PAUL CELAN: Negra leche del alba te bebemos de noche/ te bebemos al mediodía la muerte es un Maestro Alemán/ te bebemos de tarde y mañana bebemos y bebemos/ la muerte es un Maestro Alemán su ojo es azul/ él te alcanza con bala de plomo su blanco eres tú
LA VOZ QUE ACUDE, de Chantall Maillard
Celan no era su nombre. Era el último seudónimo de Paul PésajAntsche. Céler: sellar y ocultar. Celan se tiró al Sena como quien tira al agua una botella después de haber sellado su abertura. Si las aguas sostienen la botella dulcemente es porque está sellada.
Celan se tiró al Sena celando entras las frágiles paredes de su cuerpo los poemas que non llegaría a escribir. Como quien tira al agua una botella para que alguien, en una noche fría de alguna ciudad fría, al pasar bajo un puente en busca de sí mismo se la encuentre.
Cuenta Pascal Quignard que una vez Primo Levi le gritó a Celan: "!Escribir no es cifrar un mensaje y tirar la llave a un matorral! Escribir es ante todo transmitir, es llamar, corrigió. Tirar la llave es llamar. Llamar en el vacío a una mano que tantea y que tal vez, con suerte, se la encuentre. El sello forma parte del poema: es su manera de indicarnos que la lengua llama.
Yo prefiero el verbo convocar. El poema convoca la voz que busca. La voz que a sí misma se busca en vano hasta que oye resonar en la ajena algo que de sí creyó perdido. Como el caracol que sella con opérculo orificio de su concha, así el poema. A la espera. A la espera del agua, de la humedad propicia, resonante.

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