Y mi esposo y yo
Nos sentamos
en la penumbra
¡escuchando!
Mirábamos por la ventana,
Apagadas las
luces,
Veíamos el
musgo
Erizarse
A causa de
la fuerza del viento.
Frente a
nosotros había
Dos velas prendidas
Juntas;
Nuestra casa
era sólida
Y sus altas llamas se mantuvieron
Inmóviles.
Que sea
siempre así
Cuando la lluvia agite
El musgo
Adelante y
atrás
Allá arriba
Sobre mi cabeza
Como llamas
de furia
Final.
TRIBUTE TO THE PAINTERS
Satyrs dance!
All the deformities take
wing
Centaurs
Leading to the rout of the vocables
In the writtings
Of Gertrude
Stein-but
You cannot
be
An artist
By mere ineptitude
The dream
Is in pursuit!
The neat figures of
Paul Klee
Fill the canvas
But that
Is not the work
Of a child
The cure began, perhaps,
With the abstractions
Of Arabic
art
Dürer
With his Melancholy
Was ware of it-
The shattered masonry. Leonardo
Saw it,
The
obsession,
And ridiculed it
In La Gioconda
Bosch’s
Congeries of tortured souls and
devils
Who prey on them
Fish
Swallowing
Their own entrails
Freud
Picasso
Juan
Gris-
The letter from a friend
Saying:
Fort he
last
Three nights
I have slept like a baby
Whithout
Liquor or dope of any sort!
We know
That a
stasis
From a chrysalis
Has stretchead his wings-
Like a bull
Or the Minotaur
Or Beethoven
In the
scherzo
Of his 5th Simphony
Stomped
His heavy
feet
I saw love
Mounted naked on a
horse
On a swan
The back of a fish
The bloodthirsty conger
eel
And
laughed
Recalling the Jew
In the pit
Among his
fellows
Whem the indifferent
chap
With the machine gun
Was sprying the heap
He
Had not yet been hit
But
smiled
Comforting his
companions.
Dreams possess me
And the dance
Of my
thought
Involving animals
The blameless beast
And there came to me
Just now
The knowledge of
The tyranny of the
image
And how
Men
In their designs
Have learned
To
shatter it
Whatever it may be,
That the trouble
In their
minds
Shall be quieted,
Put to bed
Again.
TRIBUTO A LOS PINTORES
¡Los sátiros
danzan! Todas
Las deformidades alzan vuelo
Los centauros ponen
Los vocablos
en fuga
En los textos
De Gertrude
Stein, sin embargo
No se puede
ser
Artista
Por pura ineptitud
El sueño
está
Al final de la búsqueda!
Las prolijas
figuras de
Paul Klee
Cubren el
lienzo
Pero aquello
No es obra
De un niño.
La cura
empezó, quizá,
Con las abstracciones
Del arte
árabe.
Durero
En su Melancolía
Era consciente de ello
(la piedra
rota). Leonardo
Descubrió
Esta obsesión
Y la
ridiculizó
En La Gioconda
El montón
De almas
torturadas por diablos en los cuadros
Del Bosco
Peces
Devorando
sus
Propias entrañas
Freud
Picasso
Juan Gris.
La carta de
un amigo
Que dice:
Las tres
Últimas
noches
Dormí como un lirón
¡sin
Licor ni
droga alguna!
Sabemos
Que la
estasis
De una
crisálida
Hace crecer sus alas:
Como un
toro o
Un
minotauro,
Igual que Beethoven
Que en el
scherzo
De su 5ª
sinfonía
Danza
Con pesado
pie
He visto al
amor
Desnudo sobre un caballo
Sobre un cisne
A lomos de
un pez
El congrio sediento de sangre
Y me he
reído
Recordando
al judío
En el foso
Entre los
suyos
Mientras el
hombre de la metralleta
Indiferente
Disparaba
sobre la masa.
Él
No estaba herido aún
Y sonreía
Animando a
los otros.
Los sueños
me poseen
Y la danza
De mis
pensamientos
(sobre
animales,
Las bestias inocentes)
Y justo
ahora tomo
Conciencia
De la
tiranía
De la imagen
Y de cómo
Los hombres
Con su arte
Han aprendido
A vencerla
A toda
costa,
Que la inquietud
De sus
mentes
Debe ser aplacada,
Obligada a dormir
De nuevo.
COME ON!
A differente kind of thought
Blander
And more
desperate
Like that of
Sergeant So-and-So
At the
road
In Belleau Wood
Come on!
Do you
want to live
Forever?-
That
Is the
essence
Of poetry.
But it does not
Always
Take the same form.
Fort he most part
It
consists
In listening
To the nightingale
Or
fools.
¡VENGA YA!
Otro modo de
pensar
Soso y
Desesperado
Como el del
sargento Tal y Tal
En la
carretera
A Belleau
Wood:
¡Venga ya!
¿Quisiera
vivir para
Siempre?
Tal
Es la
esencia
De la
poesía.
Y sin embargo
No siempre
Adquiere la
misma forma.
Sobre todo supone
Saber
escuchar al
Ruiseñor
Y a los
tontos.
THE PINK LOCUST
I’m persistent as the pink locust,
Once admitted
To the garden,
You will not easily get rid of it.
Tear it from the ground,
If one
hair-thin rootlet
Remain
It will come again.
It is
Flattering to think of myself
So. It is also
Laughable.
A modest flower,
Resembling a pink sweet-pea,
You cannot
help
But admire it
Until its habits
Become known.
Are we not most of us
Like that? It would be
Too much
If the public
Pried among the minutiae
Of our private
affairs.
Not
That we have anything to hide
But could they
Stand it? Of course
The worl would be gratified
To find out
What fools we have made of ourselves.
The question is,
Would they
Be generous whit us-
As
we have
With others? It
is,
As I say,
A flower
resilient
Under-attack!
Neglect it
And it will grow
into a tree.
I wish I could so think of myself
And of what
Is to become of me.
The poet himself,
What does he think of himself
Facing his world?
It will not do to say,
As he is inclined to say
No much. The poem
Would be in that betrayed
He might as well answer-
“a rose is a rose
Is a rose” and let it go at that.
A rose is a rose
And the poem equals it
If it be well made.
The poet
Cannot slight himself
Without slighting
His poem-
Which would be
Ridiculous
Life offers
No greater reward.
And so,
Like this flower,
I persist-
For what there may be in it.
I am not,
I know,
In the galaxy of poets
A rose
But who, among the rest,
Will dey me
My place.
LA FALSA ACACIA
Soy tenaz
como la falsa acacia:
Una vez admitida
En el jardín,
No es fácil
deshacerse de ella,
Arráncala del suelo:
Si queda una
simple
Raicilla
Volverá a brotar.
Resulta
Así. Y también mueve
A risa.
Una flor
modesta,
Parecida a un rosado guisante de olor
No puedes
sino
Admirarla
Hasta que descubres sus
Hábitos.
¿No actuamos
nosotros
Igual? Sería
Indeseable
Que el
público
Se entremetiera en nuestros
Pequeños
asuntos privados.
No es
Que haya algo que esconder
Pero
¿podrán
Soportarlo?
Por supuesto
El mundo se alegraría
Al
descubrir
En qué clase
de idiotas nos hemos convertido.
La cuestión es,
¿Serían
tan
Generosos
como
Lo hemos sido
Nosotros?
Se trata, tal
Como he
dicho, de
Una flor
Increíblemente resistente
A los
ataques!
Ignórala
Y pronto será un
árbol.
Ojalá
pudiera decirse lo mismo
De mí y de aquello
Que me
espera.
El poeta
mismo,
¿Qué piensa de sí de cara
Al mundo?
No estaría
bien responder,
Lo que siente inclinado a
decir:
“no
sé”. Eso sería
Traicionar
sus poemas.
Sería mejor contestar:
“una rosa es una
Rosa es una
rosa”, y dejarlo así.
Una rosa es una rosa
Y
el poema la iguala
Si está bien
hecho.
El poeta
No puede menospreciarse
Sin
menospreciar
Su poema
-lo cual sería
Ridículo.
La vida no da
Mayor recompensa.
De modo que,
Como esta flor,
Persisto,
Por lo que
pudiera significar.
No soy,
Ya lo sé,
Una rosa, en
la galaxia
De los poetas, pero
¿Quién de los otros
Se atrevería
a negarme
Mi puesto?
CLASSIC PICTURE
It is a classic picture
Women have always fussed with
their hair
(having no
sisters
I never watched the process
So intimately
As this
time); the reason for it
Is not clear-
Tho’ I acknowledge,
An unkempt head of hair,
While not as repulsive as a nest of
snakes.
Is repulsive enough
In a woman.
Therefore
She fusses with her hair
For
A woman does not want to seem
repulsive,
Unless
To gain for
herself
She be hungry
Hungry!
As would be
a man
And all hunger is repulsive
And puts on
An ugly face.
Their heads are not made as a man’s,
An ornament
In itself.
They have
Other charms-
needless
To enumerate.
Under
Their ornate coiffures
Lurks a specter,
Coiling snakes
Doubling for tresses
A woman’s brains
Which can be keen
Are condemned,
Like a poet’s
To what deceptions she can muster
To lead men
To their ruin
But look more deeply
Into her
maneuvers,
And puzzle as we will about them
They may mean
Anything.
IMAGEN CLÁSICA
Es una
imagen clásica
Las mujeres han exagerado siempre con
su pelo
(no habiendo
tenido hermanas
Nunca
observé el proceso
Tan íntimamente
Como ahora);
la razón no
Está clara y
Sin embargo reconozco
Que una
cabellera revuelta,
Sin ser como
un nido de serpientes,
Resulta repulsiva
En una
mujer.
Así que
Ella exagera con su pelo
Porque
Ninguna
mujer quiere ser repulsiva,
A menos
Que quiera
triunfar
Y esté
ansiosa,
¡ansiosa!,
Como lo
estaría un hombre:
Toda ansia
es repulsiva
Y pone un gesto feo
En la
cara.
Sus cabezas
no son como las de los varones,
Un ornamento
En sí
mismas. Tienen otros
Encantos que
No es preciso
Enumerar. Bajo
Sus vistosos
tocados
Merodea un espectro:
Serpientes enroscadas
Que
pretenden ser cabellos.
El cerebro
femenino
Que puede ser muy agudo
Está
condenado,
Igual que el
de los poetas,
A hacer acopio de engaños
Y a
conducir al hombre
A la ruina.
Hay que mirar de cerca, sin
embargo,
Sus maniobras
Y tratar de
comprender, como ahora:
Quizá pretendan decirnos
Algo.
THE DRUNK AND THE
SAILOR
The petty fury
That disrupts my life
At the
striking of a wrong key
As if it had been
A woman lost
Or a fortune . .
The man was obviously drunk,
Christopher
Marlowe
Could have been no drunker
When he got himself
Stuck
through the eye
With a poniard
The bus station was crowded.
The man
Heavy-set
About my
own age
Seventy
Was talking privately
With a
sailor.
He had an ugly jaw on him
Suddenly
Sitting there on the bench
Too drunk to stand
He began menacingly
His
screaming.
The Young sailor
Who could have flattened him
At one
blow
Kept merely looking at him.
The nerve-tingling screeches
That
sprang
Sforzando
From that stubble beard
Would
have distinguished
An operatic tenor
But me-
The
shock of it
My heart leaped in my chest
So I saw red
Wanted
To strangle the guy
The fury of love
Is no less.
EL BORRACHO Y EL MARINERO
La Pequeña
furia
Que trastoca mi vida
En cuanto se
pulsa la tecla equivocada
Como si se
tratase
De una mujer o una
Fortuna
perdidas . .
El hombre estaba evidentemente
borracho,
Christopher
Marlowe
No lo
estaría menos
Cuando le clavaron
Un puñal
atravesándole
El ojo.
La estación de autobuses
atestada.
El hombre
Bajo y fornido,
De mi edad,
unos
Setenta
años,
Hablaba en privado
Con un
marinero,
Acercándole
su horrible quijada.
De pronto
Sin
levantarse del banco
Demasiado
ebrio para ponerse en pie
Comenzó amenazante
A gritar.
El joven
marinero
Que podría haberlo aplastado
De un golpe.
Simplemente
se lo quedó mirando.
Los escalofriantes alaridos
Que brotaron
Sforzando
De aquella barbita rala
Habrían
hecho famoso
A un
cantante de ópera.
Pero a mí
Ante todo
aquello
Se me
aceleró el corazón y
Furioso
Quise
Estrangular
al tipo.
La furia de amar
No es menor.
A SMILING DANE
The Danish native
Before the Christian era
Whose body
Features intact
With a rope
Also
intact
Round the neck
Found recently
In a peat
bog
Is dead
Are you surprised?
You should be.
The diggers
Who discovered him
Expected
more.
Frightened
They quit the place
Thinking
His ghost might walk
The cast of his features
Shows him
To be
A man of intelligence.
It did him no good.
What his
eyes saw
Cannot be more
Than the male
And female
Of it-
If as much.
His stomach
Its contents examined
Shows him
Before he
died
To have had
A meal
Consisting of local grains
Swallowed whole
Which he probably enjoyed
Though he
did not
Much as we do
Chew them.
And what if
The image of his frightened
executioners
Is not recorded?
Do we not
know
Their features
As if
It had
occurred
Today?
We can still see in his smile
Their grimaces.
UN DANÉS SONRIENTE
El nativo
danés
Anterior a la era cristiana
Cuyo cuerpo
Prácticamente
intacto
Con una soga
Igualmente intacta
Alrededor
del cuello
Fue encontrado hace poco
En una
turbera
Está muerto
¿Te sorprende?
Debería.
Los hombres
Que lo descubrieron mostraron
Más
reservas.
Asustados
Abandonaron el sitio
Pensando
Que el
fantasma echaría a andar.
Lo muestran
Como un
hombre
Inteligente.
No le sirvió de mucho.
Sus ojos no
Distinguirían
Sino el macho
Y la
Hembra
Si acaso.
Un examen
De su
estómago
Muestra que antes
De morir.
Comió
Unos granos
Autóctonos
Que tragó
enteros
Y quizá disfrutó
Aunque no
tanto
Como
nosotros
Que masticamos.
¿Y qué si la
imagen
De sus
temerosos verdugos
No quedó registrada?
¿no intuiríamos
Sus rostros
Como si aquello
Hubiera
ocurrido
Hoy mismo?
En la sonrisa del danés aún
podemos reconocer
Sus gestos.
SHADOWS
I
Shadows cast by the Street light
Under the stars,
The heads
is tilted back,
The long shadow of the legs
Presumes a world
Taken for
granted
On which the cricket trills.
The hollows of the eyes
Are unpeopled.
Right and left
Climb the ladders of night
As dawn races
To put out the stars
That
Is the poetic
figure
But we know
Better: what is not now
Will never
Be. Sleep secure
The Little dog in the snapshot
Keeps his
shrewd eyes
Pared. Memory
Is liver than sight.
A man
Looking out,
Seeing the shadows-
It is
himself
That can be painlessly amputated
By a mere shifting
Of the stars.
A confort so easily not to be
And to be at once one
With every
man.
The night blossoms
With a thousand shadows
So long
As there are stars,
Street lights
Or a moon
and
Who shall say
By their shadows
Which is different
From the other
Fat or
lean.
II
Ripped from the concept of our lives
And from all concept
Somehow, and plainly,
The sun will come up
Each morning
And sink again.
So that we experience
Violently
Every day
Two worlds
One of which we share with the
Rose in Bloom
And one,
By far the greater
With
the past
The world of
memory,
The silly world of history,
The world
Of the
imagination.
Which leaves only the beasts and
trees,
Crystals
With their refractive
Surfaces
And rotting things
To stir our wonder.
Sabe for the Little
Central hole
Of the eye itself
Into which
We do not stare too hard
Or we are lost.
The instant
Trivial as it is
Is all we have
Unless-unless
Things the imagination feeds upon,
The scent of the rose
Startle us anew.
SOMBRAS
I
Sombras
proyectada por la luz de la calle
Bajo las estrellas,
La cabeza
echada hacia atrás,
La alargada
sombra de las piernas:
Un mundo
Que se da
por hecho
Donde un
grillo canta.
Las cuencas de los ojos
Parecen
vacías.
A derecha e
izquierda
Las laderas de la noche trepan
Mientras
el alba intenta
Vencer a los
astros.
Esas
Son
metáforas,
Pero sabemos
Bien: lo que no es ahora
No será
Nunca. Tú
duerme tranquilo,
El perro de la foto
Achica
sus astutos
Ojos. La
memoria es
Más vívida que la visión.
Hay un
hombre
Que mira
afuera
Las sombras:
Es él mismo
Quien podría
ser limpiamente amputado
Por un mero parpadeo
Estelar.
Qué gusto,
tan fácilmente no ser
Y ser de pronto uno
Con todos.
La noche
florecerá
En cien sombras
Mientras
Haya
estrellas.
Lámparas
O
luna
Y quién
diría
Por sus sombras
Que cosa es
distinta
De otra
Gorda o flaca.
II
Sin importar
nuestras vidas
Y todo concepto
De alguna
manera, simple-
Mente el sol
saldrá
Cada mañana
Y después
volverá a ocultarse.
De modo que
cada día
Experimentemos
Violentamente
Dos mundos
Uno para compartir con la
Rosa e sazón
Y otro,
Mucho mayor,
Con el pasado,
El mundo de
la memoria,
El torpe
mundo de la historia,
El mundo
De la imaginación,
Que conserva
solo bestias y árboles,
Cristales
De
superficies
Refractarias
Y cosas
podridas
Para asombrarnos,
Y el minúsculo
Agujero
Del propio ojo
Donde
No osamos
fijamente mirar
Para no perdernos.
Trivial
Como es,
solo
Nos queda el instante
Salvo
por –salvo
Por- otras
cosas que la imaginación alienta:
El olor de las rosas
Vuelve a sobresaltarnos.
ASFÓDELO, ESA FLOR VERDOSA
LIBRO I
Del
asfódelo, esa flor verdosa,
Parecido a un ranúnculo
Sobre su
tallo ramificado,
Solo que
leñosa y verde,
Vengo, mi amor
A cantarte.
Hemos vivido
mucho tiempo juntos
Una vida llena
De flores,
¿No crees?
Así que
Me alegré
Cuando
comprendí
Que hay
flores también
En el infierno.
Hoy
Me invade el
frágil recuerdo de esas flores
Que ambos amábamos,
Incluso
el de esa cosita
Descolorida
-la conocí
De
niño-,
Poco
apreciada entre los vivos,
Pero que los muertos
miran,
Preguntándose entre sí:
¿qué era
aquello
Que tenía
La
misma forma?,
Mientras los
ojos se nos llenan
De lágrimas.
Del
amor, nos hablará
Aunque un tenue
carmesí
Lo
tiña
Para hacerlo
creíble
Hay algo
Algo urgente
Que debo
decirte
A ti y solo a ti
Pero debe esperar
Mientras
disfruto
Del placer de tu
cercanía,
Quizá por última vez.
Y con
Temor me
Lo arranco
Y hablo
Sin atreverme a
parar.
Escúchame mientras hablo
Con el
tiempo en contra.
No tardaré
Mucho.
He olvidado
muchas cosas
Y sin embargo
veo claro
Algo
Central para
el cielo
Que se extiende
alrededor.
¡Despide
Un aroma!
¡Un olor
delicioso!
¡Madreselva! ¡Y ahora
Se escucha
el zumbar de una abeja!
¡Y toda una
inundación
De memorias hermanas viene!
Dame tiempo
Para recordarlas
Antes que tenga que hablar.
Dame tiempo,
Tiempo.
Cuando era
niño
Tenía un libro
Donde, de tiempo
En tiempo,
Guardaba flores
prensadas,
De modo que, poco
después,
Tenía una
buena colección.
El asfódelo,
Como un presagio
Estaba entre
ellas.
Te traigo,
Redivivo,
El recuerdo
de aquellas flores.
Eran bellas
Cuando las sequé
Y guardaron
Algún aroma
Durante mucho tiempo.
Es un olor
curioso,
Un olor moral,
Que me trae
Junto a ti.
El color desapareció
primero.
Tuve que
enfrentar
Un desafío:
Tu amada persona,
Mortal como
yo era;
¡La garganta
del lirio
Ante el colibrí!
Una infinita
riqueza,
Pensé,
Me abría los brazos.
Mil trópicos
en
La floración
de un manzano
La propia tierra, generosa,
Nos
cobijaba.
¡El mundo
entero
Era mi jardín!
Pero el mar,
Del que nadie
se ocupa
También es un jardín
Cuando el
sol lo azota
Y las olas
Se levantan.
Tú y yo
Lo hemos
visto
Avergonzar
A las
flores.
Y también hay estrellas de mar
Resecas por el sol
Y algas y
malas hierbas
Marinas.
Sabemos eso
Y más porque
Nacimos en
la costa,
Hemos visto
rosaledas
Al borde mismo del agua.
Ahí crece la
malvarrosa
Y las fresas,
En su estación,
Y ahí, más
tarde,
Fuimos a
recoger
Ciruelas silvestres.
No puedo
afirmar
Que por tu
amor
Haya ido al infierno
Pero a
menudo
Me acerqué
En tu
busca.
No me gustó
Y prefería
estar
En el cielo. Escucha.
No te des la
vuelta.
A lo largo
de mi vida
Aprendí mucho
Dentro y fuera de los libros
Sobre el
amor:
No termina
Con la
muerte.
Hay una
jerarquía
Por la que
puede ascenderse,
Creo,
En su
servicio.
Su galardón
Es una flor encantada;
Un gato de
veinte vidas,
Si nadie se
atreve a intentarlo,
El
mundo
Saldrá
perdiendo.
Para ti y
para mí
Ha sido
Como quien
mira una tormenta
Surgir del
océano.
Año
tras año
Hemos
asistido
Al
espectáculo de nuestras vidas
Con las manos entrelazadas.
La tormenta
se desató.
Los
relámpagos
Iluminan las nubes.
Al norte el
cielo
Se observa
plácido
Arrebolado y azul,
Mientras el
temporal arrecia.
Es una
flor que pronto
Alcanzará el
ápice
De su
floración.
Hemos
bailado
En sueños,
Y leído un
libro juntos.
¿Te acuerdas?
Era un libro muy serio.
Y fue así
que los libros
Entraron
en nuestras vidas.
¡El mar! ¡El
mar!
Siempre que
Pienso en el mar
Viene a mi
mente
La Iliada
Y el famoso
desliz de Helena
Que le dio
origen.
De no ser
por aquello
No habría habido
Poema y el
mundo,
Si acaso
recordase
Aquellos pétalos carmesí
Desparramados
sobre las rocas
Los
llamaría simplemente
Homicidio.
La orquídea
sexual que floreció entonces
Enviando
a tantos
Hombres
desinteresados
A la tumba
Ha
marcado el recuerdo
De una raza de tontos
O de héroes,
Si es
que el silencio es virtud.
Solo el mar
En su
multiplicidad
Acoge
toda esperanza.
La tormenta
Se disipó
Y
resistimos
Todas aquellas ideas
Para al cabo
Refundar nuestras vidas.
Es la mente
La mente
La
que ha de ser sanada
Antes que llegue
La muerte,
Y el
futuro será de nuevo
Un
jardín. El poema
Es complejo,
y también lo es hacerle
Un lugar
En nuestras vidas.
El silencio
puede ser complejo también
Pero no se va lejos
Con silencio.
Comencemos
otra vez.
Es como el catálogo de
las naves
En Homero:
Hace que
transcurra el tiempo
Te hablo figuradamente
Y al cabo tus vestidos
Son figuras
también:
De otro modo no
podríamos
Entendernos. Cuando hablo
De flores
Es para recordar
Que
algún día
Fuimos
jóvenes.
No todas las mujeres
son Helena,
Lo
sé,
Pero Helena
habita en su corazón.
Querida:
En
ti también, por eso
Te amo,
Y de otro modo no podría.
Imagina que ves
Un campo
lleno de mujeres
Todas ellas blancas,
de plata.
¿Qué podrías
hacer
Sino
amarlas?
La tormenta se abate,
¡o
escampa! No es
El fin del
mundo.
El amor es algo
más,
O así lo veo yo,
Un jardín
que se extiende
-Aunque te conocí
mujer,
Y nunca te vi de otro modo-
Hasta cubrir
El mar
Y sus jardines.
Era el amor
por el amor,
El amor que engulle
todo el resto,
Amor agradecido
Por la
naturaleza, la gente, los
Animales,
Amor que engendra
Dulzura y bondad,
Lo que me motivaba
Y ese
fue el amor que vi en ti.
Debí saber,
Pero no lo sabía,
Que el lirio de los valles
Enferma
A quien lo huele.
Nuestros hijos fueron
Rivales en
el pleito general.
Los hice aun lado,
Aunque cuidaba de
ellos,
Como
cualquier hombre
Cuida de sus hijos,
De acuerdo a mis posibilidades.
Tú me
entiendes:
Tenía que reunirme contigo,
Después de todo aquello
Aún había
que reunirnos.
Amor
Al que
reverencias
Igual que
yo:
Una flor
La flor más frágil
Será nuestro
sostén
Y no porque
Para que sea
distinto
Sino porque
En la cima de mi fuerza
Me arriesgué
Para probar
Que nos amábamos,
Temblando
hasta los huesos
Por no poder
llamarte
En
el acto.
¡Del
asfódelo, esa flor verdosa,
Vengo, mi amor,
A cantarte!
Mi corazón
se enciende
Cuando pienso
en darte nuevas
De algo
Que te atañe
Y que atañe a
muchos más. Mira
Lo que busca ser noticia:
No hallarás
nada ahí, sino
En los
despreciados poemas.
Es
difícil
Obtener
noticias de un poema
Aun cuando
hoy muchos mueren miserablemente
Por carecer
De lo que
ahí se encuentra.
Escúchame
Puesto que a mí también me atañe
Como a
cualquiera
Que desee
morir en paz
En
su cama.
LIBRO II
Cercana la
muerte, según
Creemos, la muerte del
Amor, nada
distingue ya
Con
propiedad lugares
Y ambientes
Que nos han
sido
Durante
mucho tiempo
Familiares.
Todo se
Observa
Como a través del agua.
Despertamos
con un piido
De
reconocimiento
Pero pronto los contornos
Vuelven a
difuminarse.
Si buscamos
comprender nuestro tiempo,
No hallaremos la clave
En los
siglos
Dieciocho y
diecinueve,
Sino en épocas anteriores,
Más
salvajes y oscuras . .
Para saber,
así, lo que he de
Saber sobre mi propia
muerte,
Si es verdad que se acerca,
He de
analizarla.
¿Qué piensa tu generación
De
Cázanne?,
Las abstracciones de la
pintura india,
Contestó,
Son por ahora
lo único que me interesa.
Le gustó mi poema
Sobre los
trozos
De una
botella rota,
Brillando verdes entre las
cenizas
Del patio
de un hospital.
Y el otro,
sobre el alegre tapiz
De un muro,
Del que
había oído hablar
Sin haberlo
leído.
Agradecí
Su
interés.
¿Recuerdas
que
En Interlaken
Pasamos
cuatro días
Esperando
ver la Jungfrau
Y la lluvia no cesó jamás?
Entonces
Justo a
punto de tomar el tren
A sugerencia de una camarera
Corrimos
A la Gipfel
Platz
¡Y ahí estaba!,
A la distancia
Cubierto de
nieve recién caída.
Recuerdo que en Granada
Escalé,
Bajo el
calor sofocante,
Una colina reseca
Desde donde
podía verse la Alhambra.
Cuando
llegué
A la cumbre dos niños
Que ahí
Jugaban
Huyeron.
Mientras buscaba bajar
Por otra
senda
Me encontré rodeado
De
gitanas
Que treparon
hasta donde estaba,
Yo hablaba mal español,
Así
que
Con ayuda de
una joven
Pasé como pude entre ellas.
Aquellos fueron mis pináculos
Las muertes
que sufrí
Comenzaron en las mentes
De
quienes me rodeaban, era
Demasiado
lúcido
Para ignorar
La
mezquindad del mundo.
Lo acepté
como un
Destino.
Desafié
A los ricos,
O más bien,
Dado que ellos son
como son,
A quienes
los admiran.
He luchado
Para sacar la cabeza del fango
Sin
presentir jamás cómo
Al final
Sería derrotado.
Si el poema fallaba
Estaba
perdido.
Pero si he salido del mar
No es para quedarme
Fascinado
Ante el destellar de las
olas.
El libre juego
De la luz
sobre el mar
Que antes he comparado
A un jardín
No debe
engañarnos
ni convertirse
en una
imposible metáfora.
Si el poema
Refleja el mar
Refleja solo
Su danza
En la hondura
Donde esta
Parece
triunfar.
La bomba termina
Con todo aquello.
Me recuerdan
Que la bomba
Es
También una
flor
Aunque ciertamente
Orientada
A nuestra
ruina.
La mera imagen
De la bomba que explota
Nos encanta
De modo que apenas podemos esperar
Para postrarnos
Ante ella.
No creemos
Que el amor
Podría destrozar así nuestras vidas.
El fin
Llegará
A su tiempo.
Entretanto
Estamos hartos
De la bomba
Y de su
infantil
Insistencia.
La muerte no es la respuesta,
No lo es,
Para un viejo ciego
Suyos huesos
Remedan el
movimiento
Del mar,
Un viejo asexuado
Para quien
la muerte es el mar
Del que están hechos
Sus versos.
No hay mayor
Poder que el amor
Que es un mar
Y un jardín
Tan perdurable
Como los versos
De aquel
viejo ciego
Destinados
A durar para
siempre.
Pocas
personas lo creen
Ni siquiera los niños en
sus juegos.
Prefieren creer
En la bomba
Y perecerán
A causa de ella.
Comparemos
el viaje de Darwin en el Beagle,
Un viaje de
descubrimiento donde los haya,
A la muerte
Incomunicados
Del matrimonio
Rosenberg
En la silla eléctrica.
Es una seña
de nuestro tiempo
Que mientras
condenamos
Lo que ellos piensan
Reverenciemos
su fuerza.
Sin embargo Darwin
Abrió nuestros ojos
A los
jardines del mundo,
Mientras que ellos nos los cerraron.
O pensemos en aquel otro
Viaje
prometedor
Que a causa de la
avaricia,
Alimentando odio
Con miedo,
Terminó en desastre;
Un viaje
Que a mí
mismo profundamente me concierne
El de la Pinta
La Niña
Y la Santa María
¡De qué manera abrió los ojos del mundo!
¡Era una flor
Para la que
abril
Había caído del
cielo!
¡Qué amargo
Desengaño!
Al cabo,
Aquello condujo
A las
muertes que he sufrido.
Porque ha habido
Mentes
Más
despiertas que las de los descubridores
Que en su danza
marcaron
¡Un nuevo
compás!
Pronto perdido
La medid en sí
Se ha
perdido
Y eso lo sufrimos
todos.
Nos aproximamos en silencio
A la muerte.
Es la bomba la que
habla.
Toda la
represión,
Desde los
juicios por brujería en Salem
Hasta las
recientes
Quemas de libros,
Son
evidencias
De que la bomba
Se ha metido en nuestras vidas
Para
destruirnos.
Los taladros
Que perforan la tierra buscando
Petróleo
perforan también
Mi costado.
¡El despilfarro, el
Despilfarro
domina el mundo!
He ahí la obra de
la bomba.
¿Qué si no
fue el incendio
Del Jockey
Club de Buenos Aires
(“malos
aires”, deberíamos decir) cuando
Con la connivencia de Perón
Junto con
los libros
Los vándalos
destruyeron
Los inestimables goyas
Que ahí se
exhibían?
Todo el mundo
sabe cómo atesoramos
Las pocas
pinturas
A las que
aún nos aferramos
Especialmente
aquella
Del difunto
Charlie
Demuth.
Mi vida secreta
Se ha erigido
Sobre tus
sonrisas
Y ciertas
minucias de esa suerte:
No haber tenido
Que ver en
la muerte
De un niño.
Pero lamento
Sobre todo
Que las palabras
hechas
De aire, o de menos que
Aire, y que
el
Aire traía
Insistiendo
En ser
escritas
Hayan llegado ya
A su fin.
Pues entre
todo aquello,
Lo que he hecho
de mí mismo,
Se yergue esa única imagen
Que amo
Tanto como a ti
y que
Por
tanto
Nos reúne.
LIBRO III
¿Qué poder
posee el amor, sino el del perdón?
En otras palabras,
Por
intercesión suya
Lo hecho
Puede deshacerse.
¿Qué bien
mayor podría haber?
Por eso
He invocado una flor
Que
Siendo
frágil
Tras el crudo invierno
Vuelve a brotar
Para nuestro
deleite.
El asfódelo, creían nuestros
ancestros,
Para
encono del maligno
Era esa
flor.
¡Con margaritas bicolor y
Violetas
azules,
Acostumbra a
decirse, llega la
Primavera!
Ojalá sea
Así con la
primavera del
Amor
Si
logramos dar con
La palabra
secreta
Que lo conjure.
Son
ridículos
Nuestros
aires de gente
Profunda
Mientras
tuve tu amor
Fui rico.
Pensando que lo he perdido
Me torturo
Sin descanso
No he venido a ti
Humillado
A confesar
mis faltas:
Las he confesado ya,
Una a
una.
En el nombre
del amor
Vengo orgulloso
Como tu
igual
A ser
perdonado.
Sé que tienes razones
Para
estar enojada,
Pero déjame
intentar,
Si es posible,
Hacer
lo que toca
Para que
aceptes pensar
Bien de mí
Otra
vez.
La estatua
Ecuestre de Colleoni
Con el fornido hombrecito
De armadura
Montado
Y
alzando la espada desenvainada
Vuelve
insistentemente
A mi memoria.
Y con
ella
El caballo
rampante
Provocado por la yegua en
Venus y Adonis.
Esas son
atroces
Imágenes de fuerza.
Una
noche
Esperando en
la estación
Con un amigo
Un tren
de carga pasó
Como un
relámpago
Levantando el polvo.
Mi
amigo
Un famoso
artista,
Se volvió hacia mí
Protegiéndose los ojos:
Así
quisiéramos ser todos, Bill,
Me dijo. Sonreí
Pues
sabía cuán en serio
Hablaba.
Ayer, en el metro,
Vi a otro
Hombre.
Yo iba a la
ciudad
A una reunión.
Se me
quedó mirando
Y yo a él:
Llevaba entre las rodillas
Un
bastón de puño desgastado
Adecuado
Para espantar perros.
Tendría unos cuarenta años,
La oscura
Barba partida por la
Mitad
Y un
sombrero
De fieltro marrón
Más
claro
Que la piel
de su rostro. Sus ojos
Parecían inteligentes,
Bien abiertos
Aunque
evasivos, afables.
Me dio curiosidad
Y lo
miré con
Insistencia.
De complexión delgada,
Pero bastante fuerte,
Vestía un abrigo
Negro
cruzado y un
Chaleco
Que dejaba ver el
cuello
De su gruesa
y sucia
Ropa interior.
Las rayas de su
Pantalón
eran
De un vivo
Marrón rojizo. Sus
Zapatos, de
buena factura
Aunque un tanto gastados,
Habían sido lustrados poco antes.
Los
calcetines, marrones,
Le llegaban a la pantorrilla.
En el bolsillo del
pecho
Lucía
Una pluma dorada
Y un portaminas
Común. Por
algún motivo
Incomprensible
No pude dejar
De mirarlo.
Entre sus piernas, en el suelo,
Podía verse
Un vetusto
portafolio de piel
Lleno a reventar.
Entonces recordé:
Cuando mi
padre era joven
-como supe
Por una vieja fotografía-
Llevaba una
barba como esa.
Este hombre
Me recuerda a mi padre.
¡Estoy
viendo
La cara
De mmi padre! La cubierta
De un
letrero comercial
Hace
De reflector. Es mi
Rostro.
Pero de pronto
El vagón chirría y se detiene.
Háblale
Me rogué. Él debe
Saber el secreto.
Se había ido
Y no hice nada.
Con él
Se esfumaron
los hombres
Y también, a su lado,
Las mujeres.
Sin ser
necesariamente
Extravagante, aquello
Me
pareció
Una flor de
aroma
Perdido. Una flor,
Una exótica orquídea,
Que Herman
Melville admirara
En la
Selva
de Hawai.
O las lilas
De los hombres que dejaron su
impronta,
Alumbrados por antorchas:
Rituales de
caza,
En los muros
De
prehistóricas
Cuevas de
los Pirineos
-qué enormes dibujantes eran-,
Bisontes y venados.
Sus mujeres
Tenían grandes nalgas.
Pero ¡qué enormes
Dibujantes
eran!
Maravillosos,
¡por las barbas de mi padre!
Y así,
aprovechando,
¿cómo si no?
Lo que me ocurrió
En un vagón
del metro
He construido una imagen
De todos los hombres.
Es invierno
Y allí
Esperando
que las atiendas
Están tus
plantas,
¡Pobrecitas!, dices,
Mientras, compasiva,
Viertes en
sus raíces
El agua vivificante
Demacrado
Me dije
Siendo ella tan amable
¿Por qué no lo sería
También
conmigo? Así
Me armé de valor
Para
continuar.
¡Querida,
ven a mis brazos!,
Dije, apresurado,
Llevado por algún
Extraño
impulso,
Jactándome
De
que aún tenía
Orgullo.
No creas
Al menos
En cierto
modo,
Que me avergüenza confesar, puede
decirse
Que aún
tengo orgullo. Con esa actitud
Te reclamo,
Puesto que yo lo he hecho ya,
Que perdones a las mujeres
Que te han
ofendido
Artista es quien
Busca y quien otorga
Un perdón
así.
El perdón nos curará a ambos.
Guardémoslo
En secreto,
pero tengamos confianza.
Estos rostros
Que se yerguen a mi alrededor
Están, lo sé
Igualmente llenos de orgullo.
Las flores, sin embargo,
Con idéntica
certeza saben
Que no es primavera
Y sólo se alzarán, dignas,
En la
estación adecuada.
Los hombres han caído en trance.
Están aturdidos,
Como
demuestran sus rostros en los
Diarios. Vamos tras ellos
Como los niños
Tras el
flautista
De Hamelín –aunque él
Se
interesaba
Sobre todo
por las ratas.
Te digo
Entre nos
Que los
rostros de muchos hombres que veo
En reuniones
O cuando me topo con ellos
Por doquier
Están llenos de avaricia.
Aprendamos
De esos
otros.
Son las flores de la especie.
El asfódelo,
Aunque es
pobre,
Está entre ellos.
Ante su orgullo, sin embargo,
Viene a mi
mente
La margarita;
No la tímida flor
Inglesa,
sino aquella, luminosa,
Que cubría
De blanco
Los campos
Que conocimos
De niños.
¿Recuerdas
Su aroma sazonado
Dulce? ¡Cuánta abundancia!
Y, para tu
placer,
Vienen a mi mente
Muchas otras flores:
¡la pequeña
violeta amarilla, de delicado aroma,
Que crece
En lugares pantanosos!
Te pareces a
ellas
Aunque enseguida
Me corrijo:
Eres una
mujer
Y no una flor
Y has de enfrentar
Los problemas
propios de una mujer.
Pero en muchos sentidos
Fuiste una flor
Te lo digo
ahora
Y de eso está
Hecho hoy
Mi tormento:
De que nunca
Pude olvidarlo.
Me has
perdonado
Renovándome.
Por eso
En el lugar
Que la imaginación dedica
A la memoria
De lo que ha
muerto
Te traigo
Una flor última. No creas
Que por ser
dicho
En un poema
No ha de tomarse en serio
O que los
hechos no habrán de respaldarlo.
¿No son flores los hechos?
Y las flores,
¿no son hechos?
¿No son
flores y poemas
Y todas las obras de la
imaginación
Intercambiables?
Lo cual
prueba
Que el amor
Las rige a todas, por tanto
Tú serás mi
soberana,
Soberana de amor
Para siempre.
CODA
Inseparable
del fuego
Es la luz
Que de hecho
es más importante
Luego viene
Eso que tanto hemos temido,
Pero que no
puede
Triunfar
sobre lo que ya no está.
En el enorme intervalo
Entre el
relámpago
Y el rayo
que cae
Ha llegado la primavera
O se ha
producido una intensa nevada.
Llámalo
vejez, si quieres.
Ese
trecho bastó
Para ver
Al potro dar
una coz.
No hay que apurar
La risa y
la diversión,
La eternidad
no alcanza
Para que el calor agote la luz .
Eso es
seguro.
Eso castra a
la bomba,
Permitiendo
Que la
mente la contenga.
En ese
dulcísimo intervalo,
Cuando el
amor florecerá,
Tarde o
temprano,
Y se hará accesible al amante.
¡Solo la
imaginación es real!
La he descrito
Como un
tiempo sin fin.
Si un hombre
muere
Es porque la muerte, primero,
Ha poseído
Su
imaginación.
Pero si rehúsa morir
Ningún
mal
Puede
ocurrirle
A no ser que la muerte
Del amor
lo alcance
A toda
carrera.
En tal caso, sin duda,
Para él
La luz se
habrá esfumado.
Pero amor e
imaginación
Son tal para cual,
Raudos
como la luz,
Para conjurar
la destrucción.
Así que hemos venido a mirar
pasar el tiempo
Como si
fuera
Una tormenta
veraniega
O una luciérnaga, seguros,
Gracias
a la imaginación,
A salvo a su
cuidado,
Puesto que si
La
propia luz
Se esfuma
El edificio entero
Se
hunde.
Luz,
imaginación,
Y amor,
Hoy,
Por ley
natural,
A la que nos acogemos,
Mantienen
Intacto
Su dominio.
Así, amemos
Confiados, como la luz
En su batalla contra las tinieblas
porque hay
tanto que decir
o más
de la
luz
que de la
oscuridad
que John Donne
por
ejemplo
entre muchos
otros
nos presenta.
En
esa controversia
Que involucra
a los jóvenes
Y a los viejos: Tolstói,
Villon, San Antonio, Kung,
Rimbaud,
Buda
Y Abraham Lincoln,
La victoria
es siempre
De la luz.
La luz
¿Quién ha hecho avanzar más la
luz?
¡Cualquiera
de ellos!
La luz
Será siempre más rápida
Que el trueno.
La
ceremoniosidad medieval
Está llena de humanidad y aún
hoy
Su
rumor nos deleita
Igual que en
nuestros días gozamos
La lectura de Chaucer,
Como
si fueran
Los ornamentos
de un sacerdote
(o los de un temible cacique).
Todos
son
Celebraciones
de la luz.
La pompa y la ceremonia
De los matrimonios
-“Dulce Támesis,
corre suave
Hasta que mi canto
Termine”-
Lo son
también.
Para nuestra
boda, igualmente,
La luz se despertó
Y brilló. ¡La luz
Se detuvo
frente a nosotros,
Expectante!
Pensé que el mundo
Se detenía.
Ante el altar,
Tan
decidido estaba
Ante mis
votos
Tan conmovido por tu presencia,
Una joven pálida
Presta al
desmayo,
Que me compadecí
Y quise protegerte.
Cuando lo
pienso, hoy,
Toda una vida después,
Es como si
Una aromática
flor
Dispuesta para mí
Se hubiese abierto.
El asfódelo
No tiene olor
Excepto para la imaginación
Pero también
ella
Celebra la luz.
Es tarde ya
Pero un
aroma
Que pareciera provenir de
nuestra boda
Ha revivido para mí
Y ha
comenzado de nuevo a penetrar
Por las grietas
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