martes, 30 de mayo de 2017

POETAS 103. Phillip Larkin II (Las bodas de Pentecostés)

 
 


Phillip Arthur Larkin, (9 de agosto de 1922-2 de diciembre de 1985), comenzó a labrarse fama en Inglaterra como poeta –antes había ensayado alguna que otra novela-  a raíz de la publicación de su segundo libro de poemas, “Engaños”, publicado en 1955. Le siguió “Las bodas de Pentecostés” (1964) y “Ventanas altas” (1974). Pasó su infancia y adolescencia en Coventry, tal como rememora en su poema “Recuerdo, Recuerdo”, un lugar del que más bien abominaba, y del que no pudo decir que encontró sus raíces, con una irónica “magnífica familia a la que nunca acudió corriendo cuando estaba deprimido”. Su padre llegó a ser tesorero de esta ciudad y se encargó de su primera educación leyéndole obras de Ezra Pound y T. S Eliot. Precisamente éstas fueron sus primeras influencias poéticas, a la que más tarde agregó el descubrimiento de Auden y, sobre todo, de Thomas Hardy. Si bien sus primeros poemas acusaron la influencia simbolista de Yeats, de la que se desprendió más tarde por la lectura más a ras de suelo que hiciera de Hardy. De estos primeros años datan la tartamudez que le acompañó a lo largo de su vida, así como su afición al jazz, llegándose a convertir en uno de los mayores especialistas de Inglaterra. Exento de ir al frente durante la segunda guerra mundial por su miopía, estudió en Oxford entre 1940 y 1943, y se graduó en Literatura Inglesa, llegando a trabar durante esta época una amistad duradera con el escritor Kingsley Amis. Poco después logró un puesto de bibliotecario en Wellington y se ganó fama de mujeriego al mantener durante un tiempo relación con dos mujeres, Ruth Bowman y Monica Jones. En 1950 entró a trabajar en la biblioteca de la Queen’s University de Belfast, donde permaneció durante cinco años, que resultaron bastante fructíferos para su escritura –aquí escribió casi en su totalidad “Engaños”-, debido en parte a una situación de extrañamiento y anonimato favorables, tal como deja constancia en su poema “La importancia de otro lugar”, donde sugiere que la condición de extranjero nos da licencia para poder rechazar las costumbres y las instituciones del lugar, algo que está vedado para los nativos. En 1955 fue contratado como bibliotecario por la Universidad de Hull y ya no volvería a cambiar de empleo ni de ciudad. Como bibliotecario fue un empleado diligente que promovió la construcción de una nueva biblioteca y multiplicó ampliamente su dotación de libros. Hull supuso para Larkin la ciudad con la que por fin podía conciliarse, una ciudad perfecta en muchos aspectos, especialmente por “estar al límite de las cosas”, “lejos de todo, de camino a ninguna parte”. La soledad física y espiritual que le aportó Hull le permitió un aclaramiento consigo mismo cuyo fruto fue el siguiente libro, casi diez años después, “Las bodas de Pentecostés”, con excelente acogida por parte de la crítica. Fue especialmente valorada su capacidad para reunir “el mundo de todos, el lugar donde, al final, encontramos nuestra felicidad, o jamás la encontramos”, una capacidad para sintonizar con la trivialidad del hombre contemporáneo . Como ha escrito Damià Alou, “la belleza de los poemas de Larkin no reside en otra cosa que en la verdad de la experiencia relatada, en su manera de partir del detalle, de fijarlo, de precisarlo, y de saber pasar, a veces con un leve paso y a veces con una cabriola sintáctica, a una observación general acerca de la vida que nunca es desatinada, nunca deja indiferente”. Larkin fue un escritor moroso que trabajaba mucho sus poemas, a veces durante años, por lo que su siguiente libro demoró su aparición una década más, llegó en 1974, “Ventanas altas”, con un gran éxito de ventas. Su último poema importante, “Albada”, fue publicado en el Times Litterrary Supplemente del 29 de noviembre de 1977 y versa sobre el terror de “la muerte infatigable (…) que borra todo pensamiento excepto cómo y dónde y cuándo moriré (…) un miedo concreto que ningún truco disipa”. Murió de cáncer de esófago, en Hull, el 2 de diciembre de 1985. Su fama póstuma, cada vez más creciente, fue emborronada por la publicación en 1992 de sus cartas y de su biografía oficial escrita por Andrew Motion. Estos documentos desentierran a un Larkin obsesionado por la pornografía, que se manifestaba abierta y procazmente racista. En alguna ocasión Larkin llegó a escribir: “Encuentro el estado de la nación muy terrorífico. En diez años probablemente nos ocultemos bajo nuestras camas mientras grupos de negros roban todo lo que pueden”. A pesar de su fama controvertida, Larkin fue elegido en 2003, en una encuesta hecha por la Poetry Book Society, como el poeta más querido de Gran Bretaña y en los paneles de los autobuses de la ciudad de Hull se puede leer todavía alguno de sus poemas.
 
La traducción de estos poemas se le debe a Damià Alou. De su labor como traductor de Larkin, ha comentado: “Nunca se prima el sentido sobre el sonido, ni viceversa, porque en el lenguaje humano ambas cosas no pueden separarse. Lo más importante en poesía es que oigamos  la voz del poeta como si fuera un buen doblaje: nunca será lo mismo, pero puede llegar a conmovernos o divertirnos igual. El lenguaje de Larkin nunca es chillón ni machacón, y a veces su rima es tan sutil que pasa desapercibida. Sin embargo, poemas como “Sapos” o “Egoísta es el hombre” la reclama a gritos para que nos llegue su efecto: la risa.”


AL SOL DE PRESTATYN


Ven al sol de Prestatyn
decía riendo la chica del cartel,
arrodillada en la arena
y de ajustado y blanco satén.
Tras ella un cacho de costa
y un hotel con palmeras  parecían
brotarle de los muslos y los brazos
extendidos para alzarle los pechos.

La pegaron un día de marzo.
Un par de semanas después era bizca
y le habían pintado unos colmillos;
le marcaron con saña enormes tetas
Y una raja en la entrepierna, y entre los muslos
le habían hecho unos garabatos
que la dejaban bien abierta de piernas
sobre una polla tuberosa y sus cojones

Con la firma de El Enano Thomas,
mientra que alguien había utilizado un cuchillo
o lo que fuera para apuñalarle
los labios con bigote de su sonrisa.
Era demasiado exquisita para esta vida.
Muy pronto, un gran desgarrón transversal
dejó solo una mano y un poco de azul.
Ahora hay un cartel de Lucha contra el cáncer.



SUNNY PRESTATYN

Come To Sunny Prestatyn
Laughed the girl on the poster,
Kneeling up on the sand
In tautened White satin
Behind her, a hunk of coast. A
Hotel with palms
Seemed to expand from her thighs and
Spread breast-lifting arms.

She was slapped up one day in March.
A couple of weeks, and her face
Was snaggle-toothed and boss-eyed;
Huge tits and a fissured crotch
Were scored well in, and the space
Between her legs held scrawls
That set her fairly astride
A tuberous cock and balls.

Autographed titch Thomas, While
Someone had used a Knife
Or something to stab right thorugh
the moustached lips of her smile.
She was too good for this life.
Very soon, a great transverse tear
Left only a hand and some blue.
Now Fight Cancer is there.




MR BLEANEY

Esta era la habitación de Mr Bleaney. Se alojó aquí
todos los años que trabajó en la fábrica, hasta que
lo trasladaron” Unas cortinas estampadas, finas, deshilachadas,
que cuelgan diez centímetros sobre el alféizar

De una ventana que muestra un solar
cubierto de maleza y desperdicios. “Mr Bleaney
me tenía un jardín precioso.”
Una cama, una silla, una bombilla de sesenta vatios, no hay
colgador tras la puerta, ni sitio para libros o equipaje.
“Me la quedo” Y así es como me acuesto
donde se acostaba Mr Bleaney, y aplasto mis colillas
en el mismo platillo de souvenir, y me pongo

algodones en los oídos para amortiguar
el estruendo de la radio que él la animó a comprar.
Sé cuáles eran sus hábitos: a qué hora bajaba,
qué prefería las salsas ligeras, por qué

nunca perdió la fe en las quinielas.
y también cómo era su temporada: la familia de Frinton
que la alojaba durante las vacaciones de verano,
y que pasaba las navidades en Stoke con su hermana.

Pero si se quedaba de pie mirando el viento glacial
que alborota las nubes, o echado en la cama mohosa
diciéndose que ese era su hogar, y sonreía,
y temblaba, sin sacudirse el temor

De que somos tal como vivimos,
y que si a su edad lo único que podía enseñar
era una caja alquilada no debería dudar
que nada mejor merecía, eso no lo sé.


MR BLEANEY

“This was Mr Bleaney’room. He stayed
the whole time be was at the Bodies, till
the moved him. Flowered curtains, thin and frayed,
Fall to within five inches of the sill,

Whose window shous a strip of building land,
tussocky, littered. “Mr Bleaney took
My bit of garden properly in hand.”
Bed, upright chair, sixty-watt bulb, no hook
Where Mr Bleaney lay, and stub my fags
On the same saucer-souvenir, and try

Stuffing my ears with cotton-wool, to drown
The jubbering set he egged he ron to buy.
I know his habits –what time he came down,
His preference for sauce to gravy, why

He kept on plugging at the four aways-
Likewise their yearly frame: the Frinton folk
Who put him up for summer holidays,
And Christmas at his sister’s house in Stoke.

But if he stood and watched the frigid wind
Tousling the clouds, lay on the fusty bed
Telling himself that this was home, and grinned,
And shivered, without sshaking off the dread

That how we live measures our own nature,
And at his age having no more to show
Than one hired box should make him pretty sure
He warranted no better, I don’t Know.




REGRESO A LOS SAPOS

¿Quién no prefiere pasear
por el parque a trabajar?
El lago, el sol,
hierba donde echarse,

Lejano rumor de críos
y niñeras de medias negras:
no está mal el lugar.
Pero no es para mí,

No soy uno de esos tipos
que te encuentra por las tardes:
hemipléjicos que apenas andan,
oficinistas con temblores,

Pacientes de carne cérea
aún con secuelas del accidente,
y personajes de abrigo largo
que hurgan en las papeleras:

Gentes que esquivan el sapo del trabajo
por estúpidos o por débiles.
!Imagínate ser como ellos!
Oír cómo dan las horas,

Ver cómo traen el pan,
el sol que se oculta tras las nubes,
los niños que vuelven a casa;
imagínate ser como ellos,

Ir rumiando tus fracasos
junto a un lecho de lobelias,
no tener adónde ir
ni más amigos que unas sillas vacías.

No, dadme mi montaña de papeles,
mi secretaria con permanente,
mi le-paso-la-llamada-señor:
¿qué más puedo responder

Cuando las farolas se encienden a las cuatro
y acaba ya otro año?
Dame tu brazo, viejo sapo,
tomemos la Cuesta del Cementerio abajo.



TOADS REVISITED

Walking around in the park
Should feel better tan work:
The lake, the sunshine,
The grass to lie on,

Blurred playground noises
Beyond blakc-stockinged nurses-
Not a bad place to be
yeti t doesn’t suit me,

Being one of the men
You meet of an afternoon:
Palsied old step-takers,
Hare-eyed clerks with the jitters,

Waxed-flexhed out-patients
Still vague from accidents,
And chaaracters in long coats
Deep in the litter-basket:

All dodging the toad work
By being stupid or weak.
think of being them!
Hearing the hours chime,

Watching the bread delivered,
The sun by clouds covered,
the children going home
think of being them,

Turning over their failures
By some bed of lobelias,
Nowhere to go but indoors,
No friends but empty chairs.

No, give me my in-tray,
My loaf-haired secretary,
My shall-I-Keep-the-call-in-Sir:
What else can I answer,

When the lights come on at four
at the end of another year?
give me your arm, old toad;
Help me down Cemetery Road.




AGUA

Si me invitaran
a crear una religión
haría uso del agua.

Ir a la iglesia
implicaría cruzar un vado
hasta unas ropas secas, distintas;

Mi liturgia utilizaría
imágenes de inmersión,
un furioso y devoto empapamiento,

Y yo levantaría hacia el este
un vaso de agua
donde la luz en cualquier ángulo
se congregaría hasta el infinito.



WATTER

If I were called in
To construct a religión
I should make use of wáter.

Going to church
Would entail a fording
Images of sousing,
A furious devout drench,

And I should raise in the east
A glass of wáter
Where any-angled light
would congregate endlessly.




EGOÍSTA ES EL HOMBRE
Nadie puede negar, no,
que Arnold es menos egoísta que yo.
Se casó con una mujer para que no se le fuera
y ahora la tiene allí hasta que se muera.

Y el dinero que saca de partirse el cobre
tampoco es que a ella le sobre
para las chorradas de los niños, la secadora,
la calfacción y la batidora,

Y después de la cena,
cuando leer el periódico es lo que vale la pena,
la murga de Clávame este clavo en la pared.
Y es que no tiene tiempo para él,

Entre los chavales enredando por la sala
y tener que salir al jardín con la pala
y esa carta a su madre de su propia mano
donde le dice ¿Por qué no vienes en verano?

Si nos comparamos hay acuerdo,
yo siempre quedo como un cerdo:
nadie puede negar, no,
que Arnold es menos egoísta que yo.

Pero un momento, tranquilidad,
¿¡es cierta tanta disparidad?
Está así porque ha querido,
no para contentar a sus conocidos;

Y si el plan le ha salido contrahecho
lo hizo tan solo por su propio provecho,
se guió por su propio interés.
Así, no somos tan distintos, ya ves,

Solo que yo tengo más ciencia
y conozco los cotos de mi paciencia
para que no me tengan que encerrar…
o creo que sé hasta dónde puedo llegar.



SELF’S THE MAN

Oh, no one can deny
That Arnold is less selfish tan I.
He married a woman to stop her getting away
Now she’s there all day.

And the money he gets for wasting his life on work
She takes as her perk
To pay for the kiddies’ clobber and the drier
And the electric fire,

And when he finishes supper
Planning to have a read at the evening paper
It’s Put a screw in this Wall-
He has no time at all,

With the nippers to Wheel round the houses
And the hall to paint in his old trousers
And that letter to her mother
Saying Won’t you come for the summer.

To compare his life and mine
Makes me feel a swine:
Oh, no one can deny
That Arnold is less selfish than I.

But wait, not so fast:
Is there such a contrast?
He was out for his own ends
Not jus pleasing his friends,

And if it was such a mistake
He still did it for his own sake,
Playing his own game.
So he and I are the same,

Only I’m a better hand
At knowing what I can stand
Without them sending a van-
Or I suppose I can.



DÍAS
¿Para qué sirven los días?
Los días son donde vivimos.
Vienen y nos despiertan
una y otra vez.
Están para nuestra felicidad.
¿Dónde vivir, sino en los días?

Ah, para resolver esa cuestión
el médico y el cura
se ponen sus largos abrigos
y con prisas recorren los campos.


DAYS

What are days for?
Days are where we live.
They come, they wake us
Time and time over.
The are to be happy in:
Where can we live but days?

Ah, solving that question
Brings the priest and the doctor
In their long coats
Running over the fields.




LOS GRANDES ALMACENES

Los grandes almacenes que venden ropas baratas
ordenadas sencillamente por tallas
(Punto, Ropa de verano, Medias,
en tostados y grises, marrones y azules)
evocan el mundo de-lunes-a viernes de aquellos

Que salen al alba de sus casitas pareadas
para fichar en fábrica, taller u obra.
Pero más allá de las pilas de camisas y pantalones
se extienden los puestos de Todo para la Noche:
bodies y minisaltos de cama de nailon

Bordados a máquina, finos como blusas,
color limón, zafiro, verde musgo, rosa,
se pavonean en grupo. Suponer
que comparten ese otro mundo, pensar que en él
hay algo comparable a estas prendas, demuestra

Lo distinto y enigmático que es el amor,
o las mujeres, o lo que hacen,
o parecen ser en nuestros juveniles
e irreales deseos: sintéticas, nuevas
y artificiosas en sus éxtasis.



THE LARGE COOL STORE

The large cool store selling cheap clothes
Set out in simple sizes plainly
(Knitwear, Summer Casuals, Hose,
In browns and greys, maroon and navy)
Wonjures the weekday world of those

Who leave at dawn low terraced houses
timed for Factory, yard and site.
But past the heaps of shirts and trousers
Spread the stand of Modes For Night:
Machine-embroidered, thin as blouses,

Lemon, sapphire, moss-green, rose
Bri-Nylon Baby-Dolls and Shorties
Flounce in clusters. To suppose
They share that world to think their sort is
Matched by something in it, shows

How separate and unearthly love is,
Or women are, or what they do,
Or in our Young unreal whishes
Seem to be: synthetic, new,
And natureless in ecstasies.




ESTUDIO DE LOS HÁBITOS DE LECTURA

Cuando meter la nariz en un libro
me curaba de casi todo menos de la escuela,
valía la pena destrozarme la vista
y sabe que podía hacerme el chulo
y soltarles el clásico gancho de derecha
a unos tipejos asquerosos que me doblaban en tamaño.

Luego, ya con gafas de culo de vaso,
me dedicaba a hacer de malo:
yo, mi capa y mis colmillos
nos lo pasamos bomba en las oscuridad.
!A cuántas mujeres aporreé con mi sexo!
Las destrozaba que parecían merengues.

Ahora ya o leo mucho: el tipo
que decepciona a la chica antes
de que llegue el héroe, el cagueta
que se queda al frente de la tienda,
me resultan demasiado familiares. Dale al frasco:
los libros son un montón de mierda.



A STUDY OR READING HABITS

When getting my nose in a book
Cared most things short of school,
It was worth ruining my eyes
To know I could still keep cool,
And deal out the old right book
To dirtyt dogs twice my size.

Later, with inch-thick specs,
Evil was just my lark:
Me and my cloak and fangs
Had ripping times in the dark.
The women I clubbed with sex!
I broke them up like meringues.

Don’t read much now: the dude
Who lets the girl down before
The hero arrives, the chap
Who’s yellow and keeps the store,
Seem far too familiar. Get stewed:
Books are a load of crap.




AMBULANCIAS

Cerradas como confesionarios, se abren paso
entre el estruendo de la ciudad al mediodía,
sin devolver ninguna de las miradas que absorben.
De un gris claro y satinado, las armas en una placa,
aparcan en cualquier acera:
tarde o temprano visitan todas las calles.

Luego los niños en los portales, la calzada,
y las mujeres que vienen de las tiendas
y se cruzan con olores de distintas cenas, ven
una cara blanca y desencajada que por un momento
remata las mantas rojas de la camilla
mientras ¡se la llevan y la colocan en su sitio,

Y perciben el vacío que resuelve
todo lo que hacemos,
y por un segundo lo captan entero,
permanente, estéril, cierto.
Las puertas cerradas se alejan.
Pobre tipo, susurran todos a su propia congoja;

Pues transportada en ese aire insonorizado
puede que vaya la pérdida que de pronto se cierra
en torno a algo ya casi acabado,
y lo que se amalgamó en él a lo largo
de los años, esa mezcla singular y azarosa
de familias y modas, por fin ahora

Comienza a disgregarse. Lejos
del intercambio del amor yacer
inalcanzable dentro de una habitación
que el tráfico se aparta para dejar pasar
nos acerca más a lo que nos queda,
y difumina en la distancia todo lo que somos.


AMBULANCES

Closed like confessionals, they thread
Loud noons of cities, giving back
None of the galances they absorb.
Light glossy grey, arms on a plaque,
they come to rest at any kerb:
All streets in time are visited.

Then Children strewn on steps or road,
Or women coming from the shops
Past smells of diferente dinners, see
A wild White face that overtops
Red stretcher-blankets momently
As it is carried in and stowed,

And sense the solving emptiness
That lies just under all we do,
And for a second get it whole,
So permanent and blank and true.
They whisper at their own distress;

For borne away in deadened air
May go the sudden shut of loss
Round something nearly at an end,
And what cohered in it across
The years, the unique random blend
Of families and fashions, there

At last begin to loosen. Far
From the Exchange of love to lie
Unreachable inside a room
the traffic parts tol et go by
Brings closer what is left to come,
And dulls to distance all we are.




LA IMPORTANCIA DE OTRO LUGAR

Cuando estaba solo en Irlanda, puesto que no era mi país,
era lógico ser forastero. El salobre rechazo del habla,
que tanto insistía en la diferencia, se me hacía acogedor:
una vez eso quedó constatado, conseguimos comunicarnos.

El viento en las calles, enfiladas hacia las colinas, el suave
olor arcaico de los muelles, como un establo,
los gritos de los vendedores de arenques en la lejanía,
me hicieron sentir distinto, pero no me anularon.

Vivir en Inglaterra eliminaba esa excusa:
estas son mis costumbres y mis instituciones
y sería mucho más grave rechazarlas.
Aquí no hay ese otro lugar que avale mi existencia.


THE IMPORTANCE OF ELSEWHERE

Lonely in Ireland, since it was not home,
Strangeness made sense. The salt rebuff of speech,
Insisting so on difference, made me welcome:
Once that wqas recognised, we were in touch.

Their draughty streets, end-on to hillssss, the faint
Archaic smell of dockand, like a stable,
The herring-hawker’s cry, dwindling, went
To prove me separate, not unworkable.

Living in England has no such excuse:
These are my customs and establishments
It would be much more serious to refuse.
Here no elsewhere underwrites my existence.





PRIMERA VISIÓN

Los corderos que aprenden a andar en la nieve,
Mientras sus balidos nublan el aire,
Topan con una vastedad hostil, conocen
tan solo un deslumbramiento sin sol.
En su primer trastabillar de un lado al otro,
todo lo que encuentran fuera del aprisco
es una desapacible extensión de frío.

Mientras esperan junto a la oveja,
la lana con grumos de humedad, se extiende
en torno a ellos, oculta y esperando también,
la inconmensurable sorpresa de la tierra.
No comprenderían aunque conocieran
lo que pronto despertará y crecerá
totalmente distinto de la nieve.



FIRST SIGHT

Lambs that lern to walk in snow
When their bleating clouds the air
Meet a vast unwelcome, know
Nothing but a unless glare.
Newly stumbling to and fro
All they find, outside the fold,
Is a wretche width of cold.

As they wait beside ewe,
Her fleeces wetly caked, there lies
Hidden round them, waiting too,
Earth’s inmeasurable surprise.
They could not grsp it if they knew,
What so soon will wake and grow
utterly unlike the snow.




DOCKERY E HIJO

“Dockery era más joven que usted,
¿verdad?”, dijo el decano. “Su hijo está aquí ahora.”
Enlutado, de visita, asiento. “¿Y sigue
viéndose con…?” ¿O recuerda cuándo,
de toga negra, sin desayunar, y aún medio trompas,
estábamos delante de este escritorio para dar
“nuestra versión” de “los incidentes de la noche pasada”?
Intento abrir la puerta donde vivía:

Cerrada. El césped, ancho, deslumbrante.
Suena una campana conocida. Cojo el tren, desapercibido.
El canal y nubes y facultades desaparecen
lentamente. Pero Dockery, Dios santo,
cualquiera que sea adulto ahora debió de nacer
en el 43, cuando yo tenía veintiún años.
Si él era más joven. ¿tuvo su hijo
a los diecinueve, a los veinte? ¿Era ese chico retraído,

De internado y punta en blanco, que compartía habitación con
Cartwright, el que mataron? Bueno, eso demuestra
lo mucho que… lo poco que… Bostezo y supongo
que me quedé dormido, y me desperté con los humos
y el brillo de los altos hornos de Sheffield, onde cambié de tren,
me comí una empanada horrorosa, y recorrí
el andén hasta le final para ver las vías
que se unían y separaban reflejando una luna

Intensa, diáfana. No tener hijos, ni esposa,
ni casa ni tierras parecía de lo más natural.
Solo un aturdimiento registró la sorpresa
de descubrir cuánto había pasado de mi vida,
cuán diferente a las otras. Pero Dockery:
a los diecinueve debió de hacer inventario
de lo que quería, y fue capaz
de… No, es no es la diferencia: más bien

!qué convencido estaba de que debía sumar!
¿Por qué pensaba que sumar significaba aumentar?
Para mí era diluirse. ¿De dónde salen
estos supuestos innatos? No de lo que nos
parece más cierto, ni de lo que más nos apetece:
se alabean hasta cerrar herméticamente, como puertas. Son
un estilo que aompaña a nuestras vidas: hábito primero,
de pronto se endurecen hasta ser todo lo que tenemos

Y cómo lo obtuvimos; ivstos en retrospectiva, se levantan
como nubes de arena, espesas y apretadas, encarnando
para Dockery un hijo, para mí nada,
una nada tan difícil de tutelar como un hijo.
La vida primero es tedio, luego miedo.
La utilcemos o no, pasa,
y deja lo que algo ajeno a nosotros eligió,
y la vejez, y luego el único fin de la vejez.


DOCKERY AND SON

“Dockery was junior to you,
Wasn’t he?” said the Dean. “His son’s here now.”
Death-swited, visitant, I nod. “And do
You Keep in touch with-” Or remember how
Black-gowned, unbreakfasted, and still half-tight
We used to stand before that desk, to give
“Our versión” of “these incidents last night”?
I try the door of where I used to live:

Locked. The lawn spreads dazzlligly wide.
A known bell chimes. I catch my train, ignored.
Canal and clouds and colleges subside
Slowly from wiew. But Dockery, good Lord,
Anyone up today must have been born
in 43, when I was twenty-one.
If he was younger, did he get this son
At nineteen, twenty? Was he that withdrawn

High-collared public-schoolboy, sharing romos
With Cartright who was killed? Well, it just shows
How much… How Little… Yawning, I suppose
I fell asleep, waking at the fumes
And ate an awful pie, and walked along
The platfor to its end to see the ranged
Joining and parting lines reflect a strong

Unhindered moon. To have no son, no wife,
No house or land still seemed quite natural.
Only a numbness registered the shock
Of funding out how much had gone of life,
How widely from the others. Dockery, now:
Onlye nineteen, he must have taken stock
Of what he wanted, and been capable
Of… No, that’s not the difference: rather, how

Convinced he was he should be added to!
Why did he thnk adding meant increase?
To me it was dilution. Where do these
Innate assumptiones come from? Not from what
We think truest, ormost want to do:
Those warp tight-shut, like doors. They’re morea style
Our lives bring with them: habit for a while,
Suddenly they harden into all we’ve got

And how we ot it; looked back on, they rear
Like sand-clouds, thick and close, embodying
For Dockery a son, for me nothing,
Nothing with all a son’s harsh patronage.
Life is first boredom, then fear.
Whether or not we use it, it goes,
And leaves what something hidden from us chose,
And age, and them the only end of age.




NO ENVÍE DINERO

De pie bajo la amenazante
tripa con leontina del Tiempo,
Dime la verdad, le dije,
enséñame de qué va el mundo.
Los demás chavales
se morían por irse de juerga,
pero a mí no me parecía bien:
eso y descubrir que era monserga.

De modo que me dio unas palmaditas
en la cabeza y tronó: Chaval, ya no se te cae el moco:
siéntate aquí y mira el granizo
de los hechos darle a la vida
una forma que nadie ve.
¿Te atreves a contemplarla?
Oh gracias,
dije,
Oh sí por favor.
Y me senté a esperar.


Ya ha pasado media vida,
y me topo de cara en mañanas oscuras
con la bestial visera, doblada
por los golpes de lo que pasó que pasó.
¿Qué demuestra eso? A tomar por culo.
Así pasé la juventud,
rastreando el trillado e intransferible
anuncio de bragueros, la verdad.


SEND NO MONEY

Standing under the fobbed
Impendent belly of Time
Tell me the truth, I said,
Teach me the way things go.
All the other lads there
Were itching to have a bash
But Ithought wanting unfair:
It and findng out clash.

So he patted my head, booming Boy,
There’s no Green in your eye:
Sit here, and wathc the hail
Of occurrence clobber life out
To a shape no one sees-
Dare you look at that straight?
Oh thank you,
I said, Oh yes please,

And sat down to wait.

Half life is over now,
And I meet full face on dark mornings
The bestial visor, bent in
By the blows of what happened to happen.
What does it prove? Soda ll.
In this way I spent youth,
Tracing the trite untransferable
Truss-advertisement, truth.

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