Iba a decir que Shakespeare no necesita presentación, pero más bien pienso ahora que es todo lo contrario. Lo que ocurre es que Shakespeare es bastante impresentable. También es poco fiable: lo que se sabe de Shakespeare puede ser falso o no corresponder con el verdadero autor de las obras. En todo caso, Shakespeare no debería dejar indiferente a nadie. A mí no deja de asombrarme. Alguno se preguntará: ¿Es que Shakespeare pensaba? Tal vez, no tiene mérito suficiente para que se le dedique un espacio a sus pensamientos. Tal vez, lo suyo fuera idear agudas frases, citas que merecen engrosar un gran libro de citas. Cada uno que piense lo que quiera. Yo podría argumentar que acaso me viera en apuros si tuviera que destacar un solo pensamiento memorable entre todos los libros de algún célebre filósofo. Yo me pregunto ¿merece recordarse lo que es fácilmente olvidable? A mí me parece que Shakespeare pe...
Bitácora de Poesía y Pensamiento