Querido Bernardo: Te escribo esta carta porque hace un rato que la maestra nos ha dicho en clase de redacción que escribamos sobre cualquier cosa que se nos pase por la cabeza, y desde que entré en el hospital resulta que no pasa nada por mi cabeza, que más bien siento como que no tengo cabeza más que para hablar contigo; sólo que después de lo que nos ocurrió la otra semana, me da tanta vergüenza que no me atrevo a hablar con nadie. Es como si nuestros padres se hubieran peleado, y ya no se hablasen, y nos hubieran cambiado de colegio para castigarnos. Este año está viniendo tan raro que a veces me parece que voy a tener dos cumpleaños, y otras veces me parece que pasará de largo sin que llegue a celebrar ninguno. Cuando estaba en el hospital, todos los que venían a visitarme traían algún regalo, y como todavía seguía mareado, no sabía si era jueves o domingo. Y eso fue lo primero que me preguntó el médico que vino a verme, que si sabía decirle cómo me llamaba y a...
Bitácora de Poesía y Pensamiento