Dusan Simic, que más tarde cambiaría su nombre de pila por el de Charles, nació en Belgrado el 9 de mayo de 1938 y murió el 9 de enero de 2023. Sus padres, un ingeniero y una profesora de canto, zanjaron sus continuas desavenencias con una separación que llevó al padre lejos de Yugoslavia, primero a Italia, más tarde a Estados Unidos. Por su parte, la madre iba a intentar cruzar con sus hijos la frontera de Yugoslavia en repetidas ocasiones, pero siempre acababan siendo atrapados por la policía, teniendo que pasar alguna temporada en prisión. Finalmente, en 1953 las autoridades comunistas les facilitaron los pasaportes que los llevarían a París, donde residirían durante un año, entre grandes estrecheces económicas e interminables colas burocráticas para renovar los permisos de residencia. En 1954 logran el visado para Estados Unidos y residen en Nueva York hasta 1955, año en que la familia vuelve a reunificarse en Chicago, donde el padre había logrado un empleo en una compañía telefónica. En Chicago, el futuro poeta comienza a frecuentar en compañía del padre los clubs de jazz y se aficiona a la pintura. Al mismo tiempo que pasa gran parte de su tiempo en las bibliotecas devorando libros, comienza a escribir sus primeros poemas en inglés. Ezra Pound, T.S. Eliot, William Carlos Williams, Brecht , Rilke y, especialmente, Hart Crane son sus primeras influencias. En 1956 Simic ingresa en la Universidad de Chicago en horario nocturno, costeándose las clases como chico de los recados en el diario “Chicago Sun Times”. En 1958 Simic vuelve a Nueva York, donde continúa sus estudios nocturnos en la Universidad, mientras alterna diversos trabajos por las mañanas, desde vendedor de camisas en unos grandes almacenes hasta oficinista contable o pintor de brocha gorda. También comienza a publicar sus primeros poemas en la revista “Chicago Review”. En 1961 Simic es reclutado como soldado; su conocimiento del francés le facilita una larga estancia en Francia, donde ocupa un puesto militar en el que trabaja para resolver los conflictos de los soldados. En 1966, ya de vuelta a Nueva York, se gradúa en Artes y estudia en profundidad la lingüística rusa para poder leer a Tolstoi, Dostoievski o Chejov. En esta época el insomnio que padecía desde su adolescencia comienza a hacerse crónico y le permite escribir durante las noches una serie de poemas que serán publicados bajo el título de “What The grass says”, al que le sigue, dos años después, Somewhere Among us a Stone is taking notes”. Su incipiente notoriedad provoca una lluvia de ofertas por parte de colegios y universidades que le requieren como profesor de escritura creativa y literatura. Primero acepta un trabajo en el Colegio Universitario Estatal de California, y en 1973 se traslada a la Universidad de New Hanmpshire, donde fue profesor de literatura americana y escritura creativa hasta su jubilación. La poesía de Simic ha estado influida por los surrealistas franceses, sin desdeñar a los poetas hispanoamericanos Cesar Vallejo y Pablo Neruda. Se considera también que Simic forma parte de la tradición de Nueva Inglaterra, de la que forman parte autores como Emily Dickinson, Robert Frost o Wallace Stevens. Sus poemas alternan imágenes impredecibles con un estilo narrativo conciso. Su libro “Paseando al gato negro" (1996) ha sido finalista del Natinal Book Award y “El mundo no se acaba” (1990) ganó el premio Pulitzer. (La traducción de los poemas seleccionados se le debe a Nieves García Prados)
POEMA
Cada mañana olvido cómo es.
Veo el humo crecer
A grandes pasos sobre la ciudad,
Y no pertenezco a nadie.
Entonces, recuerdo mis zapatos,
Cómo tengo que ponérmelos,
Cómo al agacharme para atármelos
Miro dentro de la tierra.
(1971, “Desarmando el silencio”)
HUESOS
Mi tejado está cubierto de huesos de paloma.
No los molesto. Los dejo
donde están, calientes
en sus camas de plumas.
De noche escucho los huesos.
Las pequeñas calaveras crujiendo contra el zinc,
mientras el viento sopla muy suave, tan suave
como si un grillo cantara dentro de un tulipán...
Lo que para mí es alegría, es dolor para otros.
Siento ese dolor rodeando mi casa
como un anillo de bestias alrededor de una fogata
antes del amanecer.
("Desarmando el silencio", 1971)
POEMA
El enigma de lo invisible es el enigma
de la memoria. Lo invisible es precisamente lo que
nadie recuerda. Como esa canción
que conocías, como el chiste que una vez te hizo
llorar de risa...
Y dices que hace un tiempo estos árboles
no eran como estos árboles, que hace un tiempo
estos árboles en el viento eran mucho más
árboles que estos árboles...
Pero el lenguaje, por supuesto, es un tipo de canción
de cuna.
("Regreso a un lugar iluminado por un vaso de leche", 1974)
REGRESO A UN LUGAR ILUMINADO POR UN VASO DE LECHE
Bien entrada la noche nuestras manos dejan de trabajar.
Descansan abiertas con huellas de animales
viajando a través de la nieve reciente.
No necesitan de nadie. La soledad las rodea.
Cuando se acercan, cuando tocan,
son como dos pequeños arroyos
que al entrar en un ancho río
sienten la fuerza del mar distante.
El mar es una habitación lejana en el tiempo
iluminada por los faros de un coche al pasar.
Un vaso de leche resplandece en la mesa.
Sólo tú puedes alcanzármelo ahora.
("Regreso a un lugar iluminado por un vaso de leche", 1974)
CUENTO PARA DORMIR
Cuando un árbol cae en un bosque
y no hay nadie alrededor
que escuche su caída, los pobre búhos
tienen que pensar mucho.
Piensan tanto, que terminan cayéndose
y son comidos por las hormigas,
que (como ya sabes), parecen
Caperucitas Negras.
("Bailes típicos de salón", 1980)
MANUAL BÁSICO
Este iño se ha ensuciado
jugando en las cenizas
Cuando lo llamaron de su casa,
cuando gritaron su nombre entre las cenizas,
ue un trozo de cenizas
el que respondió.
Pequeño trozo de cenizas, le dijeron,
aquí tienes o tro poco de cenizas para la cena,
Para que te dé sueño,
para que crezcas fuerte.
("Bailes típicos de salón", 1980)
TEÓRICO
Ella tiene algo en el ojo izquierdo.
Es una escalera.
Diminuto. Muy interesante.
También un cubo y un hombre
con bata blanca. Él tiene una brocha.
Va a pintarle el ojo de negro.
Imito el sonido de los besos
para asustarlo.
("Pronóstico del tiempo para utopía y sus alrededores", 1983)
DICIEMBRE
Nieva
y los vagabundos todavía
van
cargando con sus pancartas-
una proclama
el fin del mundo
la otra
los precios de una barbería local.
("Blues interminables", 1986)
GUERRA
El dedo tembloroso de una mujer
recorre la lista de víctimas
la noche de la primera nevada.
La casa está fría y la lista es larga.
Todos nuestros nombrtes están incluidos.
("El mundo no se acaba", 1990)
MOTEL PARAÍSO
Había millones de muertos; todos eran inocentes.
Me quedé en mi habitación. El Presidente
habló de la guerra como una mágica poción de amor.
Mis ojos se abrieron asombrados.
En el espejo mi rostro
parecía un sello de correos ya usado.
Vivía bien, pero la vida era espantosa.
Había muchos soldados aquel día,
miles de refugados atestaban los caminos.
Naturalmente todos desaparecieron
en un abrir y cerrar de ojos.
La historia lamía las comisuras de su boca sangrienta.
En el canal de pago, un hombre y una mujer
se comían a besos y se arrancaban la ropa,
mientras yo los miraba
con la televisión en silencio y el cuarto a oscuras
salvo por la pantalla en la que el color
se volvía demasiado rojo, demasiado rosado.
("Una boda en el infierno", 1994)
EN UN BOSQUE DE SUSURROS
Hay una gallina ciega
picoteando un grano de oro
y un arroyo muy frío
temeroso de fluir
un preso huido habla de su tierra
a un árbol mustio
y el cuervo favorito de la muerte
está posado en él.
en un bosque de susurros
donde una sola hormiga
acaba de echarse a la espalda
una paja quemada
("Paseando al gato negro", 1996)
ÁRBOL SOLITARIO
Un árbol se asusta
con sus propios murmullos en la noche.
Teme romperse,
justo ahora
embrujado por el lejano atardecer
Hace un ruido
lleno de profundos recelos,
como si barajaran
cuchillas sangrientas,
y otra vez la quietud.
Los pájaros están demasiado aterrorizados
para hacer comentarios.
Cada hoja es una aparición
para otra hoja,
una angustia distinta.
Rama desnuda:
el dedo de la sospecha.
("Paseando al gato negro", 1996)
LIBRO PARA COLOREAR AL ATARDECER
Los árboles azules discuten con el viento rojo.
La yegua blanca tiene un pavo real de sirviente.
El halcón trae la noche en sus garras.
La montaña dorada no existe.
La montaña dorada toca el cielo negro.
("Espantapájaros", 1999)
PAISAJE INMUNDO
Esta es la estación de las espeluznante flores salvajes
esparcidas por los prados
borrachas de besar
las brisas ardientes del verano.
Una zanja medio desnuda
abre sus piernas en el huerto
atestado de pájaros malhablados
y de sombras obscenas.
Escandalosa vista de la colina
con nubes rosas de depravación.
El sol se asoma entre ellas
de vez en cuando como un proxeneta.
("Espantapájaros", 1999)
LA LLEGADA DE LOS FAMOSOS
Tragedia y Comedia
salen de una limusina
con lujosas pieles
y minifaldas
repartiendo besos.
A un lado y a otro.
Un alboroto de admiradores
empujándose y estrujándose
gritan por una mirada,
y -!de pronto!
se hace el silencio
y todos callan.
¿Hay alguien (pregunté
a mis vecinos),
Ya tirado en la pista de baile
acuchillado
murmurando el nombre
que todos queremos oír?
Los imponentes guardaespaldas
de cabezas rapadas
y gafas oscuras
no me pueden escuchar,
o no se dignarán
a admitir mi presencia.
("Espantapájaros, 1999)
BARCO DE TONTOS
Soy el polizón en la cofa del vigía
Mis viejas cartas de amor son las velas,
llenas de suspiros y de besos.
En la mesa del capitán, una monja con cara de luna
se está comiendo un bicho.
En el cielo, una bandada de camisas blancas
vuelan a una lavandería en África.
El capitán prende fuego a su barba.
Por el catalejo, puedo ver al florista
a lomos de un tiburón
trayendo docenas de ramos de rosas blancas.
("Espantapájaros", 1999)
PERRO ENCADENADO
Así es como va a ser,
una tarde gris con olor a nieve.
Dando vuelta al roble
¿Cuánto crees que vas a tardar
en quedarte enredado?
Tu mala suerte fue ser cariñoso
con gente que prefiere un nuevo sofá
que a ti.
Fred, pobre chucho, la noche
llega. Los niños que jugaban
al otro lado de la calle tuvieron frío
y volvieron a casa. Mira el humo
salir de sus chimeneas.
Al cielo nublado, mientras puedas.
Pronto, ahí sentado, nadie podrá verte.
Tendrás que ladrar
aunque no haya luna. Ladrar y gruñir
para no sentirse tan solo.
("Picnic nocturno", 2001)
GRILLO DEL INSOMNIO
Te pondré en una caja pequeña sobre mi almohada.
Me harás compñía.
Me advertirás de vez en cuando
mientras el silencio se hace cada vez más profundo.
Mi padre pasa las noches en el cuarto de baño
Pensando en el significado de su vida.
Nos habíamos olvidado completamente de él,
lo encontramos dormido por la mañana.
Oh astutas paredes, techos
y espejos en la oscuridad,
escuché su reloj de bolsillo en su tumba-
¿O se trataba de un grillo?
En la misma hierba alta
donde unas pocas luciérnagas solitarias
construían la eternidad
en los faldones del abrigo negro de cualquiera.
("Mi séquito silencioso", 2005)
HISTORIA SECRETA
De la luz en mi habitación:
sus cambios de humor,
mañanas oscuras y melancólicas,
éxtasis del verano.
Araña en la pared,
lámpara ardiendo hasta tarde,
zapatos junto a la cama,
soy tu humilde escriba.
Bolas de polvo, simples almas
reunidas en una esquina.
El pendiente de perlas que ella perdió
todavía no ha aparecido.
Silencio de la nieve al caer,
Noche esfumándose sin dejar rastro,
sólo para volver.
Soy tu humilde escriba.
("Un pequeño algo", 2008)
PERCHAS DE ALAMBRE
Todo lo que necesitan
es un pequeño vestido rojo
para empezar a balancearse
en ese armario vacío
para que el resto
se dé codazos
soñando como agujas de tejer
o maliciosas lenguas.
("Un pequeño algo", 2008)
TITIRITERO
Por miedo a la soledad, nos fabricó.
Temiendo la eternidad, nos dio tiempo.
Oigo su bastón blanco golpeando
de un lado a otro en el pasillo.
Espero que los vecinos se quejen, pero no.
la niña que lloraba
se ha callado
cuando su padre llegó a su cama.
Son las dos menos cuarto.
En esta calle de oscuras casas de empeño,
apartamentos y albergues,
uno o dos títeres andrajosos están despiertos.
("Señor de las máscaras", 2010)
LOS AMANTES
En el bosque un buen domingo,
cuando éramos niños,
nos encontramos una pareja tambada en el suelo.
Cogidos de la mano, con miedo
a perdernos, vimos lo que al principio
pensamos que era una mancha de nieve,
denudos y abrazos
en el suelo, el viento
mecía las ramas sobre ellos
como pasamos furtiamente, nunca supimos
quiénes eran, ni volvimos a mencionarlo
entre nosotros ni a nadie más.
("Señor de las máscaras", 2010)
LUZ DE VERANO
Le gustan las iglesias vacías
en la hora azul del amanecer.
Las sombras se abren
como las cortinas de una feria,
los ojos del crucificado
están mirando hacia abajo desde la cruz
como viendo la sangre en sus pies
por vez primera.
("Señor de las moscas", 2010)
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