ASÍ SE QUEDAN LOS POETAS QUE SE VAN (Homenaje a Miguel Hernández, que el 30 de octubre cumplió 115 años)
Probablemente este soneto de "El rayo que no cesa" tiene una de las mejores terminaciones de la lírica española en sus dos tercetos. No se sabe si Miguel Hernández es uno de los poetas más tristes o de los más alegres. Y es que los grandes poetas son siempre paradójicos y aúnan todos los contrastes. Aquí se le ve enarbolando su pena.
Cuando se viene y va de la alegría
Como un mar meridiano a una bahía,
A una región esquiva y desolada.
Para lo que me queda todavía
Que sufrir el rigor de esta agonía
De andar de este cuchillo a aquella espada.
Con mi constante pena instante, plena,
Adonde ni has de oírme ni he de verte.
Pero me voy, desierto y sin arena:
Adiós, amor, adiós hasta la muerte.

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