Soy un guardador de rebaños.
El rebaño es mis pensamientos
y mis pensamientos son todos sensaciones.
Pienso con los ojos y con los oídos
y con las manos y los pies
y con la nariz y la boca.
Pensar una flor es verla y olerla
y comer un fruto es saberle el sentido.
Por eso cuando en un día de calor
me siento triste de gozarlo tanto
y me tiendo a lo largo sobre la hierba
y cierro los ojos calientes,
siento todo mi cuerpo tumbado en la realidad,
sé la verdad y soy feliz
Sou um guardador de rebanhos.
O rebanho éo os meus pensamentos
E os meus pensamentos são todos sensações.
Penso com os olhos e com os ouvidos
e com as mãos e os pés
e com o nariz e a boca.
Pensar uma flor é vê-la e cheirá-la
E comer um fruto é saber-lhe o sentido.
Por isso quando num dia de calor
me sinto triste gozá-lo tanto,
e me deito ao comprido na erva,
e fecho os olhos quentes,
sinto todo o meu corpo deitado na realildades,
sei a verdade e sou feliz.
Qué manera de encontrar la verdad y ser feliz, cómo nos gustaría a nosotros guardar los rebaños de ese modo tan hedonista, sentir la hierba pensándola tal cual debajo del cuerpo, sabiendo que al cerrar los ojos aún continua ahí el alto cielo azul y poder volar como los pájaros guardándolos en nuestro rebaño. Volar así es ser feliz y pensándonos en vuelo. Qué extraña manera de pensar, y qué extraño que la manera más sencilla de guardar rebaños nos parezca extraño. Qué maravillosa manera de pensar el mundo degustándolo y hasta comiéndolo y defecándolo. Qué maravillosa manera de ser feliz. Y qué triste que teniendo la verdad al alcance de la mano nos entregamos a los más turbios rebaños.

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