Dejo aquí el momento en que se me entrega el "Premio Círculo Rojo" al mejor libro de relatos por mi "Animalario". Rompí mi discurso bonito, me salí del guión y se lo dediqué a quienes no lo ganaron: podría haber sido yo y podría ser que... no siempre gane el mejor. Pido disculpas por estar saliendo yo o mi libro por aquí ultimamente, pero es que no tengo más remedio que publicitar mi libro, que si llego a saberlo igual ni lo hubiera publicado. Muchos hablan de que un libro los hizo libres. Nada se dice de cómo a los escritores un libro los hizo siervos. En muy breve, regreso ya con nuevas publicaciones y dejo de utilizar este blog como mi propio espejo. Muchas gracias por la atención prestada.
No me gusta hablar de mí y he tenido que hacerlo. Hasta este verano no había ninguna foto mía por ninguna parte, nunca había hablado de mí salvo ficticiamente y me gustaba así. Sólo habría que hablar en publico de uno mismo cuando ese yo nos representa a todos. No me gusta hablar de mí y he tenido que hacerlo. Quizás un libro lo justifica. Tampoco estaba hablando de mí, estaba hablando del libro. Y el libro le pertenece a los lectores que quieran entrar en él. Ya es menos mío que antes de publicarlo. Así deberían ocurrir con todas las cosas. Que las cosas tuvieran algo de todos y que no pertenecieran a nadie.