Ir al contenido principal

Entradas

"BRASAS", UN POEMA DE FABIÁN CASAS

  Fabián Casas (Buenos Aires, 1965) es poeta, ensayista, periodista y narrador. Estudió filosofía y durante la década de los 80 viajó por distintos países de Sudamérica. En los 90 comienza a ganarse la vida como periodista en el diario “Clarín” (“el periodismo es un oficio que rara vez se cruza con la poesía”, llega a declarar en una entrevista). La obtención de una beca le permite trasladarse a Estados Unidos. Reside durante seis meses en Iowa. Sus versos están marcados por el coloquialismo, los tonos narrativos y la poesía concreta. Entre sus libros de poesía, destacan “Oda” y “Spleen de Boedo”. Ha publicado en España un libro de relatos titulado “Los Lemmings y otros”. BRASAS Toda la noche caminando sobre brasas y a lo lejos las puertas de los autos que se cierran de un golpe. Estás harto de la comida seriada de los aviones y del doble que crece a costa de tus nervios tratando de conquistar el mundo o metabolizar el día. Que está extraviado. La buena onda se echó a perder hace u...
Entradas recientes

RICARDO REIS, HETERÓNIMO DE FERNANDO PESSOA

  En breve se le dedicará a Fernando Pessoa una reseña biográfica digna de su grandeza como poeta y como enigmático personaje capaz de crear universos y almas paralelas y hasta antagónicas a través de sus múltiples máscaras y heterónimos. Se deja aquí una selección de los poemas de uno de ellos, Ricardo Reis y sus   odas al estilo horaciano y con reminiscencias de los cuartetos de su admirado Omar Khayyam.   Ricardo Reis es el poeta de las odas, el que recrea las viejas formas romanas del género, a la manera de Horacio. Surgió en Pessoa en junio de 1914, unos días o semanas después que Álvaro de Campos. Nació en Oporto en 1887, estudió Medicina y emigró a Brasil en 1919, decepcionado por la República, siendo como era monárquico hasta los huesos.   Aún seguía viviendo en las Américas cuando Pessoa murió en 1935. Sus odas se ajustan a una métrica rigurosa y predican la aceptación estoica de todo lo que los dioses determinan. Además, escribió ensayos que postulaban ...

ÁLVARO DE CAMPOS, HETERÓNIMO DE FERNANDO PESSOA: SELECCIÓN DE SUS POEMAS

En breve se le dedicará a Fernando Pessoa una reseña biográfica digna de su grandeza como poeta y como enigmático personaje capaz de crear universos y almas paralelas y hasta antagónicas a través de sus múltiples máscaras y heterónimos. Se deja aquí una selección de los poemas de uno de ellos, Álvaro de Campos, el más prolífico de todos. Álvaro de Campos nació en Tavira en 1890, se graduó de ingeniero naval en Glasgow y pronto se retiró a Lisboa donde llevó una vida inactiva. Había viajado al oriente y sabía latín, idioma que le enseñó un tío cura. Su poesía se parece en ciertos aspecto a la de Walt Whitman. De ella se deduce   su bisexualidad y un complejo sadomasoquista del que evidentemente se siente culpable. No importa tanto el vanguardismo ideológico y formal de que hace gala Campos, su admiración por las máquinas y la velocidad, como su sentimiento de autodestrucción con el que parece querer pagar la deuda de su apenas secreto pecado, y como su capacidad de volver al seno de...

ALBERTO CAEIRO, HETERÓNIMO DE FERNANDO PESSOA: SELECCIÓN DE POEMAS DE "EL GUARDADOR DE REBAÑOS"

  En breve se le dedicará a Fernando Pessoa una reseña biográfica digna de su grandeza como poeta y como enigmático personaje capaz de crear universos y almas paralelas y hasta antagónicas a través de sus múltiples máscaras y heterónimos. Se deja aquí una selección de los poemas de uno de ellos, Alberto Caeiro, pertenecientes a su libro "El guardador de Rebaños" Alberto Caeiro nació en Lisboa en 1889 y murió en 1915 de tuberculosis, pero casi siempre vivió en el campo. No tuvo profesión, ni apenas educación. Surgió en 1914 y tanto Fernando Pessoa como su heterónimo Álvaro de Campos lo reconocieron como su maestro. Escribió "El guardador de rebaños", compuesto por 49 poemas de verso libre. Sostenía que las cosas deben verse tal como son, sin añadirle interpretación ninguna. Otro de sus heterónimos, Ricardo Reis, llegó a escribir sobre Caeiro lo siguiente: “En estas horas turbias, la única fuente de consolación para mi alma ha sido el manuscrito, que siempre me acompa...

COMO TABLONES A LA DERIVA

  Soy el que quisieráis ser vosotros y también el que no quisieráis ser vosotros y por eso cuando me véis doblar la esquina me dáis el esquinazo paseando por otra acera y os veo venir hacía mí si me parezco a todos vosotros soy el que recibe un abrazo cuando quepo en vuestros brazos y el que se escurre entre las sombras cuando vuestro sol me quema soy el que nadie quiere ser a la fuerza lo que soy igual que vosotros sois tan vuestros y de nadie nos parecemos  como esas gotas de agua que todo un mar  nos separa somos como tablones de un barco que naufraga y se hunde a la deriva que rompen en una isla y se van hacia otra isla.

"TABAQUERÍA", UN POEMA DE ALVARO DE CAMPOS, HETERÓNIMO DE PESSOA

TABAQUERÍA No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada. Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.   Ventanas de mi cuarto, de mi cuarto de uno de los millones de gente que nadie sabe quién es (y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?) dais al misterio de una calle constantemente cruzada por la gente, a una calle inaccesible a todos los pensamientos, real, imposiblemente real, evidente, desconocidamente evidente, con el misterio de las cosas por bajo de las piedras y los seres, con la muerte poniendo humedad en las paredes y cabellos blancos en los hombres, con el destino conduciendo el carro de todo por la carretera de nada. Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad, Hoy estoy lúcido como si estuviese a punto de morirme y no tuviese otra fraternidad con las cosas que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle la fila de vagones de un tren, y una partida pitada desde dentro de mi cabeza, y una sacud...

"ES ALLÍ ADONDE VOY" (CLARICE LISPECTOR)

  Más allá de la oreja existe un sonido, en el extremo de la mirada un aspecto, en las puntas de los dedos un objeto: es allí adonde voy. En la punta del lápiz el trazo. Donde expira un pensamiento hay una idea, en el último suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la espada la magia: es allí adonde voy. En la punta del pie el salto. Parece la historia de alguien que fue y no volvió: es allí adonde voy ¿O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágica. ¿Realidad? Yo os espero. Es allí adonde voy. En la punta de la palabra está la palabra. Quiero usar la palabra "tertulia", y no sé dónde ni cuándo. Al borde de la tertulia está la familia. Al borde de la familia estoy yo. A la orilla de mí estoy yo. Es hacia mí adonde voy. Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Después de muerta es hacia la realildad adonde voy. Mientras tanto, lo que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, después todo es real. Y el alma libre busca un ...

UN SOL ARDIENTE

  Estaba yo al sol tendido sobre una roca al final del verano, cuando me dio por cerrar los ojos y me quemé la lengua. Estaba yo tendido al sol, tan inocente, casi puro de estar medio desnudo, sintiendo el mar azul por el rabillo del ojo mientras contemplaba el cielo con algúnos filamentos de nube flotando como peces de luz , oyendo a los niños que reían y gritaban mientras se tiraban desde el puente de cabeza desafiando las órdenes de los socorristas, y estaba a gusto, con el cuerpo caliente, con los poros de la piel respirando un anticipo del paraíso robado, cuando me dio por cerrar los ojos. Y entonce me quemé la lengua y mucho. Aprendí que no se debe cerrar los ojos cuando uno se tiende al sol. Hay que vivir con los ojos abiertos o te puedes quemar. Quizas hay que vivir despierto y nunca quedarse dormido, porque ¿quien vela por nosotros cuando nos quedamos dormidos? Poco antes de cerrar los ojos había pensado en levantarme y darme un baño, pero como las olas cogían un impulso c...

OMAR KHAYYÁN, PESSOA Y BERNARDO SOARES EN "EL LIBRO DEL DESASOSIEGO"

  Amigos, con buen vino alimentadme, para que se cambie en rubí el ámbar de mi rostro. Haced que cuando muera se me lave con vino y sea mi ataúd de madera de cepa. Entonces mis cenizas, aunque estén bajo tierra, el aire llenarán de embriagador aroma; y el creyente, al pasar al lado de mi tumba, sin poder remediarlo ha de sentirse ebrio. OMAR KHAYYÁN OMAR KHAYYÁN Omar tenía una personalidad; yo, afortunada o desgraciadamente, no tengo ninguna. De lo que soy a una hora, a la hora siguiente me separo; de lo que he sido un día, al día siguiente me he olvidado. Quien, como Omar, es quien es, vive en un solo mundo, que es el exterior; quien, como yo, no es quien es, vive no sólo en el mundo exterior, sino en un sucesivo y diverso mundo interior. Su filosofía, aunque quiera ser la misma que la de Omar, forzosamente no podrá serlo. Así, sin que de verdad lo quiera, tengo en mí, como si fuesen almas, las filosofías que critique; Omar podía rechazarlas todas, pues eran exteriores a él; no la...

EL MUNDO MAGO DE ANTONIO MACHADO

  LXXVIII ¿Y ha de morir contigo el mundo mago donde guarda el recuerdo los hálitos más puros de la vida, la blanca sombra del amor primero, la voz que fue a tu corazón, la mano que tu querías retener en sueños, y todos los amores que llegaron al alma, al hondo cielo? ¿Y ha de morir contigo el mundo tuyo, la vieja vida en orden tuyo y nuevo? ¿Los yunques y crisoles de tu alma trabajan para el polvo y para el viento? ("Soledades", 1903)