A mis amigos de la tertulia de filosofía de la UNED, que me dieron tanto qué pensar y me invitaron al tema. 1 El escritor tiene que perseguir a sus personajes y ver hasta dónde pueden llegar. Inventarles múltiples destinos. Imaginemos a un escritor que persigue a su protagonista. Trata de identificarse con él. Quiere ser original y llama al protagonista Edipo. Las alternativas sobre el destino de Edipo son tantas, que pueden llegar a marear. Voy a intentar marear a Edipo. Primera alternativa para un escritor que persigue a Edipo: el escritor está bloqueado y no se le ocurre nada sobre Edipo. Se queda en blanco. Edipo no llega siquiera a nacer. Intuye que tiene unos padres. Alcanza a darles nombre: Layo y Yocasta. Pero como está bloqueado, no llega a crear para ellos ni siquiera un himeneo: Layo abomina de las mujeres y si convive con Yocasta es porque necesita una reina para acceder al trono. O, tal vez, sí le gusten las mujeres, pero la mald...
Bitácora de Poesía y Pensamiento