“A mí el futbol me gustó más que la vida”. (Ferenz Puskas) Yo tendría que haber escrito la necrológica de Puskas. Si me pongo a pensarlo bien, hoy tendría que haber escrito esa necrológica de Puskas que acabo de leer en el periódico, porque resulta que soy la única persona que vio marcar a Puskas el gol más bonito del mundo. Ahora me entero, mientras hurgo entre las reseñas necrológicas que aparecen hoy en los periódicos, que el gol más bonito del mundo también lo soñó Puskas, y que ese mismo gol, que en el último momento fue incapaz de meter ante el portero, lo estuve yo marcando durante toda mi infancia cada vez que imaginaba a Puskas metiendo un gol. Ahora que lo pienso, yo no hacia otra cosa que jugar al fútbol cuando era niño, igual que debió hacer Puskas en las calles de Budapest allá por los años treinta, pero con la diferencia de que Puskas llegó a meter más de setecientos goles en partidos profesionales, mientras que yo no llegué a marcar ni un s...
Bitácora de Poesía y Pensamiento