LA TRISTEZA DE SER MÁS FUERTE. Si la enfermedad más virulenta del siglo no es tan nociva como antes es porque ya se ha cebado en los que podía matar; quedamos los más fuertes y los más aptos. Lo triste es que se celebre esta trágica estadística de la muerte; se está ganando la batalla al enemigo, pero a costa de un precio por el que deberíamos llorar: no son menos queridos los débiles que los fuertes y acaso los necesitábamos más. NO PODEMOS RESPIRAR. La rodilla o la bota en el cuello hasta asfixiar a un indefenso es una imagen metafórica que describe la realidad del mundo en que vivimos. Por eso la última frase de George Floyd antes de ser asesinado por la policía, "NO PUEDO RESPIRAR", no sólo habría que convertirla en consigna contra el racismo, sino en proclama de libertad para todos los marginados de la tierra. Hay que combatir esa fuerza al servicio de los poderosos que sólo sirve para aplastar y asfixiar a los más vulnerables. Por eso Elias Canetti situó en la respir...
Bitácora de Poesía y Pensamiento