martes, 21 de agosto de 2018

POETAS 97. Jorge Guillén (IV) "Otros poemas"

 
 




Jorge Guillén nace en Valladolid, en el seno de una familia burguesa, en 1893. Allí realiza sus primeros estudios hasta que se traslada a Madrid  para comenzar la carrera de Filosofía y  Letras. En esta ciudad inicia a la vez una estrecha relación con la residencia de Estudiantes, en donde más tarde conocerá a alguno de los miembros más destacados de la generación  del 27, además de Juan Ramón Jiménez y Ortega y Gasset. Entre 1909 y 1911 viaja por Suiza e Italia. Después de un traslado a Granada, obtiene allí la licenciatura en 1913. Desde 1917 a 1923 sucede a Pedro Salinas como lector de español en La Sorbogne. Antes había pasado un periodo largo en Alemania. En uno de sus frecuentes viajes por Europa conoce, en la localidad de Trégastel (Bretaña), a la que más tarde será su primera mujer, Germaine Cahen, con la que tendrá dos hijos. En 1924 se doctora en Madrid con una tesis sobre el “Polifemo” de Góngora. Durante tres años desempeña la cátedra de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Murcia, ciudad en la que fundará, junto a unos amigos, la revista “Verso y Prosa”. Es también, durante este periodo, cuando envía a  revistas sus primeros poemas, que culminan con la publicación, en el año 1928, de su primer libro, “Cántico”, que en una primera edición constaba sólo de 75 poemas, lejos todavía de su magna versión definitiva. En Oxford pasa tres años como Lector de Español, de 1929 a 1931. El destino sigue uniendo a dos poetas que quedarán vinculados por estrecha amistad hasta el final: de nuevo le toca suceder a Pedro Salinas, esta vez en la cátedra de la Universidad de Sevilla. Allí le sorprende el estallido de la Guerra civil. Después de un breve encarcelamiento en Pamplona, en 1928, parte hacia el exilio.  Durante su etapa fuera de España ejercerá su labor docente en las Universidades de Middlebury, McGill (Montreal) y en el Wellesley College, donde vuelve a ocupar el puesto que deja vacante el inevitable Salinas. Después de la muerte de su mujer, Germaine, y de jubilarse en el Wellesley College, en 1957 marcha  a Italia, donde conocerá al año siguiente a su segunda mujer, Irene Mochi-Sismondi, junto con la que regresa durante un breve periodo de tiempo a la ciudad de Málaga. Harvard y Puerto Rico son sus nuevos destinos docentes, hasta que una caída, con rotura de cadera, lo aparta definitivamente de la enseñanza. Durante los últimos años de su vida radicó su residencia definitivamente en la ciudad de Málaga, donde le fueron llegando multitud de premios como reconocimiento a su categoría como poeta y ensayista, entre ellos el premio Cervantes, en 1976, y el Alfonso Reyes, en 1977. Murió en Málaga el 6 de febrero de 1984.


A Jorge Guillén se le ha considerado  discípulo de Juan Ramón Jiménez, por su inclinación a la poesía pura, que el definía como “todo lo que queda en el poema después de haber eliminado todo lo que no es poesía”. Jorge Guillén comienza tardíamente su carrera poética con la publicación de los 75 poemas de Cántico en 1928, que será ampliada con sucesivos poemas, hasta alcanzar los 334 en su versión final publicada en México en 1950. Jorge Guillén concibió siempre su obra como un todo orgánico que se iría completando con más libros: Clamor (1963), Homenaje (1967), otros poemas (1973) y final (1982). Obra de actitud optimista, exalta el deleite de existir, la armonía cósmica y la plenitud de ser.  Su obra ha sido tachada por la crítica de fría e intelectual, pero se trata de una visión superficial que no tiene en cuenta toda su trayectoria. Su obra oscila desde la poesía pura y conceptual de “Cántico” al tratamiento poético de los problemas sociales más acuciantes, como se puede apreciar en su segundo libro, “Clamor”. No obstante, se percibe una patente unidad dentro de su obra, que responde a una trayectoria vital. En “Clamor” (1963), afloran a la superficie los aspectos más problemáticos de la existencia: la injusticia, el desorden o la muerte. Su permanente actitud de júbilo vital es lo que hace, sin embargo, que su fe en el hombre permanezca intacta. Con su tercer libro, “Homenaje”, -alguno de cuyos poemas se seleccionan aquí-, vuelve a cerrar un círculo abierto con “Cántico” y, desechando las preocupaciones sociales, se concentra en las grandes obras literarias de todos los tiempos.

Siempre se ha proclamado la influencia indudable de Paul Valéry, al que admiró y tradujo. También la influencia de Mallarmé,  en lo tocante a la organización de sus poemas.  Dámaso Alonso y otros han señalado el influjo del cubismo, pero el autor se ha encargado de negar cualquier relación consciente con este movimiento. La tendencia conceptual de su poesía se ha asociado con la etiqueta de “deshumanización del arte”, que en su momento acuñó Ortega. Se puede ver su poesía como un intento de depurar la realidad de todo lo que es contingente y superfluo, mediante un lenguaje desnudo y preciso que busca  transparentarla. Trata de someter el mundo que le rodea a una sutil estilización poética que a la fuerza hace que su poesía resulte abstracta, pero siempre deja intacta la materia viva y concreta de la que ha partido.

Guillén siempre mostró un gran interés por las métricas tradicionales, especialmente de arte menor. La estrofa que mejor conecta con su idiosincrasia poética es la décima. Se adecua a su gusto por la concisión y la redondez. Recurre mucho al encabalgamiento, a veces abrupto, lo que le permite dislocar la sintaxis y el ritmo y destacar el significado de ciertas palabras claves. Su afán por esencializar el mundo se refleja en oraciones nominales y en una sintaxis simple. Las ideas se suceden entrecortadamente y sin ampulosidad. Al elevar las cosas a un plano trascendente, éstas aparecen dotadas de un alma propia que queda expresada en el  abundante uso de personificaciones.



GUIRNALDA CIVIL


I


Va extendiéndose un magma.


Huelgas, disturbios, choques.


Turbas, heridos, muertos.


 


¿A dónde va este caos?


 


Dirigido atropello.


La providencia al quite.

Dios y una tiranía.

 

2

Un hacha antigua. ¿Criminal? Sagrada,

Al servicio de Dios y de los jefes

Que en su nombre, deidad inexorable,

Van salvando a los vivos y a los muertos.

Hacha de Fundación, Cenit de Régimen,

Nuestra Señora de la Patria unida

Por santo fratricidio victorioso..

La consigna es el corte

El corte,

El corte.

 

3

En movimiento horizontal

Se propaga el crimen. Son turbas.

Tanta sangre forma caudal.

 

Verticalmente se propaga

La destrucción que el mando orienta.

Del Orden va todo a a la zaga.

 

Jarro-cáliz, sangre de rito,

Da tal vértigo al fratricida

Que convierte en gloria el delito.

 

4

¿Crímenes en cada bando?

De diferente sentido:

Hacia un pasado bramando,

Al porvenir dirigido.

 

¿Dos Españas? En efecto

Una asesinó a la otra

Y el país quedó perfecto.

 

¿Un poeta asesinado?

Mucha gente asesinada.

Sobre el crimen un Estado.

Aquí no ha ocurrido nada.

 

5

No se llamaba Caín

Quien fue el sumo fratricida:

Dejó sólo con su voz

A medio país sin vida.

 

6

Su lucha inauguró con maña y crimen

Estableció bajo terror gobierno.

“Que los más opresores se me arrimen.”

Y proyectó que el mando fuese eterno.

 

7

Los terroristas logran imponerse.

El gran poder arraiga en muchos miedos.

Todos, por fin, bendicen –resignados-

A Jehová. Su Sinaí ya es Gredos.

 

8Guerra cruel. Gran fracaso

Del país, gran confusión.

Dos señores dialogaban

Sufriendo común dolor.

 

-Hace ucho tiempo, mucho

Que se nubló nuestro sol.

Todo va mal. -¿Desde cuándo?

 

Oíd lo que respondió:

-Desde que Fernando VII

Juró la Constitución.

 

9

Fracasó la Monarquía,

Ay, fracasó la República,

Fracasó toda la Historia

De España en aquella furia

Final ¡Oh guerra civil

En demoníaca yunta!

Quedó, cola de catástrofe,

Un rastro de dictadura

Cada español, uno a uno,

Comenzó a buscar fortuna.

 

10

(Y mientras tanto,

Qué profundo fue el eco en la conciencia,

Atónita conciencia universal.)

 

Quien se dice tranquilo y puro miente,

Bien sumergido en bruma

Para no contemplarse en el espejo,

Y ver su faz de víctima, de cómplice,

De verdugo a su modo.

 

¿Quién no sabe y no siente

Que hubo también derrota de un gran ímpetu,

Que ese difícil sueño de una mejor España

Murió en la violencia de un vasto asesinato?

 

Todo quedo a nivel de historia infame:

Anatema a los yerros y delitos,

Anatema a las obras más felices,

Anatema a los óptimos,

Obstrucción sin cuartel

A una latente España más humana.

 

He ahí, vergonzoso anacronismo,      

Esa Iberia retráctil.

 

11

Innúmeras son ya las vidas truncas.

Cadáveres sepultos no se sabe

Dónde: no hay cementerios de vencidos.

Gente medio enterrada en sus prisiones.

Algunos huyen, otros se destierran

Para no perecer de su propia cólera.

 

Pero entre tantas muertes y catástrofes

Algo subsiste sin cesar feroz,

El más feroz de todos los poderes:

Vida, vida sin fin.

 

                                Y poco a poco,

Y sin cesar, inexorablemente

Se reanudan las formas cotidianas,

Se inventan soluciones.

La vida es implacable.

 

 

 

ATOMO

(Células, retrayéndose, remotas,

Retienen todavía

Disposición de sueño.)

 

Poco a poco principio a recordarme.

A través de profunda consistencia

Voy sabiendo, me alumbro

Negándome a esa mina,

Oscuridad inmóvil. Gozo casi

Del “silencio infinito de los cielos”,

Que será atroz, atroz

Sin eje de conciencia,

En soledad que siento aquí espantosa.

 

Y mientras consiguiendo acompañarme

Doy sentido a lo oscuro,

Se inicia vagamente en la ventana

Claridad, sí, de fuera, compañía

Que sin querer me asiste,

Alumbrándome a mí,

Eslabón diminuto

De universo que envuelve,

Átomo nada más,

                              que se desdobla.

 

 

 

CONSUMACIÓN

I

Automóviles rotos: cementerio

                    De metal y madera.

La chatarra también es algo serio

                    Como la primavera.

 

II

Gran ciudad. Día gris. Con bruma el humo.

                    Fábricas. Desperdicios

En arrabal, del hombre sólo indicios.

                   Limón aún, sin zumo

 

III

Montones de carruajes: camposanto

                   De madera y metal.

También esa chatarra tiene encanto:

                   Perfección de final.

 

 

 

POSANDO

Prisionero del pintor,

Yo era sólo la realidad

Gracias a un disciplinado

Trance inmóvil. –Contemplad.

 

                           ¿Quién pide norma?

                               ¿La forma?

 

La mirada iba y venía

De mi cuerpo hacia el papel

Donde surgía un retrato

Que a la pluma era muy fiel

 

                       ¿Para el objeto

                            Respeto?

 

El arte figurativo

Me imponía su tensión.

Yo era un mortal en difícil

Proceso de salvación.

 

 

 

ACUARIO

Por el silencio del acuario bogan,

Se deslizan, discurren peces suaves

Que lentamente giran, tornan, siguen

Por una ruta sin quehacer, sin meta.

¿Se aburre el pez en ocio que no acaba?

El tedio es sólo humano. Pez profundo

Nace, come, se reproduce, dura,

Ignora su destino –como el hombre

Que, testigo tras un cristal de acuario,

Admira, se interroga, no comprende.

 

 

 

IDEALISTA

Era la vacación

En una isla hermosa.

Preguntó un niño a otro:

“Dime. ¿Dónde tú vives vida real?”

 

Un vivir tan perfecto ¿dónde ocurre?

“La idea se degrada al realizarse.”

¿Una isla ideal es irreal?

 

Criatura inocente

Sin querer va encontrando

Palabras esenciales.

 

 

 

MISERIAS

Las miserias del hombre,

Que de modo tan vil y tan injusto

Va desarticulándose,

Las miserias del hombre,

Por su propia discordia escarnecido,

Las miserias del hombre,

-El cuerpo que envejece y se desquicia,

El alma vieja al fin sobre la carne-

Las miserias del hombre

Merecen compasión.

 

 

LAS ILUSIONES GANADAS

Engrandece el amor.

Me afirma tu hermosura.

Soy de verdad señor:

Mundo nuestro perdura.

Todo está o se presiente

Dentro del gran presente.

Sobre la mera prosa

De los días triviales

Eres tú quien más vales,

Realidad amorosa.

 

 

PASADO EN PRESENTE

¡Qué alegría encontrar aquel amigo

De otro tiempo, común, que sobrevive

Recóndito! Feliz ya, se levanta

Resucitando de una hondura añosa

Sobre un presente –que en la luz se aviva-

Aquella mocedad mal recordada.

Queda un rayo de sol inmarcesible.

Breve la reunión, veloces horas.

Todo ha cambiado, menos el lenguaje,

Suyo y mío. ¡Palabras resistentes!

 

 

VÍCTIMA ABSOLUTA

Un día al fin, ceñido de vacío,

En sus infiernos incomunicado,

Sólo escucha el monólogo aberrante

De su voz, sin cesar desesperada.

No hay posible salida hacia la vida,

No hay vínculo que pueda retenerlo,

En su abandono a todos abandona.

Y una gran tentación, atrae, crece,

Es el más solitario de los hombres

Durante uno minutos.

                                        Y se anula.

 

 

 

UNO Y LO MISMO

Agua que ayer corría

Perdió rumor y vía.

 

Con el silencio pacta,

De forma ya tan leve

Que en materia desnuda

Tanto blancor se muda,

Y yace inmóvil. Nieve:

Quietud al fin compacta.

 

No se perdió el ayer

Es un hoy, es un ser.

 

 

 

MUERTES

I

Iban felices y veloces hacia…

Hacia su muerte. Si, chocaron: término

De un golpe, se deshizo para siempre

La tan veloz felicidad. Sin meta

Se hundió la luz en una larga noche

Que ellos no habrán de ver. ¿El desenlace

Mortal está por todos bien previsto?

No este brusco, terrible corte breve

Que nos descubre caos al acecho

Bajo la Creación amenazada.

 

II

Y llegaba su fin.

Sentía en torno voces

A favor de un futuro

Que debía salvarle.

Y temblaba de espanto.

 

¿Se quedaría solo,

Sin cuerpo, su forma,

Sin de veras morir,

Dividido atrozmente?

Y tamblaba de espanto.

 

III

Sintió dolor y cada vez más fuerte.

Y dio un grito fortísimo. No supo

Que se murió.

 

                        Terrible incongruencia

Con la vida inmediata, cotidiana,

Que iba fluyendo sosegadamente.

Aquel acoso, físico y ya humano,

Produjo aquella negra chispa absurda.

 

Un plan hay, y supremo

¿Un plan?

Buen disparo a mansalva.

 

IV

Quedó negado el cuerpo,

El alma se apagó,

Y silenciosamente

Sobre el tan silencioso,

A solas sin defensa,

Con un toque suavísimo

Todo se derrumbó.

Catástrofe absoluta:

Cada muerte es de veras

El fin total del mundo.

 

 



 


APOCALIPSIS


I


La crisis era larga y muy profunda.


Se le ocurrió a un intrépido muchacho:


“!Si yo acertara con la bomba atómica.


-sólo mental, mental- y consiguiese


La destrucción estética, por signos


En papel, del país agonizante!”


Y se puso a trazas sus arabescos.

Era el Apocalipsis del vocablo.

Estaba solo. Nadie acudió al ruido.

 

II

Todo el país, tan viejo,

Quedó al fin mentalmente destruido.

Emergieron a salvo,

Triunfadores, Bouvard y Pécuchet.

 

III

Muchos ansían la revelación.

Las palabras del odio no revelan.

Quieren ser destructoras. No destruyen.

Fárrago delirante del minúsculo.

 

 

 

CONSUMO

¡Qué poco abril en este abril!

Es falsa aún la primavera.

En el cemento, no el marfil,

De esas torres se desespera

Ya “la sociedad de consumo”,

Todo me sabe ahora al humo

Contaminado de negocio.

¿Qué fue de aquel zumo

Del ocio?

Consumo: soy víctima y socio.

 

 

 

DON NEMESIO

Anguiliforme, va de prisa

Por canales y por atajos

Con firme rostro. No hay sonrisa

Que no sostengan sus trabajos.

Quiere poder, quiere dineros,

Quiere cifras que arrastren ceros,

Y con ambiciones tan parcas,

Sin saber de ya libre gozo,

Entierra su vida en un pozo…

Y abarrota más, más sus arcas.

 

 

 

SE VENDE

La Tierra es Negocio Redondo.

También se vende satanismo.

Todo es trivial, a nuestro alcance.

Hay misa negra ya hasta en disco.

Se ignora a Dios. Se busca al diablo.

A precio módico un abismo.

De tan vulgar nada trasciende.

El tigre es oveja de aprisco.

En un infierno confortable

Se aburre un satanás vendido.

 

 

 

TALLER

I

Por un negro agujero el universo

Desaparecerá, prevén los sabios.

¿No es eso lo que ocurre a cada uno?

Por el negro agujero de mi muerte

Se acabará en silencio mi universo

 

II

“Al cabo de millones y millones

De centurias se habrá extinguido todo”

No en la imaginación

Del pobre ser viviente,

Incapaz de asumir durante el lapso

De un minuto la nada catastrófica.

 

III

Volvamos a soñar con los orígenes,

El dios, el ser, el átomo, la fuerza

Más allá siempre de la absurda nada,

Creación, creación en obras, obras

Por donde van pasando los fugaces.

 

 

EL TÚNEL

                Ernesto Sábato, “El túnel”

Una exasperación desenfrenada

Por un largo camino imaginario

Puebla con los posibles duendes lógicos

La soledad en marcha de aquel hombre.

Quiere salir del túnel que es él mismo,

Trascender su inquietud, enamorarse.

Todo será interior a su congoja.

 

 

 

BLAS DE OTERO

Ama la nación de sus padres,

Ama y defiende al desvalido.

Rehúsa el desorden que encubre

Todo el abuso establecido.

A su dios clamando tutea

Por entre ademanes de artista.

Pide la paz y la palabra.

Guerra aún. En ella se alista.

Viene a oír su frase puntual

La minoría en crecimiento.

Hombre y poeta juntos dicen

Con una sola voz: no miento.

 

 

LA VICTORIA DE LOS PEDANTES

-¿Qué temes en el  futuro?

¿Una bomba nuclear?

¿La guerra entre Continentes?

¿El caos ya victorioso?

-La peor de las victorias:

Victoria de los pedantes.

(Invoquemos a Cervantes.)

 

 

 

LEON FELIPE

El poeta León es buen Felipe

Con barba aborrascada

Por años de iracunda mansedumbre,

Que a fuerte grito herido

Protesta.

La interpretación se ahonda como salmo,

Una especie de rezo,

Nunca susurro, declamado siempre

Con una voz que entre los hombres clama

Por ímpetu

De inerme solitario.

Desde una oscuridad que exige luces,

En busca

De la Luz redentora.

Esa Luz está lejos

De este ya casi llanto,

Y la desolación universal

A los mundos reúne con un alma

Fraterna.

Adicto al Globo insigne,

Le duele mucho y sin cesar el éxodo,

En la memoria su Jerusalén,

Y las hachas y el polvo.

¿Visionario? Perfectamente cuerdo.

 

 

 

POR LA PALABRA

1

Tres voces.

La palabra: fantasma

Que en el aire flotando

No es nada, no se plasma.

La palabra: sustancia

De las uvas que en copa

De cristal bien se escancia.

Lo dijo el Creador. Que la palabra

-Fervor, noción-motor-

           Sea.

 

2

La rosa es bella pero no poética

Lo será en el poema si él es bello

La política es fea, no poética.

Lo será en el poema con destello.

 

3

Las palabras obscenas, que no empleo,

Se opondría a todo buen amor.

No es que el vocablo crudo sea feo.

Es que sume en tiniebla el resplandor

Que junta en haz amada con amado.

¡Léxico religioso del pecado!

 

4

Precisión de palabra, limpieza de la frase:

          Eso es lo que busqué.

Así jamás se escribe sin tesón en la base.

          El esfuerzo era fe.

 

5

“Poesía. No se entiende”

Eso dice el filisteo.

Ángel ni musa ni duende

Se le revelan: ateo

 

6

Tanto se extiende la fama

Que también opina el vulgo

Y el disparate se inflama.

 

7

“No, no dejéis la presa por la sombra”

¿Y si mi presa fuese al fin la sombra?

El reflejo de signos y palabras

Es también realidad y mucho pesa.

 

8

Te ahondas en tu espejo.

Suma total:

Eres profundamente

Superficial.

 

9

“Céfiro” leyó. ¡Precioso!

Leyó -¡qué horror!- percalina.

Era el justo nombre limpio

De inocente mercancía.

“Fuera, vil producto, fuera.”

 

No, no hay fácil poesía.

 

10

Bajo el fragor de la barbarie en marcha.

Entre los pliegues de las confusiones,

Mi oído cree percibir

                                      Silencios

 

Anónimos, flexibles, favorables

A la espera vocal del libro mudo

El porvenir: algún lector disperso.

 

 

 

AL MARGEN DE PEDRO SALINAS

I

                        Felicidad, alma sin cuerpo, sombra pura.

                                                                  “Presagios

Felicidad soñada en ese nombre

Que la sitúa lejos y muy alto,

Posible vagamente sin un día

Que sí responda a la anhelante espera

De una luz, un amor, una hermosura,

Más allá de horizonte juvenil,

Delicia por el aire sin abrazo.

 

II

                            Desnuda Venus cierta

                                  “La voz a ti debida”

Tú, Venus irrefutable

Clamorosamente rubia,

En seguida nos seduces

Con tu radiosa figura:

Una luminosidad

De mirada y piel desnuda

Siempre oferta y dominando

Por ondas que nos alumbran.

(Ay, Marcel Proust, a esa Venus

Va mi adhesión absoluta.)

 

III

                     Ser hombre es hacer daño

                              “Largo lamento”

Ser hombre es hacer daño.

O despertarse triste

Con fe en el desengaño.

¿Y luz de amor no asiste

Durante algún minuto?

El hombre es diminuto,

Y su mundillo es miel

Mar salado, mostaza,

Frescura de terraza,

El golpe del cruel.

 

Cuántos sabores juntos…

(Suspensivos los puntos.)

 

IV

                         ¡Las islas, qué felices son las islas!

                                           “El contemplado”

El mar es de verdad “el contemplado”.

Con más candor no se contempla nada.

El hombre logra un transitorio estado

De purificación: mar y mirada.

 

 

 

 

AL MARGEN DE BORGES

                    ENCICLOPEDIA BRITANNICA

                   Debo a la conjunción de un espejo

Y de una enciclopedia el descubrimiento de uqbar.

         “Ficciones”, “Thön, Uqbar, Orbis Tertius

 

¡Soñemos, alma leamos!

 

Entre figuras y signos

Soñemos –en la memoria-

Ajedrez, alquimia, cábala,

Palimpsesto, laberinto.

 

Sumo jardín: biblioteca.

 

Escuchando, conversando

Con alfaquí, con astrólogo

Acumular un lenguaje

Donde se viva muy lejos.

 

¡Misteriosa Enciclopedia!

 

HUMILDE REALIDAD

               Vio perros, vio un furgón en una

                Vía muerta, vio el horizonte, vio

                Un caballo plateado que bebía el

                El agua crapulosa de un charco.

                     “La muerte y la brújula”

I

Vi la tierra de nadie, ni suburbio

Ni campiña en un gris ocaso turbio.

Sin sentir la atracción del horizonte,

Vi un perro que husmeaba en un desmonte

El postrer comestible desperdicio.

Vi una herrumbrosa vía sin servicio.

Vi un famélico gato que bebía

Los reflejos del sol y su agonía

Sobre un agua de lluvia ahora charco.

 

Todo estaba en un óleo sin marco.

 

II

Yo no sé si en pintura acierto o fallo.

El óleo compré.

                           Con un caballo

Soñé que de aquel lienzo sin motivo

Surgía solitario como chivo,

También remoto si se ve de cerca.

Más: soñé con el agua de una alberca.

Ya la errante figura allí se inclina

Para saciar su triste sed equina.

 

Ay, se me fue del lienzo aquel caballo.

Con palabras lo busco y si lo hallo.

 

III

                              ELOGIO DE LA SOMBRA

Este en bruma vidente

Que discurre, distante, melancólico,

Proponiendo vocablos

De luz desde la sombra,

Este moderno austral

Con tantas nuevas penumbras milenarias:

Hacedor y dicente.

 

 

 

MIGUEL HERNÁNDEZ

Era el don de sí mismo

Con arranque inocente,

La generosidad

Por exigencia y pulso

De aquel ser, criatura

De fuego –si no barro,

O ya vidrio con luz que lo traspasa.

 

Así, de claridades fervoroso,

Encuentra fatalmente su aliado

Más íntimo, más fiel

En ciertos cuerpos leves.

¡Palabras! Signos muy reveladores

Van alumbrando un más allá, descubren

Un mundo fresco, gracia.

 

Este aprendiz perpetuo de las formas,

Pretéritas, actuales, ya futuras,

Es al fin absorbido

Por un grave tumulto

Que lo arroja al extremo de su dádiva.

Mujer, el hijo, lucha. Lucha atroz,

Límite esperanzado.

 

Genial: amor, poema.

Español: cárcel, muerte.

 

 

 

 

YO SOY

I

Un bloque es ya su gran carácter,

Tan sostenido a lo Corneille.

Con rigurosa cerrazón

Robustece su madurez,

Menosprecia lo que no sabe,

Siempre idéntico al propio ser.

Ninguna apertura renueva

Tal ambiente de rigidez:

Estatua al fin, estatua ecuestre.

(Es más flexible su corcel.)

 

II

Ante su imaginación,

Sólo a veces fantasía,

Todo ser quisiera ser

 

Otro ser por explosión

De fiesta que anularía

Sus límites y su ayer.

 

Metamorfosis hermosa

Más allá de los destinos.

Poeta es caballo, rosa,

Doncel-mujer.

                         ¡Desatinos!

 

III

¿Sólo seré un actor que representa

Papeles, personajes, leves máscaras

Ajenas al sujeto que yo heredo

Cada mañana cuando me levanto,

Y sí me reconozco en cuerpo y nombre,

Y desde la memoria con mi ayer

A cuestas continúo mi quehacer?

 

IV

Con orgullo se dice: “Yo soy yo”

Insensata sentencia misteriosa.

¿Yo seré yo? ¿Idéntico a mí mismo,

Prisionero en la cárcel de mi estatua,

Ajustado a los límites inmóviles

De mi definición definitiva?

Yo soy mi cotidiana tentativa.

 

 

 

AIRE NUESTRO

1

Aire que yo respiro ya es un soplo:

Inspiración, expiración, el alma,

Psique, si no deidad alado genio,

Transparencia en la luz del aire-espíritu.

Aire y luz me proponen, me regalan

Vida difícil en difícil mundo.

Yo acepto, sí. Respiro con vosotros.

 

2

El amor, la amistad, la admiración

Son círculos concéntricos.

                                              Persisten

Durante un gran fenómeno: la estancia

Sobre un astro

                           Merece una visita.

 

3

“Cántico” pero “Clamor”.

Y sin embargo, “Homenaje”

En uno tres. Y el lector.

 

 

 

CÁNTICO

4

“FE DE VIDA”

¿Fe de vida? Fe de vida,

Testimonio –criticado,

Y adhesión por el impulso

De un instinto que es ya fe.

“Sustancia de lo que espero”,

Meta hacia la que yo avanzo

Por irresistible empuje

Desde mi alma a mi cuerpo

¿Fe de vida? Fe de amor.

 

5

“MAS ALLÁ”

Más allá. ¿Dónde? Donde tú concluyes

Y principia ese mundo que te ciñe

Por todas partes. En el aire cosas

Que la luz te descubre y son las metas

De tu poder. ¿Te angustia el mundo? Mira.

Ese mundo es amigo necesario

¿Misterioso, versátil? Sí, difícil.

Rechaza el miedo y ríndete al asombro

Si te das cuenta bien de tu aventura,

Formidable.

 

6

“JARDÍN EN MEDIO”

Mi jardín está en medio de la vida.

De la ciudad, del mundo, de los roces

Con esas asperezas verdaderas

Del diario vivir, que es el de todos.

¿Paraíso, muy lejos? No. Jardín

A tu alcance, por entre tanto fárrago.

Y un hombre en su minuto al fin sereno.

 

7

“MUCHAS GRACIAS, ADIÓS”

     “Padecer, sumo escándalo”

     Si se padece a solas

     Sin sagrada mirada.

 

¿Queréis que yo, Divinidad, os ame

Por una vía de aflicción gustosa?

Libradme, Dios, de tan crueles simas

¿Armónicos, los vínculos? Precarios.

Surge un dolor que el equilibrio arrasa.

El discordante golpe entrometido,

Intruso abuso, me echa de mi casa.

 

8

“LAS HORAS SITUADAS”

Si jamás se pusiera el sol en nuestros

No imperiales dominios de la mente,

Qué atroz monotonía

Para los sabios ojos que procuran

Disfrutar de las horas situadas

Con todos los matices sucesivos

Desde enero a diciembre.

Variando va la luz. Que nadie tema

La insolación de un mediodía eterno.

 

9

“EL PÁJARO EN LA MANO”

La décima –pulso y traza-

Robustece un pensamiento,

Así superior a ciento

Volando, libres de caza.

Cada elemento se enlaza

Con pulcritud al siguiente

Para que goce la mente

Mientras complace al oído

Que todo quede regido

Por justo compás viviente.

 

10

“Perdido entre tanta gente…”

 

“Gente”, también “otredad”,

Lóbrega palabra fea

Que solemnemente va

De docto en docto saltando

Para siempre resonar

Como dicha por embudo

Gracioso en un carnaval

De máscaras que jugasen

A dar pavor.

                      ¡La otredad!

 

11

“BEATO SILLÓN”

                   Et s’il y a un imbecile, c’est Kanapa

                                                          SARTRE

En tu cabeza, petulante quídam,

 

El mundo –ya entregado a Belcebú-

 

Está sin duda alguna muy mal hecho.

 

“Es síl y a un imbècile,

                                       lo eres tú.

 

 

12

-La rosa ante el ruiseñor

En un escenario eterno…

-histórico, si señor.

(Orfeo se fue al averno)

Yo vi la rosa, o oí

Los gorgoritos en i.

Es más hermosa la rosa

Sin ninguna alegoría.

El pájaro se confía,

Sereno, calla, reposa.

 

13

“MUERTE A LO LEJOS”

“Muerte a lo lejos”. Acerté. Lejana

Quedaba aún la muerte.

                                           Ved. A cuestas

Llevo mis muchos años y la gana

De ser no me valdrá.

                                    Ay, sumas, restas

Me opone el tiempo que por mí se afana.

Neblina flota sobre gozo y fiestas.

 

14

“SIEMPRE LEJOS”

Tú, sólo tu contrastas,

Sin cesar amorosa en mi contorno,

Con el neutro rumor indiferente,

Junto al vivir diario,

Cara a la luz doméstica,

Sonora ya bajo este sol de julio.

 

Así tú, mi continua compañía,

Secretamente, pudorosamente

Con tu amor siempre lejos

De estas públicas horas  estivales,

Sosiegas los agudos

Azules agresivos de esos cielos.

 

Por calles y mercados

Atropellan las voces charlatanas,

Resplandecen los dientes.

Pero tú, fervorosa

De silencio nocturno,

Me alumbras ya con sólo acompañarme

-contra la discordante luz tan clara-

Nuestro amor bajo estrellas.

 

Silencio a la redonda de tu voz.

 

15

“LA PALABRA NECESARIA”

La aurora violenta,

Sol rojizo con rayos agudísimos,

Bárbara ya explosión de claridad.

 

La aurora violenta,

Y no porque la mire algún beodo,

O un soez mozalbete.

 

La aurora violenta

Que nada ha visto nunca, cegadora.

Es inútil, blasfemo, que la increpes.

 

La aurora, violenta

De exactitud, furiosa,

De precisión puntual con implacable

Testarudez candente:

La Aurora.

 

 

 

 

 





 16


“LOS AIRES”


Aquellas damas altas y calandrías


Se juntan en visión de trasparencia,


De claridad, de altura con frescura


De mañana a través de un aire terso,


Bien acordes los seres a sus límites,


Límites en el aire jubiloso,

Protagonistas, damas, y calandrias,

Ágiles impulsoras, mensajeras

De una profundidad.

 

                                      Y no aparece

El aéreo hueco luminoso

Que por sí mismo no se muestra, puro

Trasmisor.

               

                 Aires claros, casi nadas,

Más adentro vibrantes con espíritu

Revelado a la vista, si amorosa

Frente a la ingenua afirmación del mundo,

Ímpetu esbelto ya hacia su mañana,

Erguida la mujer, volante el pájaro,

Fábulas de ese cielo creador,

Primavera entre luces que son aires,

Presente el alma de esas nadas: todo.

 

 

 

CLAMOR

17

“MAREMÁGNUM”

¿Maremágnum? Muchos en masa.

No hay disparate

Que no se pueda proferir.

No hay nunca droga

Que no se proclame elixir.

¡Maremágnum! ¿Pocos? En masa.

 

18

“POTENCIA DE PÉREZ”

¿Tiranía? Terror.

                              Ah, si no hubiera

Matanza innumerable con derroche

De sangre y sangre caudalosamente

Vertida ante el espanto de los otros,

No habría dictador,

                                  Al fin erguido

Sobre imponente masa de cadáveres.

 

Desfila ahora sonriendo apenas.

Entre aplausos relumbra el uniforme.

Implacable terror

                          ¡Oh gran Estado!

 

19

“MEDITERRÁNEO”

Viendo este mar cada mañana

Se me remueve mi placer

            Más espontáneo.

Hasta del propio nombre mana

Claridad de hoy y de ayer.

            Mediterráneo.

 

A su oleaje entre unas rocas

Va retirando la marea.

           Gruta ya mía.

 

¿Siempre en fábula desembocas,

Mar de Odiseo? Os recrea

           Real armonía.

 

20

TRÉBOL, “SOMOS, JUNTOS EN FLAQUEZA”

Ya las máquinas piensan en vez el ser humano,

Y nunca se equivocan –sin cerebro. Mejor,

Privilegio del hombre: incurrir en error.

¿Se cae, se levanta? Muy bien. Es nuestro hermano.

 

21

“FIN”

La tierra es mucho menos que un suburbio

De Creación. No hay voz que a todos hable

Poniendo en claro tanto fondo turbio.

-¿Ser o no ser?

                           -No ser

                                        -Habrá problema.

-Todo se acaba cuando se fallece:

Flor, pez, buey can…

                                     -¿Y el bípedo? ¿Se quema

Toda vida? ¿Su número es el 13?

 

-Piensa en la hermosa inmensidad del mundo.

“Galaxia” es el vocablo inabarcable.

Final resignación así la fundo.

 

Bípedo implume, sé modesto. Mueres,

Y de verdad.

                      Acepta ese destino.

El orbe creador no es asesino.

Tu ley se cumple ante materna Ceres.

 

22

“QUE VAN A DAR A LA MAR”

El tiempo sigue sin fatiga alguna

Por su camino acaso interminable.

Mi tiempo no tendrá para su término

Más que mi propio corazón inmóvil.

Morirá silencioso entre mis brazos.

Se advertirá su ausencia en mi semblante.

 

Fabio: soy de tu misma especie humana.

 

23

“BUENA SUERTE”

Hombre.

                Tal vez no indigno

De llegar a una cima tan hermosa.

La rosa es siempre rosa.

“Lo humano, porvenir.” El hombre, signo.

 

24

“UN ATAQUE”

Fue aquella noche de verano.

Un sosiego se difundía

Por aquella pausa dichosa.

Sonó un grito: madre ante niña

Yacente en un desmayo ignoto.

Era –con terrible injusticia-

La revelación de un destino

Que sin cesar se ensañaría,

Tan cruel, bajo un cielo hueco.

 

25

“HACIA”

He vuelto a unos lugares de otros días.

Yo no buscaba el tiempo allí perdido,

Pero él salió a encontrarme y nos hablamos.

Una bruma velaba nuestras caras,

Melancólicas, dulces, sonrientes.

Había novedades por caminos

Que a las metas de entonces me guiaban.

El campo casi parecía idéntico.

Flotaba un aura. Todo era de otros.

Yo no era el mismo entre memorias triste.

 

26

“MUCHO TIEMPO”

     LAS EDADES

¿Recobrar la niñez?

                                  Feliz, difícil,

Muy torpe entre el asombro y la ignorancia

Ansiosa adolescencia combativa.

Juventud, ejercicio de salud,

Gran potencia de amor, y qué bien duerme.

Todo viene a parar, tras los preludios

En ascensión de niño-mozo-joven,

A la meseta de la suma cumbre:

Madurez, madurez dominadora,

Creadora.

                  Preguntad al anciano.

-¿Es tu niñez perdido paraíso?

-No hay paraísos.

                                ¡Oh sazón madura!

 

27

“A LA ALTURA DE LAS CIRCUNSTANCIAS”

Si al deber no acudes, libre,

Juntas “ego” con su “ismo”.

De tu propia realidad

Te escapas. ¡Adolescente!

 

28

“A NIVEL”

¿Y por qué la adhesión

A realidad presente?

Por impensado arranque,

Por empuje de instinto

Que tiende a equilibrar

En forma necesaria,

Positiva, serena

Lo que doy y lo dado,

Cosas, gentes y yo,

Si puedo, si domino.

 

29

“BRINDIS”

Las llanuras muy planas de Arizona,

Soledades sin dioses, Nuevo México,

Algún indio que emerge entre paréntesis,

Suelo al acecho de algún paso humano,

Pura, precolombina tanta atmósfera…

Mucha América aún para los hombres.

 

30

“ACANTILADO”

No es dulce naufragar en estos mares.

          Nací para flotar.

Los diáfanos espacios se iluminan.

          Nunca se cansa el mar.

Feliz Ulises con tesón triunfante.

 

31

“CLAMOR ESTRELLADO”

Armonía. Callada

Se está conforme a cielo.

Cada instante sostiene

Su tensión de refuerzo.

También la paz ya mía

Favorece el concierto

Que frente a una conciencia

Vale más si lo siento,

Oído transeúnte,

Centro de este silencio.

 

 

HOMENAJE

32

“HOMENAJE, REUNIÓN DE VIDAS”

El griego nos propone la ataraxia.

Nil admirari recomienda Horacio.

En resumen ¿seremos impasibles?

 

Si por admirar exclamas

“!Oh!”

Te exaltas más que las llamas.

Es valiente quien asesta

“!No!”

Como la mujer honesta.

¡Si siempre hubiese una clara

Voz

De persona cara a cara!

 

33

“AL MARGEN DE CICERON”

Divergencias profundas quedan en el silencio.

Bajo el sol predomina superficial acorde.

Alegre, suena bien. Así somos amigos.

¿Hipócritas? No tanto. Con instinto de vida

Se busca siempre forma que nos construya mundos.

 

34

“AL MARGEN DE HORACIO”

¿”Carpe diem?” Instante aislado

Sin provenir de flor ni fruto.

Si se le cortan sus raíces

¿Qué es el instante sólo en bruto?

 

35

“AL MARGEN DE VILLAMEDIANA”

        ¿QUIENES, LOS PEORES?

Conde de Villamediana,

Muerto por asesinato,

Conducido a sepultura

En un ataúd de ahorcado.

¿Alrededor de la víctima,

Quiénes son los más nefandos?

Una sociedad-cloaca,

Un siglo de oro en el fango,

Tendido y mudo el poeta,

Olivares a caballo.

 

36

“AL MARGEN DE ESPRONCEDA”

I

“En la lona gime el viento”,

Y si no gime hay rumor

De un empuje violento

Que sólo expresa candor

como el de ese gran pirata

Que de la ley se desata

Lejos de toda ciudad,

Y pese a los dioses lares,

Va entre sus cielos y mares

En busca de libertad.

 

II

Volved, volved a la memoria mía,

Dulces recuerdos del placer perdido,

A exaltar la ansiedad que aún confía

Mantener el amor contra el olvido.

Antaño en esta casa fui dichoso.

Late en el corazón ahora suma

Total con certidumbre que no admite

Los ilusos floreos. Fui dichoso.

Lo soy –por dentro mi pasado implícito-

En presente profundo: firme cima.

 

37

“RITRATTO D’IGNOTO”

I

Atentamente escruto ese rretrato.

 

¿Qué significan esas cejas recias,

Esas narices de jovial alcance,

Los labios de avidez tan dilatada,

Mentón redondo pero ya agresivo?

¿En qué centro convergen esos rasgos?

No sé si existe el centro de una esencia,

Si un vivir corresponde a un parecer.

Es difícil llegar al ser que es único.

Imprevisible el hombre tras su estampa.

 

II

La turbia reflexión del entrecejo

Daba al rostro un borroso tinte oscuro.

No se sabía si era un pobre viejo

O filósofo amargo como Arturo.

¿Schopenhauer pasó por esa mente?

¿La cara, según cuentan, es espejo,

O alusión a un enigma persistente?

 

38

Dice que el mundo le repugna.

¿Repugnancia? Miedo invencible.

No asombro inicial, cobardía.

Entre su mundo y su apetito,

Frágil infeliz exquisito.

 

39

“DEL CONTACTO AL ACTO”

“¿Yo contento? Nunca. La vida

         Siempre inferior a mí,

No ha de ser jamás aplaudida.

        ¡Todo tan baladí!”

 

“El mayor pecado del hombre

        -Dijo-, es estar satisfecho.”

La frase quedó muy redonda

        -Aplaudid- vagando al acecho.

 

“Siempre dichoso.” ¿Paraíso?

        Frívola esa quimera.

Ruta con altibajos piso,

        Feliz. Es verdadera.

 

40

                 L’immortelle et l’oeillet de mer

                     Qui pusse dns le sable,

                   La pervenche trop périssable.

 

En aquella contrarrima

         De Toulet

El lector mío no ve,

         Cuando arrima

 

Quizá atención a mi texto,

          Cierta flor

Ni su nombre de candor

          Manifiesto.

 

“Pervenche” es “hierba doncella”

         Poco dura

Con su azul, con su hermosura

         Porque es bella.

 

¿Y cómo no recordar

        Tras la flor

Aquel ocio, nuestro amor,

        Bosque y mar?

 

41

“EL AGNÓSTICO”

La fe de aquella infancia tan lejana

Quedó allá, bien sepulta bajo el tiempo.

¿qué fue de aquellos mitos con sus ritos?

¿Pereció todo? No.

                                   Profundamente

Subsisten vivacísimas palabras

Donde laten perennes sentimientos.

El amor y la paz, hermanos todos,

La piedad, la humildad.

                                         ¿Somos hermanos?

Gran paradoja siempre extraordinaria.

 

42

“RESUMEN”

Entre dos nadas por fortuna soy,

Resignado a mi suerte pasajera.

 

Voy quemando mis horas en la luz

Entre las pulsaciones de las noches.

 

Habré dicho a la vida un firme sí

Hasta el instante justo de la muerte.

 

43

“OBRA COMPLETA”

I

Tanto verso, tanta copla

Van formando un solo río

Gracias a musa que sopla,

Se impone y rige: “Yo guío”

“¿Musa torrencial?” No tanto

Ningún Castillo de Otranto,

Pesadilla del magín.

La palabra rigurosa,

Tronco a tronco, rosa a rosa,

Crea el precioso jardín.

 

II

¡Inagotable vida! No hay “summa” que la encierre.

No concluye el poeta de reunir palabras

Jamás sobre el papel ávido con sus blancos.

Obra acabada nunca si no se detuviese,

-Fuerza mayor- la mano que traza aún más signos.

 

 

         

 
 


 

  

 

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