Jorge Guillén nace en Valladolid, en el seno de una familia burguesa, en 1893. Allí realiza sus primeros estudios hasta que se traslada a Madrid para comenzar la carrera de Filosofía y Letras. En esta ciudad inicia a la vez una estrecha relación con la residencia de Estudiantes, en donde más tarde conocerá a alguno de los miembros más destacados de la generación del 27, además de Juan Ramón Jiménez y Ortega y Gasset. Entre 1909 y 1911 viaja por Suiza e Italia. Después de un traslado a Granada, obtiene allí la licenciatura en 1913. Desde 1917 a 1923 sucede a Pedro Salinas como lector de español en La Sorbogne. Antes había pasado un periodo largo en Alemania. En uno de sus frecuentes viajes por Europa conoce, en la localidad de Trégastel (Bretaña), a la que más tarde será su primera mujer, Germaine Cahen, con la que tendrá dos hijos. En 1924 se doctora en Madrid con una tesis sobre el “Polifemo” de Góngora. Durante tres años desempeña la cátedra de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Murcia, ciudad en la que fundará, junto a unos amigos, la revista “Verso y Prosa”. Es también, durante este periodo, cuando envía a revistas sus primeros poemas, que culminan con la publicación, en el año 1928, de su primer libro, “Cántico”, que en una primera edición constaba sólo de 75 poemas, lejos todavía de su magna versión definitiva. En Oxford pasa tres años como Lector de Español, de 1929 a 1931. El destino sigue uniendo a dos poetas que quedarán vinculados por estrecha amistad hasta el final: de nuevo le toca suceder a Pedro Salinas, esta vez en la cátedra de la Universidad de Sevilla. Allí le sorprende el estallido de la Guerra civil. Después de un breve encarcelamiento en Pamplona, en 1928, parte hacia el exilio. Durante su etapa fuera de España ejercerá su labor docente en las Universidades de Middlebury, McGill (Montreal) y en el Wellesley College, donde vuelve a ocupar el puesto que deja vacante el inevitable Salinas. Después de la muerte de su mujer, Germaine, y de jubilarse en el Wellesley College, en 1957 marcha a Italia, donde conocerá al año siguiente a su segunda mujer, Irene Mochi-Sismondi, junto con la que regresa durante un breve periodo de tiempo a la ciudad de Málaga. Harvard y Puerto Rico son sus nuevos destinos docentes, hasta que una caída, con rotura de cadera, lo aparta definitivamente de la enseñanza. Durante los últimos años de su vida radicó su residencia definitivamente en la ciudad de Málaga, donde le fueron llegando multitud de premios como reconocimiento a su categoría como poeta y ensayista, entre ellos el premio Cervantes, en 1976, y el Alfonso Reyes, en 1977. Murió en Málaga el 6 de febrero de 1984.
A Jorge Guillén se le ha considerado discípulo de Juan Ramón Jiménez, por su
inclinación a la poesía pura, que el definía como “todo lo que queda en el
poema después de haber eliminado todo lo que no es poesía”. Jorge Guillén
comienza tardíamente su carrera poética con la publicación de los 75 poemas de
Cántico en 1928, que será ampliada con sucesivos poemas, hasta alcanzar los 334
en su versión final publicada en México en 1950. Jorge Guillén concibió siempre
su obra como un todo orgánico que se iría completando con más libros: Clamor
(1963), Homenaje (1967), otros poemas (1973) y final (1982). Obra de actitud
optimista, exalta el deleite de existir, la armonía cósmica y la plenitud de
ser. Su obra ha sido tachada por la
crítica de fría e intelectual, pero se trata de una visión superficial que no
tiene en cuenta toda su trayectoria. Su obra oscila desde la poesía pura y
conceptual de “Cántico” al tratamiento poético de los problemas sociales más
acuciantes, como se puede apreciar en su segundo libro, “Clamor”. No obstante,
se percibe una patente unidad dentro de su obra, que responde a una trayectoria
vital. En “Clamor” (1963), afloran a la superficie los aspectos más
problemáticos de la existencia: la injusticia, el desorden o la muerte. Su
permanente actitud de júbilo vital es lo que hace, sin embargo, que su fe en el
hombre permanezca intacta. Con su tercer libro, “Homenaje”, -alguno de cuyos poemas
se seleccionan aquí-, vuelve a cerrar un círculo abierto con “Cántico” y,
desechando las preocupaciones sociales, se concentra en las grandes obras literarias
de todos los tiempos.
Siempre se ha proclamado la influencia indudable de Paul
Valéry, al que admiró y tradujo. También la influencia de Mallarmé, en lo tocante a la organización de sus
poemas. Dámaso Alonso y otros han
señalado el influjo del cubismo, pero el autor se ha encargado de negar
cualquier relación consciente con este movimiento. La tendencia conceptual de
su poesía se ha asociado con la etiqueta de “deshumanización del arte”, que en
su momento acuñó Ortega. Se puede ver su poesía como un intento de depurar la
realidad de todo lo que es contingente y superfluo, mediante un lenguaje
desnudo y preciso que busca
transparentarla. Trata de someter el mundo que le rodea a una sutil
estilización poética que a la fuerza hace que su poesía resulte abstracta, pero
siempre deja intacta la materia viva y concreta de la que ha partido.
Guillén siempre mostró un gran interés por las métricas
tradicionales, especialmente de arte menor. La estrofa que mejor conecta con su
idiosincrasia poética es la décima. Se adecua a su gusto por la concisión y la
redondez. Recurre mucho al encabalgamiento, a veces abrupto, lo que le permite
dislocar la sintaxis y el ritmo y destacar el significado de ciertas palabras
claves. Su afán por esencializar el mundo se refleja en oraciones nominales y
en una sintaxis simple. Las ideas se suceden entrecortadamente y sin
ampulosidad. Al elevar las cosas a un plano trascendente, éstas aparecen
dotadas de un alma propia que queda expresada en el abundante uso de personificaciones.
GUIRNALDA
CIVIL
I
Va
extendiéndose un magma.
Huelgas,
disturbios, choques.
Turbas,
heridos, muertos.
¿A dónde va
este caos?
Dirigido
atropello.
La
providencia al quite.
Dios y una
tiranía.
2
Un hacha
antigua. ¿Criminal? Sagrada,
Al servicio
de Dios y de los jefes
Que en su
nombre, deidad inexorable,
Van salvando
a los vivos y a los muertos.
Hacha de
Fundación, Cenit de Régimen,
Nuestra
Señora de la Patria unida
Por santo
fratricidio victorioso..
La consigna
es el corte
El corte,
El corte.
3
En
movimiento horizontal
Se propaga
el crimen. Son turbas.
Tanta sangre
forma caudal.
Verticalmente
se propaga
La
destrucción que el mando orienta.
Del Orden va
todo a a la zaga.
Jarro-cáliz,
sangre de rito,
Da tal
vértigo al fratricida
Que
convierte en gloria el delito.
4
¿Crímenes en
cada bando?
De diferente
sentido:
Hacia un
pasado bramando,
Al porvenir
dirigido.
¿Dos
Españas? En efecto
Una asesinó
a la otra
Y el país
quedó perfecto.
¿Un poeta
asesinado?
Mucha gente
asesinada.
Sobre el
crimen un Estado.
Aquí no ha
ocurrido nada.
5
No se
llamaba Caín
Quien fue el
sumo fratricida:
Dejó sólo
con su voz
A medio país
sin vida.
6
Su lucha inauguró
con maña y crimen
Estableció
bajo terror gobierno.
“Que los más
opresores se me arrimen.”
Y proyectó
que el mando fuese eterno.
7
Los
terroristas logran imponerse.
El gran
poder arraiga en muchos miedos.
Todos, por
fin, bendicen –resignados-
A Jehová. Su
Sinaí ya es Gredos.
8Guerra
cruel. Gran fracaso
Del país,
gran confusión.
Dos señores
dialogaban
Sufriendo
común dolor.
-Hace ucho
tiempo, mucho
Que se nubló
nuestro sol.
Todo va mal.
-¿Desde cuándo?
Oíd lo que
respondió:
-Desde que
Fernando VII
Juró la
Constitución.
9
Fracasó la
Monarquía,
Ay, fracasó
la República,
Fracasó toda
la Historia
De España en
aquella furia
Final ¡Oh
guerra civil
En demoníaca
yunta!
Quedó, cola
de catástrofe,
Un rastro de
dictadura
Cada
español, uno a uno,
Comenzó a
buscar fortuna.
10
(Y mientras
tanto,
Qué profundo
fue el eco en la conciencia,
Atónita
conciencia universal.)
Quien se
dice tranquilo y puro miente,
Bien
sumergido en bruma
Para no
contemplarse en el espejo,
Y ver su faz
de víctima, de cómplice,
De verdugo a
su modo.
¿Quién no
sabe y no siente
Que hubo
también derrota de un gran ímpetu,
Que ese
difícil sueño de una mejor España
Murió en la
violencia de un vasto asesinato?
Todo quedo a
nivel de historia infame:
Anatema a
los yerros y delitos,
Anatema a
las obras más felices,
Anatema a
los óptimos,
Obstrucción
sin cuartel
A una
latente España más humana.
He ahí,
vergonzoso anacronismo,
Esa Iberia
retráctil.
11
Innúmeras
son ya las vidas truncas.
Cadáveres
sepultos no se sabe
Dónde: no
hay cementerios de vencidos.
Gente medio
enterrada en sus prisiones.
Algunos
huyen, otros se destierran
Para no
perecer de su propia cólera.
Pero entre
tantas muertes y catástrofes
Algo
subsiste sin cesar feroz,
El más feroz
de todos los poderes:
Vida, vida
sin fin.
Y poco a poco,
Y sin cesar,
inexorablemente
Se reanudan
las formas cotidianas,
Se inventan
soluciones.
La vida es
implacable.
ATOMO
(Células,
retrayéndose, remotas,
Retienen
todavía
Disposición
de sueño.)
Poco a poco
principio a recordarme.
A través de
profunda consistencia
Voy
sabiendo, me alumbro
Negándome a
esa mina,
Oscuridad
inmóvil. Gozo casi
Del
“silencio infinito de los cielos”,
Que será
atroz, atroz
Sin eje de
conciencia,
En soledad
que siento aquí espantosa.
Y mientras
consiguiendo acompañarme
Doy sentido
a lo oscuro,
Se inicia
vagamente en la ventana
Claridad,
sí, de fuera, compañía
Que sin
querer me asiste,
Alumbrándome
a mí,
Eslabón
diminuto
De universo
que envuelve,
Átomo nada
más,
que se desdobla.
CONSUMACIÓN
I
Automóviles
rotos: cementerio
De metal y madera.
La chatarra
también es algo serio
Como la primavera.
II
Gran ciudad.
Día gris. Con bruma el humo.
Fábricas. Desperdicios
En arrabal,
del hombre sólo indicios.
Limón aún, sin zumo
III
Montones de
carruajes: camposanto
De madera y metal.
También esa
chatarra tiene encanto:
Perfección de final.
POSANDO
Prisionero
del pintor,
Yo era sólo
la realidad
Gracias a un
disciplinado
Trance
inmóvil. –Contemplad.
¿Quién pide norma?
¿La forma?
La mirada
iba y venía
De mi cuerpo
hacia el papel
Donde surgía
un retrato
Que a la
pluma era muy fiel
¿Para el objeto
Respeto?
El arte
figurativo
Me imponía
su tensión.
Yo era un
mortal en difícil
Proceso de
salvación.
ACUARIO
Por el
silencio del acuario bogan,
Se deslizan,
discurren peces suaves
Que
lentamente giran, tornan, siguen
Por una ruta
sin quehacer, sin meta.
¿Se aburre
el pez en ocio que no acaba?
El tedio es
sólo humano. Pez profundo
Nace, come,
se reproduce, dura,
Ignora su
destino –como el hombre
Que, testigo
tras un cristal de acuario,
Admira, se
interroga, no comprende.
IDEALISTA
Era la
vacación
En una isla
hermosa.
Preguntó un
niño a otro:
“Dime.
¿Dónde tú vives vida real?”
Un vivir tan
perfecto ¿dónde ocurre?
“La idea se
degrada al realizarse.”
¿Una isla
ideal es irreal?
Criatura
inocente
Sin querer
va encontrando
Palabras
esenciales.
MISERIAS
Las miserias
del hombre,
Que de modo
tan vil y tan injusto
Va
desarticulándose,
Las miserias
del hombre,
Por su
propia discordia escarnecido,
Las miserias
del hombre,
-El cuerpo
que envejece y se desquicia,
El alma
vieja al fin sobre la carne-
Las miserias
del hombre
Merecen
compasión.
LAS
ILUSIONES GANADAS
Engrandece
el amor.
Me afirma tu
hermosura.
Soy de
verdad señor:
Mundo
nuestro perdura.
Todo está o
se presiente
Dentro del
gran presente.
Sobre la
mera prosa
De los días
triviales
Eres tú
quien más vales,
Realidad
amorosa.
PASADO EN
PRESENTE
¡Qué alegría
encontrar aquel amigo
De otro
tiempo, común, que sobrevive
Recóndito!
Feliz ya, se levanta
Resucitando
de una hondura añosa
Sobre un
presente –que en la luz se aviva-
Aquella
mocedad mal recordada.
Queda un
rayo de sol inmarcesible.
Breve la
reunión, veloces horas.
Todo ha
cambiado, menos el lenguaje,
Suyo y mío.
¡Palabras resistentes!
VÍCTIMA
ABSOLUTA
Un día al
fin, ceñido de vacío,
En sus
infiernos incomunicado,
Sólo escucha
el monólogo aberrante
De su voz,
sin cesar desesperada.
No hay
posible salida hacia la vida,
No hay
vínculo que pueda retenerlo,
En su
abandono a todos abandona.
Y una gran
tentación, atrae, crece,
Es el más
solitario de los hombres
Durante uno
minutos.
Y se
anula.
UNO Y LO
MISMO
Agua que ayer
corría
Perdió rumor
y vía.
Con el
silencio pacta,
De forma ya
tan leve
Que en
materia desnuda
Tanto
blancor se muda,
Y yace
inmóvil. Nieve:
Quietud al
fin compacta.
No se perdió
el ayer
Es un hoy,
es un ser.
MUERTES
I
Iban felices
y veloces hacia…
Hacia su
muerte. Si, chocaron: término
De un golpe,
se deshizo para siempre
La tan veloz
felicidad. Sin meta
Se hundió la
luz en una larga noche
Que ellos no
habrán de ver. ¿El desenlace
Mortal está
por todos bien previsto?
No este
brusco, terrible corte breve
Que nos
descubre caos al acecho
Bajo la
Creación amenazada.
II
Y llegaba su
fin.
Sentía en
torno voces
A favor de
un futuro
Que debía
salvarle.
Y temblaba
de espanto.
¿Se quedaría
solo,
Sin cuerpo,
su forma,
Sin de veras
morir,
Dividido
atrozmente?
Y tamblaba
de espanto.
III
Sintió dolor
y cada vez más fuerte.
Y dio un
grito fortísimo. No supo
Que se
murió.
Terrible incongruencia
Con la vida
inmediata, cotidiana,
Que iba
fluyendo sosegadamente.
Aquel acoso,
físico y ya humano,
Produjo
aquella negra chispa absurda.
Un plan hay,
y supremo
¿Un plan?
Buen disparo
a mansalva.
IV
Quedó negado
el cuerpo,
El alma se
apagó,
Y
silenciosamente
Sobre el tan
silencioso,
A solas sin
defensa,
Con un toque
suavísimo
Todo se
derrumbó.
Catástrofe
absoluta:
Cada muerte
es de veras
El fin total
del mundo.
APOCALIPSIS
I
La crisis
era larga y muy profunda.
Se le
ocurrió a un intrépido muchacho:
“!Si yo
acertara con la bomba atómica.
-sólo
mental, mental- y consiguiese
La
destrucción estética, por signos
En papel,
del país agonizante!”
Y se puso a
trazas sus arabescos.
Era el
Apocalipsis del vocablo.
Estaba solo.
Nadie acudió al ruido.
II
Todo el
país, tan viejo,
Quedó al fin
mentalmente destruido.
Emergieron a
salvo,
Triunfadores,
Bouvard y Pécuchet.
III
Muchos
ansían la revelación.
Las palabras
del odio no revelan.
Quieren ser
destructoras. No destruyen.
Fárrago
delirante del minúsculo.
CONSUMO
¡Qué poco
abril en este abril!
Es falsa aún
la primavera.
En el cemento,
no el marfil,
De esas
torres se desespera
Ya “la
sociedad de consumo”,
Todo me sabe
ahora al humo
Contaminado
de negocio.
¿Qué fue de
aquel zumo
Del ocio?
Consumo: soy
víctima y socio.
DON NEMESIO
Anguiliforme,
va de prisa
Por canales
y por atajos
Con firme
rostro. No hay sonrisa
Que no
sostengan sus trabajos.
Quiere
poder, quiere dineros,
Quiere
cifras que arrastren ceros,
Y con
ambiciones tan parcas,
Sin saber de
ya libre gozo,
Entierra su
vida en un pozo…
Y abarrota
más, más sus arcas.
SE VENDE
La Tierra es
Negocio Redondo.
También se
vende satanismo.
Todo es
trivial, a nuestro alcance.
Hay misa
negra ya hasta en disco.
Se ignora a
Dios. Se busca al diablo.
A precio
módico un abismo.
De tan
vulgar nada trasciende.
El tigre es
oveja de aprisco.
En un
infierno confortable
Se aburre un
satanás vendido.
TALLER
I
Por un negro
agujero el universo
Desaparecerá,
prevén los sabios.
¿No es eso
lo que ocurre a cada uno?
Por el negro
agujero de mi muerte
Se acabará
en silencio mi universo
II
“Al cabo de
millones y millones
De centurias
se habrá extinguido todo”
No en la
imaginación
Del pobre
ser viviente,
Incapaz de
asumir durante el lapso
De un minuto
la nada catastrófica.
III
Volvamos a
soñar con los orígenes,
El dios, el
ser, el átomo, la fuerza
Más allá
siempre de la absurda nada,
Creación,
creación en obras, obras
Por donde
van pasando los fugaces.
EL TÚNEL
Ernesto Sábato, “El túnel”
Una
exasperación desenfrenada
Por un largo
camino imaginario
Puebla con
los posibles duendes lógicos
La soledad
en marcha de aquel hombre.
Quiere salir
del túnel que es él mismo,
Trascender
su inquietud, enamorarse.
Todo será
interior a su congoja.
BLAS DE
OTERO
Ama la
nación de sus padres,
Ama y
defiende al desvalido.
Rehúsa el
desorden que encubre
Todo el
abuso establecido.
A su dios
clamando tutea
Por entre
ademanes de artista.
Pide la paz
y la palabra.
Guerra aún.
En ella se alista.
Viene a oír
su frase puntual
La minoría
en crecimiento.
Hombre y
poeta juntos dicen
Con una sola
voz: no miento.
LA VICTORIA
DE LOS PEDANTES
-¿Qué temes
en el futuro?
¿Una bomba
nuclear?
¿La guerra
entre Continentes?
¿El caos ya
victorioso?
-La peor de
las victorias:
Victoria de
los pedantes.
(Invoquemos
a Cervantes.)
LEON FELIPE
El poeta
León es buen Felipe
Con barba
aborrascada
Por años de
iracunda mansedumbre,
Que a fuerte
grito herido
Protesta.
La
interpretación se ahonda como salmo,
Una especie
de rezo,
Nunca
susurro, declamado siempre
Con una voz
que entre los hombres clama
Por ímpetu
De inerme
solitario.
Desde una
oscuridad que exige luces,
En busca
De la Luz
redentora.
Esa Luz está
lejos
De este ya
casi llanto,
Y la
desolación universal
A los mundos
reúne con un alma
Fraterna.
Adicto al
Globo insigne,
Le duele
mucho y sin cesar el éxodo,
En la
memoria su Jerusalén,
Y las hachas
y el polvo.
¿Visionario?
Perfectamente cuerdo.
POR LA
PALABRA
1
Tres voces.
La palabra:
fantasma
Que en el
aire flotando
No es nada,
no se plasma.
La palabra:
sustancia
De las uvas
que en copa
De cristal
bien se escancia.
Lo dijo el Creador.
Que la palabra
-Fervor,
noción-motor-
Sea.
2
La rosa es
bella pero no poética
Lo será en
el poema si él es bello
La política
es fea, no poética.
Lo será en
el poema con destello.
3
Las palabras
obscenas, que no empleo,
Se opondría
a todo buen amor.
No es que el
vocablo crudo sea feo.
Es que sume
en tiniebla el resplandor
Que junta en
haz amada con amado.
¡Léxico
religioso del pecado!
4
Precisión de
palabra, limpieza de la frase:
Eso es lo que busqué.
Así jamás se
escribe sin tesón en la base.
El esfuerzo era fe.
5
“Poesía. No
se entiende”
Eso dice el
filisteo.
Ángel ni
musa ni duende
Se le
revelan: ateo
6
Tanto se
extiende la fama
Que también
opina el vulgo
Y el
disparate se inflama.
7
“No, no
dejéis la presa por la sombra”
¿Y si mi
presa fuese al fin la sombra?
El reflejo
de signos y palabras
Es también
realidad y mucho pesa.
8
Te ahondas
en tu espejo.
Suma total:
Eres
profundamente
Superficial.
9
“Céfiro”
leyó. ¡Precioso!
Leyó -¡qué
horror!- percalina.
Era el justo
nombre limpio
De inocente
mercancía.
“Fuera, vil
producto, fuera.”
No, no hay
fácil poesía.
10
Bajo el
fragor de la barbarie en marcha.
Entre los
pliegues de las confusiones,
Mi oído cree
percibir
Silencios
Anónimos,
flexibles, favorables
A la espera
vocal del libro mudo
El porvenir:
algún lector disperso.
AL MARGEN DE
PEDRO SALINAS
I
Felicidad, alma sin
cuerpo, sombra pura.
“Presagios”
Felicidad
soñada en ese nombre
Que la sitúa
lejos y muy alto,
Posible
vagamente sin un día
Que sí
responda a la anhelante espera
De una luz,
un amor, una hermosura,
Más allá de
horizonte juvenil,
Delicia por
el aire sin abrazo.
II
Desnuda Venus cierta
“La voz a ti
debida”
Tú, Venus
irrefutable
Clamorosamente
rubia,
En seguida
nos seduces
Con tu
radiosa figura:
Una
luminosidad
De mirada y
piel desnuda
Siempre
oferta y dominando
Por ondas
que nos alumbran.
(Ay, Marcel
Proust, a esa Venus
Va mi
adhesión absoluta.)
III
Ser hombre es hacer daño
“Largo lamento”
Ser hombre
es hacer daño.
O
despertarse triste
Con fe en el
desengaño.
¿Y luz de
amor no asiste
Durante
algún minuto?
El hombre es
diminuto,
Y su
mundillo es miel
Mar salado,
mostaza,
Frescura de
terraza,
El golpe del
cruel.
Cuántos
sabores juntos…
(Suspensivos
los puntos.)
IV
¡Las islas, qué
felices son las islas!
“El
contemplado”
El mar es de
verdad “el contemplado”.
Con más
candor no se contempla nada.
El hombre
logra un transitorio estado
De
purificación: mar y mirada.
AL MARGEN DE
BORGES
ENCICLOPEDIA BRITANNICA
Debo a la conjunción de un
espejo
Y de una
enciclopedia el descubrimiento de uqbar.
“Ficciones”, “Thön, Uqbar, Orbis
Tertius”
¡Soñemos,
alma leamos!
Entre
figuras y signos
Soñemos –en
la memoria-
Ajedrez,
alquimia, cábala,
Palimpsesto,
laberinto.
Sumo jardín:
biblioteca.
Escuchando,
conversando
Con alfaquí,
con astrólogo
Acumular un
lenguaje
Donde se
viva muy lejos.
¡Misteriosa
Enciclopedia!
HUMILDE
REALIDAD
Vio perros, vio un furgón en una
Vía muerta, vio el horizonte,
vio
Un caballo plateado que bebía
el
El agua crapulosa de un charco.
“La muerte y la brújula”
I
Vi la tierra
de nadie, ni suburbio
Ni campiña
en un gris ocaso turbio.
Sin sentir
la atracción del horizonte,
Vi un perro
que husmeaba en un desmonte
El postrer
comestible desperdicio.
Vi una
herrumbrosa vía sin servicio.
Vi un
famélico gato que bebía
Los reflejos
del sol y su agonía
Sobre un
agua de lluvia ahora charco.
Todo estaba
en un óleo sin marco.
II
Yo no sé si
en pintura acierto o fallo.
El óleo
compré.
Con un caballo
Soñé que de
aquel lienzo sin motivo
Surgía
solitario como chivo,
También
remoto si se ve de cerca.
Más: soñé
con el agua de una alberca.
Ya la
errante figura allí se inclina
Para saciar
su triste sed equina.
Ay, se me
fue del lienzo aquel caballo.
Con palabras
lo busco y si lo hallo.
III
ELOGIO DE LA
SOMBRA
Este en
bruma vidente
Que
discurre, distante, melancólico,
Proponiendo
vocablos
De luz desde
la sombra,
Este moderno
austral
Con tantas
nuevas penumbras milenarias:
Hacedor y
dicente.
MIGUEL
HERNÁNDEZ
Era el don
de sí mismo
Con arranque
inocente,
La
generosidad
Por exigencia
y pulso
De aquel
ser, criatura
De fuego –si
no barro,
O ya vidrio
con luz que lo traspasa.
Así, de
claridades fervoroso,
Encuentra
fatalmente su aliado
Más íntimo,
más fiel
En ciertos
cuerpos leves.
¡Palabras!
Signos muy reveladores
Van
alumbrando un más allá, descubren
Un mundo
fresco, gracia.
Este
aprendiz perpetuo de las formas,
Pretéritas,
actuales, ya futuras,
Es al fin
absorbido
Por un grave
tumulto
Que lo
arroja al extremo de su dádiva.
Mujer, el
hijo, lucha. Lucha atroz,
Límite
esperanzado.
Genial: amor,
poema.
Español:
cárcel, muerte.
YO SOY
I
Un bloque es
ya su gran carácter,
Tan sostenido
a lo Corneille.
Con rigurosa
cerrazón
Robustece su
madurez,
Menosprecia lo
que no sabe,
Siempre idéntico
al propio ser.
Ninguna
apertura renueva
Tal ambiente
de rigidez:
Estatua al
fin, estatua ecuestre.
(Es más
flexible su corcel.)
II
Ante su
imaginación,
Sólo a veces
fantasía,
Todo ser
quisiera ser
Otro ser por
explosión
De fiesta
que anularía
Sus límites
y su ayer.
Metamorfosis
hermosa
Más allá de
los destinos.
Poeta es
caballo, rosa,
Doncel-mujer.
¡Desatinos!
III
¿Sólo seré
un actor que representa
Papeles,
personajes, leves máscaras
Ajenas al sujeto
que yo heredo
Cada mañana
cuando me levanto,
Y sí me
reconozco en cuerpo y nombre,
Y desde la
memoria con mi ayer
A cuestas
continúo mi quehacer?
IV
Con orgullo
se dice: “Yo soy yo”
Insensata
sentencia misteriosa.
¿Yo seré yo?
¿Idéntico a mí mismo,
Prisionero
en la cárcel de mi estatua,
Ajustado a
los límites inmóviles
De mi
definición definitiva?
Yo soy mi
cotidiana tentativa.
AIRE NUESTRO
1
Aire que yo
respiro ya es un soplo:
Inspiración,
expiración, el alma,
Psique, si
no deidad alado genio,
Transparencia
en la luz del aire-espíritu.
Aire y luz
me proponen, me regalan
Vida difícil
en difícil mundo.
Yo acepto,
sí. Respiro con vosotros.
2
El amor, la
amistad, la admiración
Son círculos
concéntricos.
Persisten
Durante un
gran fenómeno: la estancia
Sobre un
astro
Merece una visita.
3
“Cántico”
pero “Clamor”.
Y sin
embargo, “Homenaje”
En uno tres.
Y el lector.
CÁNTICO
4
“FE DE VIDA”
¿Fe de vida?
Fe de vida,
Testimonio –criticado,
Y adhesión
por el impulso
De un instinto
que es ya fe.
“Sustancia
de lo que espero”,
Meta hacia
la que yo avanzo
Por irresistible
empuje
Desde mi
alma a mi cuerpo
¿Fe de vida?
Fe de amor.
5
“MAS ALLÁ”
Más allá.
¿Dónde? Donde tú concluyes
Y principia
ese mundo que te ciñe
Por todas
partes. En el aire cosas
Que la luz
te descubre y son las metas
De tu poder.
¿Te angustia el mundo? Mira.
Ese mundo es
amigo necesario
¿Misterioso,
versátil? Sí, difícil.
Rechaza el
miedo y ríndete al asombro
Si te das
cuenta bien de tu aventura,
Formidable.
6
“JARDÍN EN
MEDIO”
Mi jardín
está en medio de la vida.
De la ciudad,
del mundo, de los roces
Con esas
asperezas verdaderas
Del diario
vivir, que es el de todos.
¿Paraíso, muy
lejos? No. Jardín
A tu
alcance, por entre tanto fárrago.
Y un hombre
en su minuto al fin sereno.
7
“MUCHAS
GRACIAS, ADIÓS”
“Padecer, sumo escándalo”
Si se padece a solas
Sin sagrada mirada.
¿Queréis que
yo, Divinidad, os ame
Por una vía
de aflicción gustosa?
Libradme,
Dios, de tan crueles simas
¿Armónicos,
los vínculos? Precarios.
Surge un
dolor que el equilibrio arrasa.
El
discordante golpe entrometido,
Intruso abuso,
me echa de mi casa.
8
“LAS HORAS
SITUADAS”
Si jamás se
pusiera el sol en nuestros
No imperiales
dominios de la mente,
Qué atroz
monotonía
Para los
sabios ojos que procuran
Disfrutar de
las horas situadas
Con todos
los matices sucesivos
Desde enero
a diciembre.
Variando va
la luz. Que nadie tema
La insolación
de un mediodía eterno.
9
“EL PÁJARO
EN LA MANO”
La décima –pulso
y traza-
Robustece un
pensamiento,
Así superior
a ciento
Volando,
libres de caza.
Cada
elemento se enlaza
Con pulcritud
al siguiente
Para que
goce la mente
Mientras complace
al oído
Que todo
quede regido
Por justo
compás viviente.
10
“Perdido
entre tanta gente…”
“Gente”,
también “otredad”,
Lóbrega
palabra fea
Que solemnemente
va
De docto en
docto saltando
Para siempre
resonar
Como dicha
por embudo
Gracioso en
un carnaval
De máscaras
que jugasen
A dar pavor.
¡La otredad!
11
“BEATO
SILLÓN”
Et s’il y a un imbecile, c’est
Kanapa
SARTRE
En tu
cabeza, petulante quídam,
El mundo –ya
entregado a Belcebú-
Está sin
duda alguna muy mal hecho.
“Es síl y a
un imbècile,
lo eres tú.
12
-La rosa
ante el ruiseñor
En un
escenario eterno…
-histórico,
si señor.
(Orfeo se
fue al averno)
Yo vi la
rosa, o oí
Los gorgoritos
en i.
Es más
hermosa la rosa
Sin ninguna
alegoría.
El pájaro se
confía,
Sereno,
calla, reposa.
13
“MUERTE A LO
LEJOS”
“Muerte a lo
lejos”. Acerté. Lejana
Quedaba aún
la muerte.
Ved.
A cuestas
Llevo mis
muchos años y la gana
De ser no me
valdrá.
Ay, sumas,
restas
Me opone el
tiempo que por mí se afana.
Neblina
flota sobre gozo y fiestas.
14
“SIEMPRE
LEJOS”
Tú, sólo tu
contrastas,
Sin cesar
amorosa en mi contorno,
Con el
neutro rumor indiferente,
Junto al
vivir diario,
Cara a la
luz doméstica,
Sonora ya
bajo este sol de julio.
Así tú, mi
continua compañía,
Secretamente,
pudorosamente
Con tu amor
siempre lejos
De estas
públicas horas estivales,
Sosiegas los
agudos
Azules agresivos
de esos cielos.
Por calles y
mercados
Atropellan las
voces charlatanas,
Resplandecen
los dientes.
Pero tú,
fervorosa
De silencio
nocturno,
Me alumbras
ya con sólo acompañarme
-contra la
discordante luz tan clara-
Nuestro amor
bajo estrellas.
Silencio a
la redonda de tu voz.
15
“LA PALABRA
NECESARIA”
La aurora
violenta,
Sol rojizo
con rayos agudísimos,
Bárbara ya
explosión de claridad.
La aurora
violenta,
Y no porque
la mire algún beodo,
O un soez
mozalbete.
La aurora
violenta
Que nada ha
visto nunca, cegadora.
Es inútil,
blasfemo, que la increpes.
La aurora,
violenta
De exactitud,
furiosa,
De precisión
puntual con implacable
Testarudez candente:
La Aurora.
16
“LOS AIRES”
Aquellas damas
altas y calandrías
Se juntan en
visión de trasparencia,
De claridad,
de altura con frescura
De mañana a
través de un aire terso,
Bien acordes
los seres a sus límites,
Límites en
el aire jubiloso,
Protagonistas,
damas, y calandrias,
Ágiles impulsoras,
mensajeras
De una
profundidad.
Y no
aparece
El aéreo
hueco luminoso
Que por sí
mismo no se muestra, puro
Trasmisor.
Aires claros, casi nadas,
Más adentro
vibrantes con espíritu
Revelado a
la vista, si amorosa
Frente a la
ingenua afirmación del mundo,
Ímpetu esbelto
ya hacia su mañana,
Erguida la
mujer, volante el pájaro,
Fábulas de
ese cielo creador,
Primavera
entre luces que son aires,
Presente el
alma de esas nadas: todo.
CLAMOR
17
“MAREMÁGNUM”
¿Maremágnum?
Muchos en masa.
No hay
disparate
Que no se
pueda proferir.
No hay nunca
droga
Que no se
proclame elixir.
¡Maremágnum!
¿Pocos? En masa.
18
“POTENCIA DE
PÉREZ”
¿Tiranía?
Terror.
Ah, si no hubiera
Matanza innumerable
con derroche
De sangre y
sangre caudalosamente
Vertida ante
el espanto de los otros,
No habría
dictador,
Al fin
erguido
Sobre imponente
masa de cadáveres.
Desfila
ahora sonriendo apenas.
Entre
aplausos relumbra el uniforme.
Implacable
terror
¡Oh gran Estado!
19
“MEDITERRÁNEO”
Viendo este
mar cada mañana
Se me
remueve mi placer
Más espontáneo.
Hasta del
propio nombre mana
Claridad de
hoy y de ayer.
Mediterráneo.
A su oleaje
entre unas rocas
Va retirando
la marea.
Gruta ya mía.
¿Siempre en
fábula desembocas,
Mar de
Odiseo? Os recrea
Real armonía.
20
TRÉBOL, “SOMOS,
JUNTOS EN FLAQUEZA”
Ya las
máquinas piensan en vez el ser humano,
Y nunca se
equivocan –sin cerebro. Mejor,
Privilegio
del hombre: incurrir en error.
¿Se cae, se
levanta? Muy bien. Es nuestro hermano.
21
“FIN”
La tierra es
mucho menos que un suburbio
De Creación.
No hay voz que a todos hable
Poniendo en
claro tanto fondo turbio.
-¿Ser o no
ser?
-No ser
-Habrá
problema.
-Todo se
acaba cuando se fallece:
Flor, pez,
buey can…
-¿Y el
bípedo? ¿Se quema
Toda vida?
¿Su número es el 13?
-Piensa en
la hermosa inmensidad del mundo.
“Galaxia” es
el vocablo inabarcable.
Final
resignación así la fundo.
Bípedo
implume, sé modesto. Mueres,
Y de verdad.
Acepta ese destino.
El orbe
creador no es asesino.
Tu ley se
cumple ante materna Ceres.
22
“QUE VAN A
DAR A LA MAR”
El tiempo
sigue sin fatiga alguna
Por su
camino acaso interminable.
Mi tiempo no
tendrá para su término
Más que mi
propio corazón inmóvil.
Morirá
silencioso entre mis brazos.
Se advertirá
su ausencia en mi semblante.
Fabio: soy
de tu misma especie humana.
23
“BUENA
SUERTE”
Hombre.
Tal vez no indigno
De llegar a
una cima tan hermosa.
La rosa es
siempre rosa.
“Lo humano,
porvenir.” El hombre, signo.
24
“UN ATAQUE”
Fue aquella
noche de verano.
Un sosiego
se difundía
Por aquella
pausa dichosa.
Sonó un
grito: madre ante niña
Yacente en
un desmayo ignoto.
Era –con terrible
injusticia-
La revelación
de un destino
Que sin
cesar se ensañaría,
Tan cruel,
bajo un cielo hueco.
25
“HACIA”
He vuelto a
unos lugares de otros días.
Yo no
buscaba el tiempo allí perdido,
Pero él
salió a encontrarme y nos hablamos.
Una bruma
velaba nuestras caras,
Melancólicas,
dulces, sonrientes.
Había
novedades por caminos
Que a las
metas de entonces me guiaban.
El campo
casi parecía idéntico.
Flotaba un
aura. Todo era de otros.
Yo no era el
mismo entre memorias triste.
26
“MUCHO
TIEMPO”
LAS EDADES
¿Recobrar la
niñez?
Feliz,
difícil,
Muy torpe
entre el asombro y la ignorancia
Ansiosa
adolescencia combativa.
Juventud,
ejercicio de salud,
Gran
potencia de amor, y qué bien duerme.
Todo viene a
parar, tras los preludios
En ascensión
de niño-mozo-joven,
A la meseta
de la suma cumbre:
Madurez, madurez
dominadora,
Creadora.
Preguntad al anciano.
-¿Es tu
niñez perdido paraíso?
-No hay
paraísos.
¡Oh sazón
madura!
27
“A LA ALTURA
DE LAS CIRCUNSTANCIAS”
Si al deber
no acudes, libre,
Juntas “ego”
con su “ismo”.
De tu propia
realidad
Te escapas. ¡Adolescente!
28
“A NIVEL”
¿Y por qué
la adhesión
A realidad
presente?
Por
impensado arranque,
Por empuje
de instinto
Que tiende a
equilibrar
En forma
necesaria,
Positiva,
serena
Lo que doy y
lo dado,
Cosas,
gentes y yo,
Si puedo, si
domino.
29
“BRINDIS”
Las llanuras
muy planas de Arizona,
Soledades
sin dioses, Nuevo México,
Algún indio
que emerge entre paréntesis,
Suelo al
acecho de algún paso humano,
Pura,
precolombina tanta atmósfera…
Mucha
América aún para los hombres.
30
“ACANTILADO”
No es dulce
naufragar en estos mares.
Nací para flotar.
Los diáfanos
espacios se iluminan.
Nunca se cansa el mar.
Feliz Ulises
con tesón triunfante.
31
“CLAMOR
ESTRELLADO”
Armonía.
Callada
Se está
conforme a cielo.
Cada
instante sostiene
Su tensión
de refuerzo.
También la
paz ya mía
Favorece el
concierto
Que frente a
una conciencia
Vale más si
lo siento,
Oído
transeúnte,
Centro de
este silencio.
HOMENAJE
32
“HOMENAJE,
REUNIÓN DE VIDAS”
El griego
nos propone la ataraxia.
Nil admirari
recomienda Horacio.
En resumen ¿seremos
impasibles?
Si por
admirar exclamas
“!Oh!”
Te exaltas
más que las llamas.
Es valiente
quien asesta
“!No!”
Como la
mujer honesta.
¡Si siempre
hubiese una clara
Voz
De persona
cara a cara!
33
“AL MARGEN
DE CICERON”
Divergencias
profundas quedan en el silencio.
Bajo el sol
predomina superficial acorde.
Alegre,
suena bien. Así somos amigos.
¿Hipócritas?
No tanto. Con instinto de vida
Se busca
siempre forma que nos construya mundos.
34
“AL MARGEN
DE HORACIO”
¿”Carpe diem?”
Instante aislado
Sin provenir
de flor ni fruto.
Si se le
cortan sus raíces
¿Qué es el
instante sólo en bruto?
35
“AL MARGEN
DE VILLAMEDIANA”
¿QUIENES, LOS PEORES?
Conde de
Villamediana,
Muerto por
asesinato,
Conducido a
sepultura
En un ataúd
de ahorcado.
¿Alrededor
de la víctima,
Quiénes son
los más nefandos?
Una
sociedad-cloaca,
Un siglo de
oro en el fango,
Tendido y
mudo el poeta,
Olivares a
caballo.
36
“AL MARGEN
DE ESPRONCEDA”
I
“En la lona
gime el viento”,
Y si no gime
hay rumor
De un empuje
violento
Que sólo
expresa candor
como el de
ese gran pirata
Que de la
ley se desata
Lejos de
toda ciudad,
Y pese a los
dioses lares,
Va entre sus
cielos y mares
En busca de
libertad.
II
Volved,
volved a la memoria mía,
Dulces recuerdos
del placer perdido,
A exaltar la
ansiedad que aún confía
Mantener el
amor contra el olvido.
Antaño en
esta casa fui dichoso.
Late en el
corazón ahora suma
Total con certidumbre
que no admite
Los ilusos
floreos. Fui dichoso.
Lo soy –por dentro
mi pasado implícito-
En presente
profundo: firme cima.
37
“RITRATTO D’IGNOTO”
I
Atentamente escruto
ese rretrato.
¿Qué
significan esas cejas recias,
Esas narices
de jovial alcance,
Los labios
de avidez tan dilatada,
Mentón
redondo pero ya agresivo?
¿En qué
centro convergen esos rasgos?
No sé si
existe el centro de una esencia,
Si un vivir
corresponde a un parecer.
Es difícil
llegar al ser que es único.
Imprevisible
el hombre tras su estampa.
II
La turbia
reflexión del entrecejo
Daba al
rostro un borroso tinte oscuro.
No se sabía
si era un pobre viejo
O filósofo
amargo como Arturo.
¿Schopenhauer
pasó por esa mente?
¿La cara,
según cuentan, es espejo,
O alusión a
un enigma persistente?
38
Dice que el
mundo le repugna.
¿Repugnancia?
Miedo invencible.
No asombro
inicial, cobardía.
Entre su
mundo y su apetito,
Frágil infeliz
exquisito.
39
“DEL
CONTACTO AL ACTO”
“¿Yo contento?
Nunca. La vida
Siempre inferior a mí,
No ha de ser
jamás aplaudida.
¡Todo tan baladí!”
“El mayor
pecado del hombre
-Dijo-, es estar satisfecho.”
La frase
quedó muy redonda
-Aplaudid- vagando al acecho.
“Siempre
dichoso.” ¿Paraíso?
Frívola esa quimera.
Ruta con
altibajos piso,
Feliz. Es verdadera.
40
L’immortelle et l’oeillet de
mer
Qui pusse dns le sable,
La pervenche trop
périssable.
En aquella
contrarrima
De Toulet
El lector
mío no ve,
Cuando arrima
Quizá
atención a mi texto,
Cierta flor
Ni su nombre
de candor
Manifiesto.
“Pervenche”
es “hierba doncella”
Poco dura
Con su azul,
con su hermosura
Porque es bella.
¿Y cómo no
recordar
Tras la flor
Aquel ocio,
nuestro amor,
Bosque y mar?
41
“EL
AGNÓSTICO”
La fe de
aquella infancia tan lejana
Quedó allá,
bien sepulta bajo el tiempo.
¿qué fue de
aquellos mitos con sus ritos?
¿Pereció
todo? No.
Profundamente
Subsisten vivacísimas
palabras
Donde laten
perennes sentimientos.
El amor y la
paz, hermanos todos,
La piedad,
la humildad.
¿Somos
hermanos?
Gran
paradoja siempre extraordinaria.
42
“RESUMEN”
Entre dos
nadas por fortuna soy,
Resignado a
mi suerte pasajera.
Voy quemando
mis horas en la luz
Entre las
pulsaciones de las noches.
Habré dicho
a la vida un firme sí
Hasta el
instante justo de la muerte.
43
“OBRA
COMPLETA”
I
Tanto verso,
tanta copla
Van formando
un solo río
Gracias a
musa que sopla,
Se impone y
rige: “Yo guío”
“¿Musa
torrencial?” No tanto
Ningún
Castillo de Otranto,
Pesadilla
del magín.
La palabra
rigurosa,
Tronco a
tronco, rosa a rosa,
Crea el
precioso jardín.
II
¡Inagotable
vida! No hay “summa” que la encierre.
No concluye
el poeta de reunir palabras
Jamás sobre
el papel ávido con sus blancos.
Obra acabada
nunca si no se detuviese,
-Fuerza
mayor- la mano que traza aún más signos.
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